Capítulo 22 Él es Christian

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Hoy me desperté antes de que la alarma sonara, me bañé a la velocidad de la luz y salí de mi habitación bajando las escaleras a paso veloz.

- Buenos días – salude a los adultos que se encontraban haciendo cada quien sus cosas

- Te caíste de la cama hoy, cielo – comento papá. Con una sonrisa en mi rostro me acerque hasta él y deposite un beso en su mejilla.

- Tal vez un poco – comente divertida – Hola – abrace a mi tío con gusto, al igual que con mi padre deposite un beso en su mejilla y el en la mía con mucho gusto y cariño – Buenos días.

- Hola princesa. Buenos días – el me regalo una sonrisa con un guiño de ojo incluido.

- Buenos días tío Matt – saludé al novio de mi tío de la misma manera que lo hice con los hombres en la sala.

- Buenos días cariño – el deposito un beso en mi mejilla.

- ¿Mamá está en la cocina? – pregunte al aire, pregunta que fue abierta para quien quisiera responderme.

- Si – contesto papá y la pareja asintió con la cabeza.

- Iré ayudarle con lo que necesite – informe poniendo marcha a la cocina con mamá – Hola mamá – salude a mi madre al llegar a su lado – ¿Necesitas ayuda con algo?

- Ayúdame con los vasos – pidió ella amablemente. Asentí y empecé a llevar los vasos a la mesa. Saque el jugo de naranja, el de manzana e igual los lleve a la mesa, saque la leche para el café y coloque la crema en polvo y el azúcar en la mesa – Gracias, cielo – agradeció mamá con una sonrisa en su rostro – Avísales que ya pasen a la mesa y tú también toma asiento – como buena hija responsable y obediente le hice caso a mamá.

- Mamá dice que ya podemos pasar a la mesa – les mencione a los tres hombres en la sala. Yo me di la media vuelta avanzando hacia la mesa donde tomé asiento en mi lugar temporal, aun lado de mamá. Tomé el jugo de manzana y me serví en mi vaso, mamá llego con el desayuno y lo demás esta demás decirlo.

***

-Yo abro – mi voz se escuchó por toda la casa, así como mis pasos apresurados bajando las escaleras y haciendo crujir la madera – Hola – sonreí abriendo la puerta de la casa – Buen día.

- Buen día – Christian delante de mí se veía radiante con esa ancha sonrisa - ¿Cómo amaneciste?

- Muy bien, muchas gracias – respondí con un tono de voz más alegre de lo normal.

- Te traje tu foto de Instagram – extendió Christian lo que llevaba en las manos y era mi cartel del día de ayer – Aunque ya está algo doblado.

- Igual estará pegado en el techo de mi habitación – lo tome entre mis manos – Ven, quiero presentarte a alguien – tomada de la mano de Christian le indique por donde avanzará con mucho cuidado.

Narrador

En el comedor aún se encontraban los adultos, ellos no se pararon de la mesa, al contrario de Annie, ellos entraban un poco más tarde a sus respectivos trabajos y los invitados están de vacaciones por lo único que harían sería pasear por el lugar. Al escuchar el timbre de la casa, la primera en hacer un movimiento para ir atender la puerta fue la madre de Annie, pero se detuvo al escuchar los pasos apresurados de su hija al igual que la voz de esta misma diciendo que ella atendía.

La charla entre adultos sigo normalmente, pues los padres de ella tenían en claro que los Brook ya había llegado por su hija. Luke y Matt continuaron escuchando la plática de la pareja y entraron en ella sin costarle mucho. Ciertamente Luke no estaba del todo concentrado, pues su niñita, quien era la luz de sus ojos y su princesa, como él le llamaba, tardaba mucho en la puerta. Su rostro cambio completamente a una mueca de desagrado, y es que, si el padre de Annie era celoso, Luke lo era aún más, Annie no era la mayor de sus sobrinos, pero por mucho si era su favorita, y saber que algún chico se le acerca a su princesa y más un patán como lo era Ethan y el cual nunca le agrado, le hacía revolver el estómago del coraje.

Pon tus ojos en miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora