3. Pared

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Humedad

resbala mi mano a lo largo
la sensación es mi huésped
abofetea con dureza cientos de veces
no existe la clemencia

Empieza a caerse
pedazo a pedazo,
un compás de cuatro tiempos
con miedo a interrumpir si
lo hiciese de repente

Tres cuartos de hora después
están lisas
como una hoja en blanco
como los pechos de porcelana
de una jovencita
como un infinito finito

ha desaparecido

Las palabras que se quedaron en el trastero; poemario Donde viven las historias. Descúbrelo ahora