Bien, ya me cambie de ropa, ahora solo queda ir al auditorio; claramente llegué algo tarde, como si fuera novedad, pero mis demás compañeros se encargaron de casi todo. La noche ya estaba cayendo, y yo no veo a Sahionje en ningún lado, ¿Me pregunto si me puse en moño de forma correcta? ¡No puede ser!... claramente, me quede idiotizado al verla, ¡Ella sí que se ve preciosa! Ella, llevaba un hermoso vestido azul, en distintas tonalidades, sé que les dije que tenía un trauma con el azul, pero al verla a ella, no pude evitar sonreír. Ella, al verme, se acercó hacia mí.
— Ho... hola. — sí que estoy nervioso.
— Llegas tarde. — dijo ella fingiendo la vos, como si estuviera sumamente enojada.
— Lo sé, lo siento, mi reloj se averió — levanto la muñeca para mostrarle un reloj, un reloj que claramente no está ahí porque yo no tengo reloj. — te ves hermosa.
— Gracias, tú no te ves tan mal, es decir, me sorprende que algo convine contigo. — ella se soltó a reír.
— ¿Qué insinúas? — le seguí el juego.
— Nada, nada. — nuevamente me sonríe.
— Si claro, ¿Ocupas algo?
— No, todo está cubierto, la música es precioso, ¿No?
— Oh, sí claro, je... — ¡Me lleva! No sé qué decir, rápido idiota, piensa en algo — Sahionje.
— ¿Si? — ella dejó de mirar las luces, para mirarme a mí.
— Bueno... tu... es decir... solo... solo si tú quieres.
— Te ves lindo cuando te sonrojas, — ¡¿Estoy sonrojado?! — ¿Quieres que... bueno... baile contigo? — como siempre ella dando el primer paso.
— Ya que insistes. — nuevamente sonrió.
— Ven acá señor a comedido.
Ella me tomo de la mano, y me fue jalando hasta llegar a la pista de baile, siendo sincero, todo luce mejor de lo que esperaba, Wíli hace un buen trabajo con la música. Bailamos lo que restaba de la canción que estaba, y, después, ocurrió justo lo que anhelaba; tal vez no es una canción que se preste para un vals o algo así, pero Sahionje, empezó a danzar de esa manera. Una canción sonó, creo que la reconozco, claro, era Everytime we touch, ¿Qué?, la reconocí, no me juzguen, me gusta ese tipo de música, como sea, yo solo seguí a Sahionje.
Ella me abraso fuertemente, ambos danzamos lentamente, ya se imaginaran como me sentía: sentía que no había nadie más en el cosmos que ella y yo. Claramente, me encantaba esta sensación, me podría volver adicto a esto, no me juzguen, sí, soy cursi; el hecho de estar con ella, la chica que me gusta, y de la cual este probablemente enamorado, era un momento si precio alguno. Siendo franco, ella es la que me está guiando, yo no estoy acostumbrado a bailar, y menos de esta manera. Ella, me abrazó a la mitad de la canción, y... vaya, me encanta como huele su perfume. No quería que este terminara, pero como todo lo bueno, esto llego a su fin cuando la canción termino.
Fue en la única canción en donde ella se aferró a mí con tanto amor, el resto de canciones, fueron más de discoteca, por lo que ese momento no pudo repetirse otra vez. Ambos paseamos por la escuela, probando distintas cosas que ofrecían a las afueras del auditorio; jugueteamos un rato, y platicamos. Me siento feliz con ella, no creo que ella pueda representar una amenaza para el universo, je, prefiero no pensar en eso.
Estábamos en el patio de la escuela, sentados en una de las bancas de concreto que había, contemplando la luna.
— Qué lindo, me siento genial... — me dijo ella, mientras recargaba su cabeza en mi hombro. — Esteban... — rápidamente mi atención se posó en ella — quiero mostrarte algo.
— ¿Qué cosa?
— Solo ven conmigo. — su sonrisa, me inspiró confianza.
