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Un suspiro que había estado conteniendo se escapó de Jungkook mientras volteaba todas las carnes que estaba cocinando. Se había convertido en todo un chef, orgulloso de todas las comidas que sabía hacer ahora. Siempre ponía su corazón en todo lo que hacía. Una dulce sonrisa adornó sus labios mientras disfrutaba el olor de la comida a su alrededor. Una vez que las carnes estuvieron listas, las sacó de la estufa y las puso en platos, agregando otras cosas como verduras y condimentos para completar los platos. Dándose la vuelta con un plato en cada mano, los colocó en el espacio disponible en el mostrador y golpeó la campanilla de plata, escuchando el satisfactorio sonido. "¡Orden lista!" Llamó.

A Jungkook le gustaba bastante su trabajo. Llevaba poco más de un año trabajando ahí, habiendo empezado poco después de cumplir dieciocho. Los otros empleados se habían vuelto rápidamente en sus amigos, por lo que se sentía cómodo ahí. Sin embargo, mentiría si dijera que pasar el rato con sus amigos no lo hacía extrañar a Jimin y Taehyung de vez en cuando. También ocasionalmente pensaba en sus padres, preguntándose si lo extrañaban. Esos pensamientos normalmente eran dejados de lado. Pensaba que estarían mejor sin él arruinando las cosas.

Casi al final de su turno, Jungkook se sorprendió cuando uno de los otros empleados se ofreció a reemplazarlo. "Ve a casa y descansa, Jungkook. Hoy has trabajado muy duro".

"¿Estás seguro, Mark-hyung?" A Jungkook no le importaría terminar su turno.

"Sí, totalmente. Yo me encargo". Mark tomó un delantal y se lo puso. "Ve a casa, Jungkook".

Jungkook sonrió y se quitó el delantal. "Está bien. Gracias". Le mostró su sonrisa de conejito que todos sus amigos adoraban y marcó su salida. Saliendo del pequeño restaurante, caminó por la acera, su departamento no estaba lejos, lo cual era muy conveniente. Estaba aprendiendo a conducir, pero todavía no estaba listo para intentar obtener una licencia. Al llegar al pequeño complejo que contenía su apartamento, bostezó mientras caminaba por los pasillos. Al llegar a su puerta, se detuvo cuando escuchó voces adentro.

"Apúrate. Se ve bien. No seas quisquilloso".

"Pero tiene que ser perfecto".

"No, no tiene".

"Solo escóndete antes de que llegue a casa".

"Oye, no le metas el dedo".

Jungkook puso los ojos en blanco al reconocer las voces. Abrió la puerta y sonrió ante lo que vio. "Chicos".

Seunghyun tenía sus manos en las caderas de Jiyong, tratando de alejarlo de la mesa. Jiyong tenía la punta de su dedo índice sumergida en el glaseado de un pastel. Jiyong se metió el dedo en la boca para disfrutar del glaseado con azúcar mientras Seunghyun se volteó para sonreír a Jungkook. "¡Feliz cumpleaños, amigo!"

Era el decimonoveno cumpleaños de Jungkook, y debió haber sabido que esos dos harían algo así. Seunghyun y Jiyong se habían convertido en una familia para Jungkook mientras vivía con ellos. Eran como padres para él, pero también como hermanos mayores. "Ya saben, no tenían que hacer esto". Jungkook no podía dejar de sonreír. Estaba feliz de estar con ellos en su cumpleaños, aún cuando ya se estaba haciendo tarde.

Jiyong sonrió felizmente, claramente satisfecho con el sabor del glaseado. "Bueno, pensamos que sería lindo divertirnos un rato contigo". Tomó casualmente la mano de Seunghyun. "Trajimos algunas películas. Vamos a tener una noche de películas".

"Quería traer un montón de películas de terror, pero Jiyong quería ver comedias". Seunghyun explicó. "Así que trajimos de ambas".

"Suena genial." Jungkook realmente amaba a esos sujetos. Se sentía muy afortunado de que lo hubieran acogido la noche en que escapó. Gracias a ellos tenía una buena vida. Tenía un trabajo, su propio apartamento y varios amigos. Lo estaba haciendo bien. Por supuesto, Jungkook nunca les diría que a menudo se desvelaba en la noche, preguntándose si alguien en Seúl alguna vez pensaba en él. ¿Alguien lo extrañaba? ¿Las cosas habían sido mejores para todos después de que se fue? Se había aislado completamente de todos los que conocía en Seúl. Obtuvo un nuevo teléfono con un nuevo número, eliminó todas sus redes sociales, cerró su cuenta bancaria y abrió una nueva en un banco diferente. Nadie lo encontraría. Por precaución adicional, Jungkook había cambiado su apellido. Queriendo sentirse como parte de la familia de Seunghyun y Jiyong, tomó el apellido de Jiyong: Kwon. Era Kwon Jungkook ahora.

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"Ha pasado más de un año". Le habló Hoseok en voz baja a Namjoon, sin querer que Jin escuchara lo que estaban discutiendo. Todos se habían quedado hasta tarde en el trabajo para terminar más cosas. "Jin-hyung todavía parece un zombie a veces".

Namjoon miró hacia la puerta de la oficina de Jin. "Debió de gustarle mucho el niño".

Hoseok golpeó ligeramente su pluma sobre el escritorio. "¿Crees que Jungkook está bien?"

"Espero que sí." Ninguno de los dos quería que le ocurriera algo desafortunado a Jungkook. "Tal vez el niño esté feliz ahora. Tal vez esté bien".

"Pero sus padres..." Hoseok se sintió terrible. Deseó que alguien hubiera podido encontrar a Jungkook, sin embargo, la policía había dejado de buscar después del decimoctavo cumpleaños de Jungkook. Una vez que Jungkook cumplió dieciocho años, no había nada que pudieran hacer. "Deben extrañarlo tanto. Sé que Jin-hyung también lo extraña".

"Solo espero que no esté solo". Namjoon se pasó los dedos por el pelo. "Espero que tenga amigos, donde sea que esté".

"Sí." Hoseok estuvo de acuerdo. Miró hacia la oficina de Jin y deseó que hubiera algo que pudieran hacer. Había presenciado un par de episodios en que Jin sollozaba, cuando se perdía en sus pensamientos. El hombre seguía pensando en lo que podría haber hecho de otra manera, cómo podía haber evitado que sucedieran todas esas cosas malas. Jin parecía a menudo quedarse atrapado pensando en los 'y si'. Hoseok esperaba que Jungkook estuviera bien porque Jin definitivamente no lo estaba.

Compensación (Jinkook) •Traducción•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora