Humedad
resbala mi mano a lo largo
la sensación es mi huésped
abofetea con dureza cientos de veces
no existe la clemenciaEmpieza a caerse
pedazo a pedazo,
un compás de cuatro tiempos
con miedo a interrumpir si
lo hiciese de repenteTres cuartos de hora después
están lisas
como una hoja en blanco
como los pechos de porcelana
de una jovencita
como un infinito finitoha desaparecido
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Las palabras que se quedaron en el trastero; poemario
PoesíaAlgunas cosas que nunca se dirán en voz alta.