Yo solo la seguí, vaya, no puedo evitar pensar en su belleza... Esperen, ¿A dónde me lleva? ¡¿Neta, a la azotea?! Como sea. Estar a solas con ella no me molesta, pero, si les soy franco, ahora tengo problemas con respecto al quedarme asolas con una chica, pero bueno, no creo que ella pueda hacerme algo malo, claro después de todo lo que hemos pasado juntos. A diferencia del patio de la escuela, la azotea estaba totalmente vacía, claro ¿Qué estaba esperando? ¿Cómo consiguió las llaves de este lugar? Como sea, con que un profesor no nos encuentre todo estará bien.
— Y bien ¿Qué querías mostrarme? — pregunté mientras miraba a todos lados. Ella se alejó por un momento, hacia el borde de la azotea, el cual estaba protegido por una tela de acero.
— ¿No es hermoso contemplar las luces de la ciudad en la oscuridad de la noche? — yo me encaminé hacia donde ella, posándome justo a su costado.
La capital de los edificios, un lugar que estaba en el centro de la ciudad; ella me señalo hacia ese lugar, que estaba algo lejos de la escuela, pero atrás de la misma. Un lugar donde se concentraban los edificios más altos de la cuidad. Claramente no es Nueva York, sin embargo, es un lugar muy lindo.
— Pues sí, de hecho, me gusta más la noche que algún otro estado del día.
— Concuerdo contigo, ¿Sabes? He venido aquí cuando no puedo dormir, afín de cuentas tengo las llaves de la escuela, cortesía del comité escolar. — así que de esa manera las consiguió.
— Vaya, debo admitir que la vista es impresionante.
— Esteban... — rápidamente voltee hacia ella, ambos nos miramos fijamente — no es como decir esto, no estoy segura de cómo expresarlo... — se ve bastante nerviosa — o siquiera de que es lo que siento, tú me gustas... — Santo cielo, lo dijo — me agradas demasiado, no sé porque, pero desde el día en que te conocí, me sentí sumamente atraída hacia ti.
No puedo creerlo. Ella, comenzó a acercarse lentamente, lo cual, culmino en un lindo y fuerte abrazo, posteriormente, levanto su rostro hacia el mío; su ojos brillan, reflejando la luz de la luna. Me siento extraño, claramente no voy a desaprovechar esta oportunidad; yo, empecé a bajar mi cabeza lentamente, y a serrar mis ojos, ella, de igual forma lo hizo. Siendo sincero, esta vez, creo que, al menos logre tocar sus labios, pero nada más que un leve choque, todo, porque algo terrible ocurrió.
Un resplandor azul, ilumino levemente el lugar, lo cual interrumpió aquel hermoso momento; al voltear, pude ver una explosión, parecía ser cerca de la capital de los edificios. Claramente no era una ilusión, ni un evento aislado como lo que me ocurrió a mí, esta vez, la gente está en riesgo, no puedo permitir que eso pase, en mi cabeza, comencé a escuchar los gritos de las personas; comencé a recordar lo ocurrido en Japón.
— ¡¿Esteban, que pasa?! — pregunto ella asustada. Ella también ve lo que yo, tengo que actuar rápido.
— Lo siento Sahionje, me tengo que ir.
— ¿Pero qué?... Esteban.
— Lo lamento.
Claramente, salí corriendo del lugar, yo sé que lo jure, pero no puedo dejar las cosas así. Salí corriendo de la escuela, claramente, todos se percataron de la explosión, por lo que el baile se suspendió por unos minutos, o quizá por completo, no lo sé, yo solo corrí. Me adentré a un callejón oscuro, me quite el moño, cruce los brazos, haciendo la misma posición con los dedos que les mencione anteriormente, y emboque la armadura dorada del ser puro; posteriormente, emboque los lasos de energía pura, y me comencé a balancear hacia ese lugar.
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Los Silver Element
Roman pour AdolescentsMi nombre es Estaban Radle, aparentemente soy un chico normal; sin embargo, hay algo diferente en mí, hay algo especial en mi genérica. Yo, junto con un grupo de chicos más, somos parte de una raza extinta conocida como, Los Silver Element. Es algo...