Son dos personas que se conocen por chat pero una de ella guarda un secreto que esconde bajo su ropa.
Esta historia es una adaptación autorizada por la verdadera autora ;ReaperSutcliff.
Joel:pasiva
Chris: activo
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Los besos húmedos y las caricias apasionadas consumían toda la atención de los dos hombres que estaban sobre la cama.
El hombre-gato se encontraba abajo, con las piernas abiertas lo suficiente como para que Chris estuviera en medio de ellas. El mencionado se inclino para besar a su amante. El beso fue grotesco . Y, por supuesto, Joel no se quedaba atrás , convirtiendo el beso fogoso.
El castaño hizo que las entrepiernas de ambos tuvieran fricción, descendiendo la cadera y moviéndose suavemente.
Ahora los jadeos escapaban traviesos de las bocas de ambos.
El rizado llevó sus manos al primer botón de la camisa de su amante e intentó desabrocharlo, pero estaba tan cegado por la pasión que no lograba hacerlo.
-Rómpela, no hay problema- Chris separó sus labios de los del hibrido por unos momentos para susurrar aquellas palabras sensualmente en su oreja.
El rizado se estremeció gracias al suave aire cálido que había chocado contra su oreja hipersensible, o quizá era el efecto de las palabras del menor, o quizá fuesen ambos combinados?. No lo dudó ni un segundo. Llevó sus manos al centro de la camisa y jaló hacia los lados, haciendo que los botones saltaran por todas partes y repiquetearan en el suelo.
-Te compraré una nueva- susurró igualmente.
Chris negó con la cabeza, pero no dijo nada ya que no quería iniciar una discusión.
Volvió a besar al ojimiel mientras sus manos viajaban hacia el borde de su camiseta. La retiró, acariciando la piel que quedaba al descubierto mientras lo hacía.
Suave
Las erecciones de ambos hacían una deliciosa sensación de fricción, aumentando la exitación de los dos.
La ropa restante se desprendio de sus cuerpos muy pocos segundos y sus miembros duros y desnudos se friccionaban con fuerza.
-Ah... vamos... ¿por favor?— rogó
Chris dejó un beso en su cuello.
-¿Ansioso, minino?-— preguntó con voz ronca y comenzó a lamer, chupar, morder y besar la sensible piel del cuello de Joel.
Esté cerró los ojos y suspiró entre jadeos.
-S-sí...—gimio.
Christopher , sin despegarse del cuello de su víctima que difrutaba la deliciosa "tortura ", murmuró:
-Chupa- y llevó dos dedos a sus labios.
El moreno los envolvió con su boca y comenzó a chuparlos, con la lengua y moviendo la cabeza de adelante hacia atrás.
Christopher sentía su exitación crecer aún más y más mientras la lengua algo áspera de Joel lamía sus dedos. Retiró suavemente los dedos de la boca del hombre-gato.
-Es suficiente.
Llevó un dedo hacia el orificio de éste y lo metió con cuidado.
Se sorprendió con la facilidad con la que el cuerpo de Joel lo recibía. Comenzó a mover el dedo de adelante hacia atrás y en círculos.
-Ch ...,Chris... más- gruñó .
El castaño obedeció y pronto estaba moviendo dos dedos en forma de tijera en el ano de Joel.
-Quiero más...- dijo el hombre-gato.
A los pocos momentos el castaño estaba metiendo y sacando tres dedos en el interior de ojimiel, arqueándolos para rozar su próstata, haciendo que el rizado arqueara la espalda.
-T-te necesito... dentro...- jadeó.
Christopher retiró los dedos del interior del castaño, sacándole un gruñido al volver a sentirse vacío, y se acercó a la mesita de noche, donde guardaba los condones.
Sacó uno de los paquetitos plateados y lo rasgó, se lo colocó rápidamente y se posicionó para entrar en la caliente y sedosa cavidad anal del ojimiel.
En ése momento Jeol lo tomó de los hombros e hizo que rodaran en la cama, quedando él arriba. Se inclinó para besar ferozmente al de ojos color almendra antes de colocarse encima del miembro de éste. Se sentó bruscamente en el duro eje, penetrándose con fuerza, y soltó un fuerte gemido. Puso las manos en el fuerte abdomen del castaño y comenzó a subir y bajar lentamente sobre el eje del menor, apretando los músculos de su esfínter de vez en cuando, provocando los gemidos de éste.
Chtistopher tomó la cintura del mayor para ayudarlo a moverse más rápido y más duro.
A los pocos minutos ambos estaban sudados, gimiendo y jadeando incoherencias.
El más pálido sentía los músculos del de piel canela contraerse, estaba llegando al orgasmo al igual que él.
Los movimientos se volvieron casi frenéticos por parte de ambos. Christopher tomó el pene de hibrido y comenzó a masturbarlo con vigor. El hombre-gato levantó la cabeza, soltando un extraño ruido entre un maullido, un gemido y un grito y se corrió duramente en el abdomen y pecho del castaño. Éste, al sentir las contracciones de los músculos apresarlo fuertemente, se corrió también en el preservativo, gimiendo alto el "nombre" de Joel.
