Nosotros sobre la línea

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17 años

— Eso, despacio, sin caer, ya casi... 

Iba caminando con sumo cuidado, aquella línea blanca era mi única salvación para no caer en ese océano y ser devorado por los tiburones. Estaba tan concentrado que no me di cuenta cuando alguien más venía del otro lado de la línea. Alguien debía hacerse a un lado para que el otro pase, y ese no iba a ser yo.

Por "accidente" empujé a aquel moreno un poco para que pierda el equilibrio y yo pueda pasar. Sin embargo, el resistió y al parecer notó mis intenciones ya que me devolvió aquel empujón que por poco y me hace caer. 

—¡Me van a comer los tiburones!. — grité, mientras intentaba recuperar el equilibrio de aquel empujón.

— ¿Tiburones...?

— Sí

— Por acá son espadas de hielo y son muy filosas. Si te caes perforarán a través de ti.—dijo emocionado como si estuviera en una misión de vida o muerte.

—  Qué miedo...—¿Por qué escogiste semejante lugar?

—  Bien, ambos hemos de sobrevivir. Pon tu pie entre mis piernas.

No me convencía en lo absoluto. Podría dejarme caer y yo perdería. Sin embargo era la única solución. Era obvio que él es más fuerte que yo, en una batalla de empujones el ganaría.

—  Puedo confiar en ti ¿cierto?

—  Podría preguntarte lo mismo.— Creo que no ha notado su obvia ventaja sobre mí... o tal vez solo es condescendiente

Tomamos nuestras manos como si fuéramos a bailar vals. Me tomó por la cintura y puse mi pie entre los suyos, tal como él dijo. En un movimiento giratorio nos miramos directamente a los ojos y me sentí flotando, como si solo existiéramos él y yo en el universo.

¿Pero qué...?

Y el plan fue un éxito, en un momento ya estábamos del lado opuesto de la línea.

— Eso estuvo cerca, estamos bien por ahora. Sobrevive.  — dijo mientras sonreía, revelando unos hermosos hoyuelos que hasta ahora habían permanecido ocultos.

—  Tú también.— Le respondí mientras inevitablemente era contagiado por su sonrisa.

Así pasaron los días mientras nos encontrábamos diariamente sobre aquella línea blanca con nuestras aventuras y repetíamos aquel movimiento para seguir con nuestros caminos. Intercambiábamos saludos y a veces conversábamos un poco. Descubrí que se llamaba Kim Nam Joon y que tenía la misma edad que yo.

— Jin ¿Nos acompañas por algo de comida? últimamente no pasas tiempo con nosotros.— dijo Jung Kook con un tono algo decepcionado.

Por poco reconsidero el quedarme con ellos, porque ciertamente los últimos días me retiraba lo más temprano posible a casa para continuar con mi aventura de tiburones y encontrarme con mi nuevo amigo. Pero estaba muy impaciente así que tuve que rechazar su oferta y sin más, salí corriendo con emoción.

(*****)

— Nam Joon hyung ¿No te quedas hoy? tenemos actividades en el club.— Escuché la voz de Taehyung mientras estaba a punto de salir.

— ¿Eh? No, yo tengo...

— Te dije que hoy teníamos que organizar los últimos detalles de la presentación. Además, tenemos que convencer a Yoongi hyung también y está durmiendo, si alguno intenta despertarlo nos a a golpear. Solo tú puedes hacerlo.

— Está bien...— No es como si Jin y yo hubiésemos hecho una promesa ¿verdad?

Me utilizaron, no es posible. No querían organizar nada, solo querían levantar cajas y Yoongi terminó enfurecido porque lo despertaron de su siesta para nada importante. Genial, 4 horas desperdiciadas en nada.

Vida: Nosotros sobre la línea [Namjin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora