Donde Nunca Esperas (Pausada)

CAPÍTULO 6

Por fin era viernes, todos tenían ganas de que se acabara la semana, habían pasado muchas cosas y estaban cansados, aunque aún tenían que superar un día más de clase y ya llegaría el merecido sábado. Solamente les quedaría una semana de clase para que les dieran las vacaciones de Navidad y ya tenían varios planes para hacer juntos.

Elena se levantó por la mañana, si fuera por ella se quedaría todo el día durmiendo, además tenía el examen de mates y no le apetecía hacerlo. Relájate, se dijo a sí misma, has estudiado y seguro que te sale bien.
Quitó su móvil de cargar y lo encendió para ver si tenía algún mensaje. Le llegaron dos notificaciones, una de Daniel y otra de Jacinta. Abrió primero la de Dani. Le deseaba buena suerte para el examen porque le decía que mejor no hablaran en clase. Que mono pensó, y sonrió un momento, hasta que se dió cuenta de lo que hacía y apagó el móvil. Bajó a desayunar sin mirar el mensaje de su amiga.

Estaba desayunando cuando se acercó su madre y la besó en la mejilla

- Buenos días cariño.

- Buenos días mamá.

- ¿Ya has decidido lo que te vas a poner esta noche?- preguntó su madre.

- ¿Esta noche?- dijo Elena confundida.

- Dime que no se te ha olvidado- pidió su madre.- Esta noche es la gala que organiza tu padre con el padre de Daniel para presentar su proyecto del ahorro de energía.

Es verdad, la gala, no se había acordado porque le parecía una estupidez, Elena pensaba que esas cosas solo pasaban en las películas y en América. Sin embargo su padre organizaba una y su madre le había dejado dos vestidos para que eligiera y no había decidido cuál se iba a poner. Le daba igual porque estaba segura que se iba a aburrir, iba a ser todo adultos y niños más pequeños, porque estaba segura de que a Dani le dejarían no ir y ella no quería obligarle.

- Mamá va a ser un rollo- se quejó ella.- Ya me dirás que pinto yo con toda esa gente.

- No te preocupes, que me he encargado de todo- repuso su madre- como la madre de Jaci se encarga del catering, he logrado que venga ella a la gala, así no estarás sola.

- ¡Gracias mamá!- exclamó Elena y abrazó a su madre.

- Venga acaba de desayunar y elige un vestido, el otro se lo dejaremos a Jacinta, invítala esta tarde a casa para que se arregle contigo.

Al pensar en Jacinta se acordó de que tenía un mensaje suyo que no había mirado. Cogió el móvil y leyó lo que le había puesto, se llevó la mano a la boca. Pobre Jaci.

Jaci estaba mirando por la ventana de su cuarto, ese día se había levantado pronto y no tenía sueño. Estaba un poco entusiasmada porque la madre de Elena la había invitado a una gala que organizaba su marido. Nunca había estado en un evento de ese tipo y no sabía cómo sería. Además estaría con Elena, últimamente no había pasado mucho tiempo con su amiga y no sabía por que, antes se llevaban muy bien. Sería una oportunidad para arreglar las cosas.
Él sol estaba entrando por la ventana y le daba a la cara directamente. Es por eso que primero pensó que era solo un reflejo, pero luego se fijó mejor. Efectivamente era una persona y la estaba observando desde la sombra, como si no quisiera ser vista. Jacinta cogió su móvil y envío rápidamente un mensaje de emergencia a sus amigas.

Lucía también se despertó con normalidad ese día, le pasó lo de todas las mañanas, la despertó su madre y se volvió a dormir, así que la tuvo que despertar 10 minutos más tarde. Se vistió y bajó a desayunar, cuando acabó, subió a su habitación y cogió el móvil. Normalmente no encendía su teléfono por las mañanas, porque perdía mucho tiempo y luego llegaba tarde al instituto. Pero ese día iba más sobrada, así que lo encendió.
Le llegó un mensaje de Jaci y lo leyó. Salió a toda prisa de casa, casi sin despedirse, tenía que tener unas palabras con una persona muy idiota llamada Rigoberto. Y sí, el mensaje de Jacinta decía que lo había visto observándola desde la calle a través de la ventana.