Miradas Tímidas

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Mamihlapinatapai.
Suena como un trabalenguas, ¿verdad? Una palabra un poco confusa y que probablemente debas de repetir unas cuántas veces para decirla correctamente.

¡Dila conmigo!
"Ma-mih-la-pi-na-ta-pai."

No es tan difícil, ¿a que no? Bueno, realmente no importa mucho si no sabemos decirla fluidamente; lo que importa es entender su significado, su bonito significado.

«Una mirada entre dos personas, cada una de las cuales espera que la otra comience una acción que otro desea, pero que ninguno se atreve a iniciar.»
Ésta linda —y extraña— palabra es de origen Chileno. Probablemente unos comprendan mejor el significado, porque han estado en una situación así, convirtiéndolo en un conocimiento empírico.

Ahora, un pequeño ejemplo de un par de tontos. Eran jóvenes, y la palabra "joven" es casi como un sinónimo de la palabra "tonto".

JungKook miraba a TaeHyung.
TaeHyung miraba a JungKook.

Ambos se miraban a los ojos, como si cada uno esperara algo, que para nada era distinto entre sí.

Pero, ambos eran tan cobardes, que ninguno se atrevía a tomar la iniciativa. ¿Qué podían perder? La tensión estaba allí; la tensión siempre estaba allí, y la forma en que miraban los ojos del contrario para después mirar los labios del otro no hacía más que dejar en evidencia los deseos que compartían.

¿Por qué era tan difícil tomar la iniciativa, y atrapar los labios del otro entre los suyos? ¡No daban una!

Entonces, como si de un milagro se tratase, TaeHyung empezó a acercar su rostro al del otro, el cual casi temblaba ante la repentina cercanía que estaba imponiendo el mayor. Sus ojos vagaron por todo el hermoso rostro de él, sintiendo que las ganas que estaban dormidas empezaban a despertar, un ferviente deseo recíproco.

Pero vaya sorpresa, al parecer habían dudado demasiado, habían sido demasiado lentos, y quizás el destino jugó un poquito con ellos por tardar tanto en tomar cercanía.

—¡Tae! ¡Kook! ¡Estamos buscándolos desde hace rato!

Ambos rompieron la proximidad que habían logrado, pestañeando un par de veces y sintiéndose atontados, embriagados ante lo que acababa de casi ocurrir.

Y aquí es donde entramos al famoso y muy empleado: "¿Qué hubiera pasado si..?"

¿Qué hubiera pasado si ambos hubieran sido más rápidos, si no hubiesen dudado tanto?

Ahora entendemos mejor la palabra, ¿no? Pero mi consejo es: atrévete. Arriésgate.

Claro, no se trata de arriesgarte a lo tonto y sin más, hazlo cuando sientas que hay más que ganar de lo que hay para perder.

Hazlo, como este par de tontos.

Y de nuevo, estaban allí. Ambos solos, en casa del menor, el cual tenía las mejillas sonrojadas. La iluminación era por poco nula, lo que hacía parecer más íntimo el momento que compartían.

Ahí estaban otra vez las miradas, las miradas tímidas, que gritaban por todas partes «deseo, deseo».

El menor miraba fijamente al contrario, intercalando sus miradas entre los labios y los ojos. Sus manos estaban temblando, y no "como nunca" sino "como siempre" mas no atinaba a hacer otra cosa además de mirar al otro.

Y éste no distaba tanto de estar en la misma situación que Jungkook, ya que ambos, a pesar de lo bien que se conocían ya, no podían evitar ponerse nerviosos ante tal situación.

Y es en éste momento en el que nuestra complicada palabra deja de definir el momento de estos dos chicos; porque el mayor es quien toma finalmente esa anteriormente nula iniciativa. 

Sus labios empiezan rozando suavemente los de Jeon, ¡suaves, suaves, suaves! Y, ¡con sabor a fresas! Él jamás había sentido estar tan próximo al cielo, pero ahora sí que lo sentía.

El de los labios "que saben a fresa" cierra los ojos y se deja llevar, deja que los labios de su amado guíen ese especial beso.

Taehyung realiza movimientos calmados, como si llevara un ritmo, como si fuera guiado por un compás.

Y no se dieron cuenta, ni siquiera llevaban una cuenta. Pero cuando menos sintieron, muchos besos eran ya los que habían dado.

Sus corazones latiendo en sincronía y sus ojos encontrándose en cada oportunidad no metían; estaban contentos, más que contentos.

Aquello que había sido un simple anhelo unos días atrás, ahora era algo que los unía.

Así fue como ambos dejaron atrás ese concepto, dejándose llevar por esa emoción que tanto revoloteaba en sus cabezas.

Ahora entiendes de lo que hablo, ¿no? Muchas veces no tomamos iniciativa por el miedo, por el temor a algo que ni siquiera tenemos asegurado. En realidad, nada está asegurado.

¡Ah! No olvides: el par de despistados enamorados esperan que te atrevas, así como ellos (o mejor y más rápido que ellos).

➸ Mamihlapinatapai | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora