Un largo pelo castaño claro caía como cascada y llevaba un vestido corto, por encima de las rodillas de color lila claro. Al girarse la muchacha supe de quién se trataba. Esa nariz tan fea y alargada como las brujas y esos ojos pequeños y redondos... En efecto, si, era Almudena hablando con Bruno.
La curiosidad me pudo y me acerqué sigilosamente hacía ellos. Ninguno me prestó atención por lo que me quedé de pie justamente detrás de Almudena.
Bruno me miró a los ojos en milésimas de segundos y luego bajó la mirada fríamente hacia la chica. Sabía que estaba allí pero no hizo nada. Siguió con la conversación con la joven de pelo castaño.
― ¿Por qué quieres que salga con Luna? Odio las chicas como ella, mandonas e independientes. ― aquello aunque fuera una estupidez me dolió. No era mandona y no le veía nada malo al hecho de querer ser independiente.
― Quiero que esa mocosa pague por hacer que haya roto con Dani.
La noche que nos conocimos dijo que no tenía novia.
― Según me ha contado una amiga, no te voy hay decir a ti quien, la noche en la que Dani y Luna se conocieron Dani dijo que no tenía novia. Por lo que Dani no te ha dejado por ella. ― me defendió Bruno.
― Oye niña, ¿por qué no te vas a tomar por saco? ― mi voz estaba cargada de odio. ― No pienso dejar a Dani porque una niñita como tú me lo diga. Le caes mal a todo el mundo, eres irritante, nadie te aguanta y tienes una estúpida voz de pito que pone de los nervios.
― Tranquila que ya me largo. No quiero tenerte cerca... ― en ese momento casi le hago un regalo pero me contuve.- Adiós Bruno...
Conté de diez hasta cero para calmarme, costó bastante.
― Es una estúpida si cree que voy a salir contigo... ― su voz era tan arrogante y egocéntrica que también me sacaba de mis casillas. ― Porque está claro que tú quieres a Dani y Dani es un tío majo que ha sufrido la pesadez de Almudena y no le voy a quitar a su chica. Además, Dani se ha ido esta mañana...
Esas palabras me emocionaron pero me contuve para no derramar ni una sola lágrima.
Cuando pasé por el salón y coger mi teléfono, que se estaba cargando, vi a mi hermano cogido de la mano de Sandra. No me lo podía creer, había vuelto con ella después de todo. Por un lado me alegré ya que ella le hacía feliz pero por otro no podía olvidar el dolor que le había causado.
Me acerqué a mi hermano y le dije:
― Tenemos que hablar. ― soné decidida y algo borde.
― Dime.
― ¿Cómo es que estás con Sandra?
― Sandy y yo lo hemos hablado, lo hemos arreglado y me ha dicho que no lo va a volver a hacer, que fue un error y que no puede vivir sin mí.
Típicas excusas de mujeres desesperadas.
― Mujeres desesperadas, excusas desesperadas. Eso dicen todas. Que rápido perdonas los cuernos. Dile a "Sandy" que tenga cuidado. ― dije con retintín.
― ¿Es una amenaza?
― Es una advertencia.
Y salí de la cocina bastante decepcionada.
Llamé a Dani por la noche, por suerte la factura la pagaba mi madre.
― ¿Has llegado bien a Londres?
― Sí, ahora a iré a tomar algo con Emma y su sobrina Lena. Ella es la novia de mi tío Paco.
― ¿Tío?
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¿CASUALIDAD O DESTINO?
Novela JuvenilLuna es una joven de diecisiete años que vive feliz en el barrio de Triana. Allí conocerá a Dani, quién marcará un antes y un después en su vida. Por otro lado recordará quién fue realmente su primer amor además de aprender a distinguir entre los su...