The Red Pawn~ Segunda Temporada <TERMINADA>

Mi Pequeña Castaña

Capitulo O7 ~

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Caminé dentro de la habitación, con el alma hecha añicos, así como también mi corazón colgando de un delicado hilo dental... todo estaba de cabeza.

Si, parte del propósito de quitarle la memoria a Leah, era que continuara su vida normal, pero alguien tan egoísta como yo, no lo aceptaría fácil. Por eso huí, corrí lejos de Brownsville, ¿Aguantar ver al amor de tu vida en brazos de otro? No gracias, prefiero cortarme un dedo... es menos doloroso.

La tenue luz solar que entraba desde las ventanas de la habitación, me indicaban que no había nadie en casa, estaba tan solo, deshabitado; esa casa siempre me había causado escalofríos.

Entré a mi habitación, y me recosté boca arriba en la cama, mirando - y contando - las manchas de la humedad en el techo. Un nudo en la garganta, o más bien, una esperanza rota que fue digerida por mi boca, pero se quedó estancada en mi esófago.

El sonido de unos zapatos a tacón por el pasillo me sacaron del juego, pero no deje que esto se mostrara: era un maestro en el arte del disfraz. Podía estar muriendo, y lucir tan fresco como el rocío de la mañana de Abril.

Un toctoc se escuchó en mi puerta; cerré los ojos.

- Josephine, vete. - contesté adivinando de antemano de quien se trataba, claro, no era tan difícil, ella era la única en la casa que usaba zapatos de tacón, y si Erick o Yuro comenzaran a utilizar alguna clase de zapatos de ese tipo, me reiría a carcajadas hasta romper el techo y las cortinas de tantos jalones. Comedia pura y sana.

- ¿Al Psíquico lo tomaron de sorpresa? - Si, era una voz femenina... más No Josephine. Abrí los ojos de sopetón, encontrándome con Bárbara al borde de la puerta. Me sonrió pícaramente, mientras que al verla, cerraba los ojos otra vez "No había nada interesante."

- No sabía que estabas en Brownsville... Ni siquiera sabía que estabas en el continente Americano.

- Sorpresa, Sorpresa. - dijo sonriente, o al menos así me la imaginé. Sentí como se sentaba al borde de la cama, mientras que yo seguía con los brazos detrás de mi cabeza, boca arriba, y con los ojos cerrados. - ¿Que te tiene tan deprimido Justinsito? - preguntó coqueta... ya casi se me había olvidado lo seductora que podía llegar a ser cuando quería sacar una verdad. Gracias a la obra del espíritu Santo, no caía en sus trampas, ya no, ya conocía en vasto territorio sus tácticas de seducción.

- Nada. - contesté seco, con voz ronca que irritaba mi garganta.

- Vamos... - posó su mano sobre mi rostro, y acaricio el contorno de este último. Yo tan solo seguía quieto, mientras que ella estaba sentada a mi lado. - confía en mí. - sentí como había acercado su rostro al mío, y beso mi mejilla, de un modo nada "amigable", por llamarlo de algún modo.

Abrí los ojos de repente, y me levanté de la cama; esto ya lo había hecho muchas veces, desde hace años, mas de 3, definitivamente si. Pero hace 3 años ya, que mi corazón le pertenecía a una castaña pequeña con ojos de pino y olor a coco, Totalmente diferente a aquella rubia exuberante de 1.75, con olor a algún perfume Chanel.

- ¿Que ocurre?

- ¿Por que sigues Bárbara? - pregunté un tanto irritado. - No quiero nada contigo, ya habíamos hablado de esto. - tragó gordo, revelando los ojos, mientras miraba hacia la ventana. - no puedo, lo siento, no insistas. - contesté, mientras ella lucía irritada. Nunca de los nunca, había conseguido mas de un apretón de manos por parte mia, y cuando Leah llegó a mi vida, ni al apretón alcanzaba.

- Justin, ella no volverá, jamás. - esta vez, el disparo habia sido para mi, justo en la nuca... - Estas esperando un dia que no aparece en el calendario.

- No, ella no volverá Josephine. - comenté con la moral por los suelos. - por eso la buscaré.

- Vamos... Baltazar jamás te dejará relacionarte con una simple humana. - bufó. - el sabe que tu terminaras conmigo... - sonrió victoriosa, mientras que yo solo la miraba con asco. Si, era hermosa, sensual, pero No era mi castaña. - y en unos años, cuando estemos juntos, todo esto nos resultará divertido.

- Prefiero quedarme solo, gracias. - contesté molesto. ¿Podia existir alguien mas persistente y con tan poco orgullo? Rogarme por 3 años, no era un ejemplo de prepotencia... no le haría mal adquirir un poco.

Chusca, me miro enojada. Sus ojos azules, de un azul tan intenso como algun coral, en algun mar, me miraron con ganas de asesinarme. Y quizas lo hubiera hecho, de no haber sido porque si muero, ella muere conmigo... me necesitan para poder vivir.

Respiró entrecortadas veces, antes de decidir salir de la habitación. Una vez que escuché su caminar por la madera de la escalera, respiré tranquilo otra vez.

...

El timbre de la primera hora sonó, y yo parecía un muerto en vida. Era un muerto en vida... mi vida, ya la tenia alguien mas, la cual ni siquiera sabía que existía. ¿Complicado? Já.

Caminé con la mochila colgada al hombro, y con mi esperanza por los suelos; sabía de antemano que No me la encontraría, ¿Como lo sabía? Intuición. El dia anterior, en casa de Leah, con la corta y escasa conversación que mi morena habia tenido con el idiota homosexual, mencionaban algo de la iglesia, y que iban a Mexico para una clase de convivio con cristianos de la frontera Mexicana... no corria peligro alguno.

Los pasillos se llenaron, todos llenos de gente que parecía no notar que existía, y del mismo modo yo no me percataba mucho de ellos. Simplemente eran personas que no me importaban en lo mas minimo ni escaso del asunto.

Chicos pasaban y me empujaban hombro con hombro; otros chocaban entre si, pero todos estaban apurados por llegar a sus clases. Menos yo, que no me importaba en lo mas minimo el estudio, al final de mi vida terminaría al lado de Baltazar, ayudando a matar a mas gente. Asesino... ese era mi destino.

Llegé al pasillo de mi clase, y entré en el... y al mismo tiempo, alguien salía. De repente, vi a una chica chocar con mi pecho. Yo la sostuve firmemente de sus brazos para evitar que se callera al suelo... Leah me miro, y yo la miré. Leah me miró, y yo miraba al amor de mi vida caer en mis brazos.

C o n t i n u a r a ~