Le dió una última calada al cigarrillo antes de apagarlo sobre mi mano.
-Bueno chico, ¿Vas a hablar?-
Se apoyó sobre la mesa casi acercando su cara a la mía.
-Apártese. Le huele el aliento a mofeta.- Me eché hacia atrás en la incómoda silla de hierro. -¿Sabes que existe productos para evitar el mal aliento, verdad?-
-¡Vaya con el graciosillo!-
Dijo a la vez que se apartaba. -Pero no tienes escapatoria.- Señaló a su alrededor.
Había varias cámaras en cada esquina de esa habitación oscura que me apuntaban. Ciertamente, no me quitaban la vista de encima. Seguramente, también, detrás del espejo que había en la pared de mi izquierda habían más personas vigilando mis movimientos.
La verdad, estaba jodido, a tal punto que las esposas me provocaban rozaduras sobre mi piel tatuada.
¿Cómo acabé aquí?
--------------------------------------------------------
ESTÁS LEYENDO
El infierno está dentro de mí.
RandomUna sonrisa aparecía en su rostro cuando poco a poco, en su interior, acababa con su propia vida. Parecía sumergirse completamente en la oscuridad. Sin corazón y sin remordimientos. ¿Sentimientos? Esa palabra dejó de tener significa para él cuand...