Parte 6-
Mi móvil sonaba. Eran las tres de la mañana o eso decía mi móvil. Lo cogí y en la pantalla vi el nombre de mi madre. No comprendí a que podría querer ahora.
Respondí a la llamada. Mi madre no me pregunto nada, solo comenz ó a hablar y hablar como si nada le importase, solo contar su historia que ni a mi me interesaba ni a ella que yo la estuviese escuchando o no.
―Mama, ve al grano.
―¡Vas a tener un hermanito!―ritó al teléfono. Provocando que yo me quedase sorda de un oído.
―¿Para eso me llamas a estas horas?―ruñí molesta.
―Pe...pensé que te alegrarías...―usurró.
―No, No me alegro―olgué.
Deje el móvil sobre la mesita y le di la espalda. Me abracé a algo.
―¿Pasó algo?―onó una voz ronca a mi lado. Masculina y que ahora mismo me volvía loca.
Abrí los ojos y dirigí mi mirada hacía el dueño de ella que estaba a escasos centímetros de mi. Además, le estaba abrazando como si fuese un peluche.
Negué con la cabeza.
―Mi madre esta embarazada...
―Y eso...¿No es bueno?
Negué con la cabeza.
―Quiero decir...no me importa, pero con lo pésima madre que es, seguramente ese pobre niño acabara aquí también.
―¿No te cuidó bien? Nunca te había visto de ese modo―e acarició la mejilla, se veía que estaba preocupado por mi.
―Tranquilo, estoy bien.
―Yo no veo eso, es como si quisieras llorar y, porque yo estoy aquí, no lo haces.
―...No...no quiero
No comprendía como se había dado cuenta, quizá porque en ningún momento le había mirado a los ojos, cuando nuestras miradas se cruzaban solo podía hacer algo: decir la verdad. Simplemente, no quería llorar como una niña pequeña delante de él. Me sentiría peor que ahora y eso ya es decir.
—¿Qué no quieres?
—Por favor...dejemos esta discusión...—susurré.
Gerard besó mi cabeza.
—Ya va a amanecer, me tengo que ir.
Se levantó y fue hacia la puerta. Abrió la puerta.
Se iba a marchar. No quería que eso pasara. Sentía que si Gerard salía por esa puerta nada de lo que habíamos hecho hoy habría servido.
Corrí a él y le abracé por la espalda. Comencé a llorar.
—Mi padre es medico, pero no tiene trabajo fijo y va de hospital en hospital, cambiando continuamente de ciudad, casa y pais.—le expliqué— mi madre antes de conocerle era una profesora muy reconocida...ahora solo es una ama de casa que esta locamente enamorada de su marido. —Hice una pausa—cuando yo nací fui un error para ellos...quiza....estoy celosa de que este tan feliz por su nuevo embarazo...
Se dio la vuelta y me abrazo.
—Yo nunca te dejare...—me hizo mirarle a los ojos. De nuevo, aquellos ojos que hacian que mi corazón se acelerase, y en otros momentos, que mis constantes bajasen a zero.—¿entendido?
Asentí con la cabeza y mire al suelo. Aunque le había contado eso, no me sentía mejor.
—Vamos fuera.
Salimos de mi cuarto y poco despues, del edificio de habitaciones. Nos sentamos en un banco que había en el patio.
Hacía algo de aire y sentí un poco de frio, pero en breve deja de sentirlo, pues me rodeo con su brazo apegandome a él para no tener ese frio.
—Siempre e vivido con mi padre. Mi madre fallecio cuando a penas tenía 10 años. Mi padre solo se intereso en el trabajo desde entonces. Creci solo mientras cuidaba a Juliett. Despues nos escapamos de casa y no le vimos hasta ahora.
—Yo...lo siento.
—Porque? Tu mataste a mi madre?—rio con amargura.
—Siento quejarme cuando tu pasado es peor que el mio.
Cerró los ojos mientras sonreía.
—No es relajante esto?
—¿el qué?
—Este momento en que comenza a amanecer y la luz del día alumbra a la oscuridad de la noche.
—si, de pequeña siempre decia que la luna y el sol se amaban. Pero muchos quilometros los selaraban. Justo en este momento era el unico en el que podían encontrarse.
—Y ser felices...—acabó él la frase.
—Exacto—sonreí.
Nos miramos. De nuevo estabamos cerca. Pero esta vez, el ambiente era diferente, era especial...
Gerard se acercó poco a poco a mis labios. Me acerque con también. Por dios! Nos ibamos a besar!
—hey parejita!—alguien hablo y me separe rapidamente.
mire al frente. Era byron. Al parecer estaba corriendo por el patio hasta que nos habia visto. Gerard le miro con odio.
—Largate Byron, no tienes que ir a pegarte una lapa a mi hermana? largo—Gerard parecia realmente furioso y eso me daba algo de miedo.
Byron fruncio el ceño
—Al menos yo la quiero y se lo puedo demostrar.—Byron se fue.
Mire a Gerard, tenía la mandibula tensa, los puños apretados y sus ojos ya no tenían ese verde que me hipnotizaba. Ahora eran mas oscuros.
Fue corriendo havía Byron que estaba por entrar al edificio. Yo practicamente no le vi correr, era muy rapido. Le oego un puñetazo a Byron que lo mando a tres metros de distancia.
Byron escupio sangre.
—¿Estas seguro de que quieres hacer esto? ¿Delante de ella?
Gerard me miró y sus ojos volvieron a la normalidad. Salio corriendo.
*****************************Rositas...solo puedo añadir una cosa...Dios mio...
Ahh a parte de eso...os matare si no votais y comentais!os mandare un gerard asesino!
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Mirada Oscura
RomansaRosse era una chica normal que vivia y estudiaba en la academia/instituto Broke High. Ella tiene una vida mas o menos normal. Hasta que le conocio a él, a su familia, lo que eran y lo que ocultaba la oscura mirada de aquel chico. Pero bien, ese no...