Trouble

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¿Sería raro confesar que aquellos vídeos en los que no aparecía los veía sólo por ver a Hakovo? No estaba seguro, pero mientras su hermano estaba fuera de casa él estaba viendo por el computador de su habitación aquellos capítulos en donde el único participe de los dos había sido Hakovo.

Entre ratos se reía pero es que Hakovo solía decir muchas cosas raras y graciosas al mismo tiempo. En el capítulo 1 de la serie Hakovo se puso un brasier que sí le dejaba un buen cuerpo. Hizo caso a lo que dijo y cubrió su cara con la mano para visualizar lo que tenía de feminidad. Definitivamente tenía razón, tenía cuerpo de mujer. No del todo, no era como si tuviera una cintura marcada o suficiente cadera, como lo había recalcado el mismo Hakovo en el capítulo 5 donde usó una falda de cuero.

Estaba fantaseando mucho con los capítulos, su hermano era demasiado amanerado así que no era del todo su culpa verlo y pensar en todas las cosas que le podría hacer. Empezó a sentir calor, demasiado, pronto la habitación se hizo el lugar perfecto para una buena paja, algo con lo que pasar el rato.

¿Quién diría que unos cuantos vídeos de entendimiento a lo que viven diariamente las mujeres lo llevarían a tocarse el pene? Nadie, ni él mismo. Entre vista y vista a las escenas de su hermano llegó a aquella favorita que con el tiempo había olvidado. Sí, aquella donde usaron el "Entrenador de sonrisas" que no era otra cosa para él que una boca erótica de muñeca inflable, una que le quedaba muy bien a la boca de su hermano.

—Ah, maldición. — Jadeó, aunque ese jadeo era más una pequeña queja debido a la excitación que estaba sintiendo por algo que no debería ponerlo caliente.

Puso música en el reproductor de Spotify y dejó correr una lista con las canciones más sucias que podía haber en Inglés y en español. Cada palabra le dejaba imaginar cómo quisiera tomar a Hakovo. Por el cuello, besarlo, ahorcarlo mientras con sus movimientos de pelvis lo hace gemir.

Ver la boca de su hermano tragarse su pene y moverse a un ritmo exquisito, saciando sus más oscuros deseos y perversiones. Nuevamente sentía puro calor y estaba tan sumergido en todo que no se dio cuenta de cuando fue que Hakovo había llegado hasta su habitación. La expresión en el chico de cabellos largos era casi un chiste. Sus ojos se habían abierto de forma exorbitante debido a la impresión que ver a David masturbarse con una imagen suya le provocó, no obstante a esa situación destacaba el hecho de que su propio cuerpo se sentía caliente con la escena.

David solía ser salvaje en la cama y tierno fuera de ella, esas eran las dos facetas que Hakovo adoraba de su hermano para con él. El calor en la habitación era intenso, demasiado para ellos y sólo bastó una mirada de David para que Hakovo supiera qué debía hacer.

Para ellos la hora del sexo tenía otras reglas, eran masoquistas completamente y la regla principal era que David debía ser una bestia y hacerlo gemir. En la cama tenía permitido ser tan rudo y tan demandante, demostrando que era el dueño de Hakovo ante cualquier otra cosa y eso de verdad era excitante.

La ropa se fue rápido una vez que entró y echó seguro a la perilla. Se recostó en la cama y se dejó a la disposición de David quien lo veía como un cazador asechando a su presa. En esos momentos la ropa interior era innecesaria, cualquier cosa que cubriera su intimidad le daría un castigo así que no sabía si sólo era su idea de masoquismo o que la ropa interior de lencería que había comprado sólo para él le hacían lucir tan bien.

David sonrió salvaje y sexy, con la única luz iluminando sus facciones que provenía de los faroles de la calle. Dejó su mano libre para recorrer todos los lugares posibles en el cuerpo de su hermano, siendo capaz de ver las sucias facciones que sus toques plasmaban en el rostro de Hakovo. Pasó sus labios por las mejillas de Hakovo y descendió por el cuello de este, dejando chupetones y besos húmedos que resonaban entre el choque de pieles y la saliva escurriendo. Pasó su lengua por ese lugar y bajó aún más llegando hasta el pecho y dándose el lujo de detenerse en uno de los pezones marrones de su sometido quien temblaba bajo su cuerpo. Su mano acompañó sus acciones acariciando por sobre la tela negra que ocultaba su miembro. Aquella sexy braga de encaje que era acompañada por medias de liguero del mismo color. Sabía que no durarían, una vez que la situación se volviera intensa David las rompería, siempre lo hacía y era muy sexy de ver.

Trouble || [OKCHICAS] DaviKovoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora