The Punisher.

Mi historia (The punished)

Era una tarde como cualquier otra, pájaros cantando mi familia riendo de cosas que mi hermano y yo contábamos, todo era perfecto... o eso creía yo hasta aquella noche fría y oscura en casa, mientras veíamos una película en familia, a mi madre se le ocurrió ir al supermercado por ingredientes para hacer pastel.

-¡Vamos querido!- insistió a mi padre, quien riendo por los pucheros de mi madre.

-Esta bien- dijo mi padre

Mi madre sonrió victoriosa y agarro su bolso, mi padre, mi hermano y yo la seguimos hasta el auto. En el camino íbamos cantando nuestras canciones favoritas y riendo por cosas que hacia mi padre. Al llegar al supermercado, mi madre y mi padre bajaron primero para abrir nuestras puertas.

-Vamos hijos, hay que apurarnos para hacer el pastel- dijo mi madre apurándonos.

- Bien, bien, tranquila madre, ya vamos- dijo mi hermano quien se estaba quedando dormido en el camino.

Mi madre solo rió ante el comentario de mi hermano. Entramos al supermercado, buscamos los ingredientes, pagamos y nos fuimos.

Al llegar al auto, nos subimos e intentamos arrancar, pero nos dimos cuenta que no había gasolina.

-¡Rayos!- dijo mi padre maldiciendo no haberle puesto gasolina antes.

-Podemos ir caminando, tranquilo, no esta muy lejos.- dijo mi madre tranquila.

Y así fue, caminamos, de noche y a oscuras, quien sabe si este algún asesino allá fuera. Llegamos a un lugar que no conocíamos, una carretera y que al parecer estaba muy lejana a nuestra casa.

-Creo que era por la calle que había dicho papa- dijo mi hermano desesperado.

-Supongo que si, pero...de donde veníamos?- dije, tratando de ubicar por cual de todos los caminos habíamos llegado.

Mi padre trato de guiarnos por un camino que al parecer, no es el correcto. todo iba bien, hasta que unos chicos con capucha negra se acercaron a nosotros por la espalda, amenazándonos, con lo que al parecer era una navaja.

- Denos todo lo que tenga.- dijo uno de los chicos, clavando cada vez mas la navaja en el estomago de mi madre.

No sabíamos que hacer, el bolso lo habíamos dejado en el auto, solo mi padre y mi hermano tenían cosas de valor