EPÍLOGO

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Aspiró fuertemente, llenado sus pulmones de aire, disfrutando de esos segundos solo y valorando la cómoda soledad. Dibujó una delicada sonrisa en su rostro y se adentro al lugar. Grandes arboles y miles de kilómetros de área verde era el panorama frente a sus ojos, la luz del sol y el celeste cielo que estaba sobre el verde del piso, haciendo una bella obra de arte frente a sus ojos. Se quedó unos segundos admirando el sol, le gustaba porque le recordaba a él, tan hermoso y perfecto, brillando con luz propia.

Bellísimo.

Entre sus manos y parte de su pecho descansaban unas una hermosa combinación de flores de Camelia; que significaban lo eterno que era su amor, Unas Dalias violetas; que significaban que su amor por él es fuerte y que cada día crecía más y Mirto; verdadero amor, sus favoritas. Un recuerdo vago de su novio le hizo sonreír, ojala en vida le hubiera regalo un ramo, estaba seguro que con lo sentimental que era le hubiera encantado.

El ahora pelirrojo se adentra por un estrecho camino con arboles de cereza a los lados decorando el lugar brindándole paz y armonía.

Sus pasos eran lentos y sincronizados, el camino lo llevo a la parte trasera del lugar, un extenso campo verde. El pelirrojo camino sin preocupación por el pasto, dándole una miradita a cada lapida que yacía en el piso, con los respectivos nombres y fechas.
Hasta por fin llegar a su apreciado lugar favorito..

-Hola mi amor -sonríe. El pelirrojo se detiene y se agacha apoyandose sobre sus rodillas. -Vine a verte hoy también...

Estira sus brazos colocando el ramo de flores a un lado de la lápida blanca, mientras sonríe con melancolía, cada vez podía venir y llorar menos. Después de todo había entendido que sus lagrimas no lo traerían de vuelta.

-Tengo muchas noticias.. -palmea sus piernas con una sonrisa.

Porque le gustaba sonreír para él, aun si realmente no quería hacerlo, quería que lo vea feliz.

-SeokJin me pidió ser padrino de su pequeña Seoyeon -ríe-, sí.. adoptó a una niña...-su sonrisa desapareció. Pensando en como hubiera sido si el aun siguiera a su lado, quizás habrían adoptado a una niña también. - Y con respecto a la empresa, creo que lo estamos llevando bien, NamJoon sabe lo que hace, aunque SeokJin hyung siempre lo fastidia en su oficina llevandole comida -niega con una sonrisa-, dice que la familia es muy importante... y es muy cierto...

Mira hacia el cielo soltando un suspiro, el sol queriéndose ocultar y la sonrisa del amor de su vida en su mente, mientras habla frente a su recuerdo.

-Creo que te alegrara saber que JungKook y yo hemos vuelto hablar... puedo estar frente a él sin querer golpearle la cara -murmura con melancolía -bueno, a una distancia prudente.. Pero si quieres saberlo, él esta bien, creo que sale con un tal Yugyeoom o algo así.. -toma un respiro- Diablos.. te extraño tanto -siente una lágrimas resbalar por su mejilla, humedeciéndola. Lleva una de sus manos y acaricia la lápida, delineando con su delgados dedos el nombre sobre ello.

"Kim Tae Hyung"

Habían pasado cuatro años y aun sentía la imagen de su novio fresca en su mente. Cada vez que se levantaba, esa hermosa y triste sonrisa con la que lo conoció y lo enamoró, esa perfecta voz dulce con la que lo recibía cada noche, esa calidez que su cuerpo emanaba bajo él, su aroma, todo, cada parte de lo que era grabada en su mente.
Y en las noches al dormir esa sonrisa y su toque frío antes de morir.
No sabía si era una bendición o una condena con la que tendría que vivir como castigo por dañarlo en vida. Quizás simplemente una belleza tormentosa.

TaeHyung vivía, en su mente y corazón.

-SeokJin y NamJoon me han obligado a ir a una jodida psicóloga.. -absorbió su nariz- dijeron que me ayudaría.. pero sigo llorando cada noche por tu recuerdo, porque te extraño y porque todo fue mi culpa... y lo acepto.. tu sufrimiento ahora lo estoy pagando y no me quejo, estoy pagando cada moneda con mucho amor, de ese que tu me diste y no supe valorar..

Te Amo [HopeV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora