Estoy en lo que parece ser el planeta Tierra, miro hacia la izquierda y luego hacia la derecha. ¿Qué pasó?
No hay nada, ni animales, ni personas. Ni siquiera algún tipo de construcción, este sitio me resulta familiar, siento que ya estuve aquí.
Es como si de alguna manera hubiera viajado en el tiempo por algún tipo de portal, un agujero de gusano quizá.
Entonces me doy cuenta. Estoy flotando, ¿acaso en este lugar no hay gravedad?
-¡Luke! ¡Despierta, vas a llegar tarde! -dijo mi padre alterado-.
-¿Qué? ¿Qué hora es? -me aclaré la garganta-.
-Es broma, no ha amanecido aún -sonrió.
Estoy confundido, me pregunto a qué viene esto. Reí levemente aunque me haya molestado que me despierte a estas horas un sábado.
-Ven, quiero mostrarte algo -señaló la puerta-, pero no hagas ruido, recuerda que mamá está durmiendo.
-¿Debe ser ahora? -volteé los ojos con desgano-, es demasiado temprano, papá.
-Anda, levántate, he querido mostrarte esto desde hace tiempo.
No sé de qué se trata todo esto. Me levanté y empecé a seguirlo.
Tomó una caja muy grande y me susurró que abriera la puerta trasera para no despertar a mamá. Salimos y comenzamos a caminar por el campo hasta llegar a una zona con poca vegetación.
-Toma hijo, sé que han pasado meses desde navidad pero quiero regalarte esto -colocó la gran caja en el suelo, frente a mí y comenzó a abrirla-, esto era de mi padre, se lo compró mi abuelo en una venta de garaje.
Entonces quedé boquiabierto, era un aparato enorme y con patas. ¿Qué era?
-Gracias papá -dije viendo extrañamente aquel objeto-, pero, ¿qué es?
-Es un telescopio, se utiliza para ver hacia el espacio -miró pensativo hacia el cielo estrellado-, sé que es un regalo bastante complejo para un niño de cinco años pero también sé que sabrás cuidarlo como lo hice yo.
-¿Puedo ver algo? -le dije intrigado.
-Claro, acércate, te mostraré una constelación. Las constelaciones son agrupaciones de estrellas que están unidas por líneas invisibles y forman figuras, por ejemplo, ¿ves esas tres estrellas que brillan juntas allá? -tomó mi mano y apuntó hacia un punto del cielo-. Ellas forman parte de la constelación de Orión, para ser más específico, su cinturón.
-Esto es asombroso -sonreí alucinando-. ¿Por qué esa estrella brilla tanto?
-¿Cuál?
-La que está al lado de la Luna.
-Eso no es una estrella, Luke, es un planeta.
Así comenzó mi amor hacia la astronomía. Desde ese día siento que algo me conecta con el universo y pienso encontrar una respuesta, porque esto no es nada más que pura causalidad, creo firmemente en que las casualidades no existen, y si yo siento esto no voy a rendirme. Qué difícil es vivir así, cuestionándote todo sin no encontrar un porqué.
A veces pienso en qué hubiera pasado si mi padre no me hubiera regalado ese viejo telescopio, seguramente mi infancia hubiera sido aburrida. Mi vida hasta el día de hoy se habría basado en cosechar verduras en la huerta, el campo puede ser hermoso, aunque agotador con la misma intensidad.
Dicen que en la cuidad el cielo nocturno no es tan oscuro debido a las luces artificiales que abundan en el lugar. Quizás no tenga muchos amigos aquí pero no viviría en otro lugar.
Violet e Isaac son los hijos mis únicos vecinos. Más que amigos los consideraría familia.
Vamos juntos al colegio del pueblo y nos divertimos mucho allá. Aunque también somos infelices con la misma intensidad a veces, cuando Dominik Brown,un chico de nuestra clase, nos molesta llamándonos idiotas y humillándonos a la salida. Al fin y al cabo todo se basa en polaridad, ¿verdad?
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Hacia el Infinito
Science FictionSiempre sentí que había algo que me unía con el universo. La incertidumbre, la curiosidad, el querer encontrar respuestas, me hicieron emprender un viaje con un largo camino hacia lo desconocido. Entonces me pregunté, ¿Qué es lo que realmente sabemo...