Capítulo 113 : Antítesis

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Ante nuestra activación del Vínculo, incluso quienes custodian fuera de la barrera de este coliseo pueden sentir la presión de nuestro mana, de manera involuntaria contienen la respiración. Solo son Alumnos, aun así ya poseen tal cantidad de poder, ese es el pensamiento de la mayoría.

Nuestro mana puede ser visto claramente, estos colisionan entre si pese a la separación del uno con el otro. Al mismo tiempo comenzamos a retraer esa liberación de mana para concentrarlo en nuestros cuerpos, de esta manera las capacidades básicas que poseemos aumentan aún más.

Nos observamos fijamente, al mismo tiempo, comenzamos a recitar.

- "Llamarada Ancestral, Nivel 7"

- "Llamarada Ancestral, Nivel 7"

Ambos ejecutamos el mismo Hechizo, desde nuestras palmas el torrente de fuego azulado es expulsado, puedo notarlo sin problemas, el poder es el mismo. Los dos Hechizos se unen entre si formando un tornado de fuego destructivo, sencillamente son igual de poderosos. Sin que ella lo notase, con mi pie escribo una runa, coordino mis movimientos con la tambaleante y turbulenta tromba de fuego.

Sin esperar mas tiempo, Mirna estabiliza su mana y recita.

- "Manto De Agni"

Su rubia cabellera se torna de color rojo, tan intenso como el cabello de Bianca. Sus ojos emiten una leve flama que emerge desde sus pupilas, su cuerpo es envuelto en llamas carmesí que se mecen grácilmente, pese a la distancia puedo sentir como la temperatura sube drásticamente, el calor que emite es mas intenso que el del tornado azulado.

En cosa de un pestañeo ella se encuentra ahora detrás de mí, inmediatamente flecto mis rodillas, por sobre mi cabeza visualizo su mano estirada la cual toca peligrosamente el aire, desde su palma emerge una espada de fuego. Al ver que la he evadido hace un corte vertical hacia el suelo, intercambio posiciones con ella. Al momento en que su espada toca la superficie de la tierra, esta cede como si fuera un mero trozo de hielo en un horno, el suelo se abre en dos formando un cráter de varios metros de profundidad, la roca incandescente cae como gotas fundiendo el área donde se posa.

Su mana comienza a aumentar, tengo un mal presentimiento, sin dudarlo doy un gran salto hacia atrás, en ese preciso momento su manto se extiende por varios metros a la redonda, todo lo que toca cede ante el calor abrazante, el suelo burbujea como agua hirviendo.

- Eres muy escurridizo, Guillermo Griffin. – Estira su mano en dirección del tornado de fuego, este comienza a ser absorbido por Mirna. – Se perfectamente que no estas luchando en serio, me estas subestimando Guillermo Griffin.

- ¿Quién sabe, tal vez solo quiero disfrutar este combate?

- Borraré esa sonrisa de raíz.

- Inténtalo, Mirna Sayer.

Ella respira profundamente y el color rojizo del manto comienza a tornarse azulado al igual que su cabello. En cosa de un instante luce completamente diferente. Aunque ese no es el único cambio, no solo usa una espada de fuego, porta una en cada mano y detrás de ella flotando grácilmente, aparecen otras 10 espadas de fuego azuladas.

Refuerzo mi cuerpo y espero a que ella ataque, sin embargo faltaba algo mas a su Hechizo, debo admitirlo me ha sorprendido, esas inertes espadas comienzan a adquirir formas humanoides, luego de unos segundos lucen idénticas a Mirna, de hecho quien sea que las observe, no podría diferenciar la una con la otra. En total frente a mi hay 6 Mirna Sayer, la apariencia física no es lo único idéntico, lo es también su mana y flujos. Sigo sin comprender el motivo de mi actitud, dado que sonrío aún más al verla usar ese Hechizo.

El Gran Reinicio Parte I : DespertarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora