Melissa caminaba hacía la taberna de su tío. Tenía que coger las armas que su tío le había dejado.
- Buenos días señor Juliano.
- Buenos dias Mel. Tu tío dejo algo para ti en la habitación principal.
Melissa entro en la habitación de su tío y encontró una armadura.
Era una armadura nueva. Pesaba muy poco y debajo de ella habían dos espadas y una nota. Cogió una de las espadas y la saco de su empuñadura. Era una espada no muy larga de acero un acero que parecía un espejo con lo que brillaba. La otra era mas bien rara, estaba hecha en una especie de cristal morado. Con una delgada linea negra que atravesaba toda la espada en su interior. En la parte mas baja de su empuñadura tenía unos huecos ambas espadas. Acto seguido Mel cogió la nota y la leyó.
Decía así:
Mel, espero que este equipamiento te sirva de ayuda. Esas espadas se las robé a un gran rey cuando yo aún era un espía activo.
P.D: Cuando puedas ven a verme.
<<Extraño.>>
Las espadas se le hacían un tanto raras a Mel, pero las nesecitaba.
Horas mas tarde se encontró con Alexius. Un espía de gran importancia.
- Buenas noches Mel. Siento lo de tu hermano.
- Buenas noches Alexius. Gracias. ¿Cuando empezamos con el plan?
- En este mismo instante el plan ya ha comenzado. Tu sígueme.
Caminaron por unas callejuelas hasta llegar a una gran campana.
- Espera aquí hasta que veas el fuego y estate bien atenta. Yo me voy a hacer mi trabajo.
Alexius era un hombre alto y de piel blanca. Un pelo un poco largo el cual le tapaba normalmente un ojo y le daba aires de misterio.
Apenas vio el fuego golpeó la campana con todas sus fuerzas. Y corrió a abrir el portón. Los guardas que estaban sobrios y algunos pocos que estaban un poco ebrios salieron a ver que pasaba. Vieron el fuego y parecía que saldrían a apagarlo. De repente Mel escuchó algo que no tenía mucha lógica.
- !Es un asedió nos van a atacar¡
<<Extraño.>>
¿Cómo habrían llegado a pensar eso? De repente, Mel vio a Alexius entre la multitud infundiendo rumores.
Los guardas empezaron a salir y cuando estuvieron a una distancia mas que prudente cerraron el portón.