The only reason {Luke brooks} (EDITANDO)

11. Rich princess

____________'s POV.

El fin de semana pasó más rápido de lo que pensé. Pero un pensamiento, no, mas bien una persona anduvo rondando por mi mente durante todo el tiempo.

Luke.

No me podía sacar de la cabeza la manera en la que me había mirado aquel día de la fiesta, completamente iracundo, tanto que en un minuto creí que sería capaz de golpearme. Sus palabras aun calaban hondo en mi cabeza. ¿Como iba ese rollo de querer protegerme? Simplemente no lo entendía, ¿De que podría querer protegerme él? ¿De si mismo? Nah. Aunque de todos modos, no importaba mucho. No entendía el noventa por ciento de las cosas que eran respecto a Luke, sobre todo mis sentimientos, que este fin de semana estuvieron bastante alborotados.

Por otro lado, hablé con Lea el sábado, estaba contentisisma por mi llamada, platicamos por una hora y media quizás. Me puso al corriente sobre todas las noticias. Anthony había sido aceptado en la escuela de música, y estaba muy feliz, al igual que John, quien había ganado el concurso anual de Surf que se hacia en casa, el ganador era premiado con una nueva tabla y mil dólares que no venían nada de mal. Christine había conseguido novio, y ella estaba centrada en sus estudios, esperando a ver si Tony le hacia caso de una vez por todas. Las cosas no habían cambiado mucho desde que me fuí. Sólo había pasado una semana después de todo, pero yo sentía como si llevara años sin saber nada de ellos. Los extrañaba, y mucho. Pero lamentablemente no podía hacer absolutamente nada al respecto. Papá me mandaría a freír sandalias si le insuanaba si quiera la idea de volver a florida. Aunque la empresa estaba bien, y el podría seguir viajando perfectamente todos los días hasta acá. De todos modos ni pasaba en casa, así que no le veía mucho el sentido a este viaje.

Era lunes, y la alarma sonó a la hora esta vez. Mamá estaba en casa, la podía sentir taconear de un lado para otro, hablando por teléfono en la planta baja. Habían contratado a una sirvienta que se encargaría de todo; Sophie, era una mujer regordeta de unos cuarenta y tantos que cocinaba de maravilla, así que yo no me oponía a nada. También estaba Demian, el chofer, que se encargaría de llevarme todos los días a dónde yo pidiera, sin excepción alguna.

Salté de la cama, con la energía que todo mundo tiene un Lunes por la mañana. Mi reflejo en el espejo era espantoso. Mi cabello estaba hecho una mata de color chocolate en mi cabeza, y tenía la máscara de pestañas esparcida por todo el rostro. Además de las manchitas blancas en las comisuras de mis labios, que delataban el hecho de que yo dormía con la boca abierta.

Me quité el pijama, y entré en la ducha, enguajando y tallando por todas partes. Me tiré un gran chorro de agua justo en la cara para lograr despertar completamente. Estuve al menos diez minutos bajo el agua, cuando decidí que ya era tiempo de salir.Tomé la toalla que estaba sobre el lavabo, y la envolví en mi cuerpo. El reflejo que se mostraba ahora en el espejo era mucho más humano. Ahora si parecía persona. Bueno, mitad mapache, mitad persona.

Me puse el uniforme rápidamente, y limpié bajo mis ojos quitando el color negro de la máscara de pestañas. No me molesté en usar maquillaje, de todos modos, nada podría disfrazar mi enorme cara de culo. Solo puse un poco de rimel en mis pestañas y nada más.

Bajé las escaleras corriendo, haciendome una coleta alta con el pelo aun goteando.

Buenos días, señorita Hawtrone - Saludó Sophie limpiando la cocina - Su madre la espera en la terraza para tomar el desayuno.

Fruncí el ceño. Odiaba tanta formalidad. En nuestra casa en Florida, también teníamos una sirvienta, bueno, más que eso, era como mi abuelita. Se llamaba Rosalie, y lejos de decirme 'Señorita Hawtrone' me llamaba "mi niña". Claro que ella se había quedado en florida, como todo el resto de mi vida.