Parte 1

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-Cartas Al Oráculo-

Tina Ceballos

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-SUMMARY-

Tras lo ocurrido con la poción Valkyon hizo a un lado su atracción por Olivia, tiempo después la terrícola realiza un curioso ritual que pondrá en duda los sentimientos del líder Obsidiana. OneShot / Romance

-DECLAIMER-

Eldarya y sus personajes son propiedad de Chiinomiko y Bemov.

-BETA READER-

Eirande

Fanfic sin fines de lucro.

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Rayos, él es sexy, tan condenadamente sexy.

Un guerrero de Chocolate, adorable e irresistible.

¿Es que tal espécimen podría ser real?

Lo era y siempre estaba tan cerca de ella !¿porque tenía que ser ella tan torpe?! Todo el día se la pasaba como si un tronco le golpeara en la cabeza cada vez que lo veía, quizá él pensaba que se la pasaba en las nubes cuando realmente su mente se encontraba en estado de aturdimiento cada vez que él estaba cerca, las reacciones podían variar, empezaba a reír como si todas las cuestiones del mundo de repente le hicieran gracia, o podía empezar a hablar incesantemente sobre cosas incoherente de las que no tenía idea saber. Todos esos actos constituían la principal razón por la cual estaba en la playa a la luz de la luna.

-¡Su nombre es Valkyon! ¡Oh dulce oráculo dame a ese hombre!

Estaba ciertamente considerando que Karenn le había mentido sobre ese exitoso método Eldaryano para obtener la bendición y suerte del oráculo, a pesar de que ella misma había visto varias de esas mismas actuaciones hechas por miembros femeninos del cuartel, al final había sido arrastrada por ellas ¿qué podía perder? ellas sabían sobre su enamoramiento y de todos modos no podía ocultarles los temblores y sonrojos que la dominaban cuando Valkyon le pasaba por el lado.

"Si no lo haces, Ykhar (quien probablemente le pide al oráculo cada noche) se quedará con él."

Y esas palabras por parte de Alejea, fueron suficientes para salir como una demente a la playa y pedirle al oráculo que intercediera a favor de su amor.

- Ya invocaste ahora dile como te hace sentir- susurro Alejea, aquello la hizo sentir incómoda, no podía hacerlo, no frente a ellas, las miro a ambas quienes le devolvieron la mirada expectante como si de un ritual monótono se tratase !¿es que sus sentimientos eran tan poco importantes como para poder pertenecer a la propiedad pública?!

Inflo su pecho, y exhalo, dulce dios, llevaba dos años enamorada de él, al inicio se sintió bien hacerlo, amarlo en silencio e inspirarse con el pero mientras pasaba el tiempo se daba cuenta que se convertía en una Ykhar, todo el tiempo detrás suyo, sin esperanza alguna y con temor a su rechazo, no se podía acobardar, no ahora. Supuestamente detrás de ese ridículo teatro había magia, que solo los hombres Eldaryanos conocían pero que no dejaban saber a las mujeres, otra de esas cosas misteriosas de Eldarya, bueno, lo intentaría.

-Ehhh... e...él es, alguien agradable- empezó a hablar con pesadumbre

-¡¿Rs en serio?!- la voz incrédula de Karenn no hizo más que ponerla nerviosa.

-¡Mujer tienes que ser más pasional!- ésta fue Alejea quien literalmente ya era experta en eso de rogarle al oráculo (sin aparente éxito).

-¡L...LO QUIERO!- dijo temblorosa mientras aún ambas chicas la miraban fijamente con los brazos cruzados y una ceja levantada, Olivia juraba que eso había sido lo suficiente pasional, podía escuchar a la chica lejana que estaba pidiendo al oráculo al igual que ella burlarse, quizás era su imaginación... no, no lo era.

-¡OK! ok, ya entendí- dijo contrariada optando por sentarse con las piernas cruzadas en la arena.- E...es alguien fuerte e inteligente, creo que es como un héroe y eso me hace admirarlo todos los días.- comenzó a hablar enumerando en su cabeza cosas que le gustaban del guerrero - Sin falta pienso en lo que hace por todos y lo insignificante que soy frente a sus hazañas, es decir, el transpira Osadía y yo sudo temor.- no eso no parecía un confesión, Alejea estaba a punto de pararla pero Karenn la detuvo

- Está intentándolo- susurro la vampiro, la contraria asintió no muy convencida y ambas se sentaron cerca de Olivia.

- Siempre está viendo por los demás antes que en sí mismo, los entretenimientos no tienen cabida en la cabeza de un hombre que carga con una responsabilidad más pesada que el mismo, bueno yo... quisiera... - hubo un largo silencio mientras ella trataba de acomodar las palabras que diría ahora -bueno, quisiera ser alguien con la cual el pudiese compartir ese peso... ¡digo! No soy fuerte, pero quiero, quiero ayudar.

Cada vez su voz se atenuaba más, claramente incómoda mientras las otras dos empezaban a ver como esto tomaba más figura de carta de amor.

- Yo deseo ser capaz de mermar sus preocupaciones, ganarme la dicha de ser la elegida para poder velar por él y que sepa que alguien lo está esperando en casa, con el objetivo de que no se le ocurra quedarse a luchar más de lo que debe, eso...- de nuevo un silencio pero esta vez un amago de sonrisa se pintó en su rostro -eso, suena egoísta pero... ¡quiero ser egoísta por el! Cuando esté herido, yo... yo aprendí mucha medicina con Eweleïn, quisiera ser útil verlo con amor mientras algo le duele no apartarme de su lado, para lograrlo debo serle útil; yo... bueno O...Oráculo, quiero que me des tu bendición para hacer todas estas cosas... por... él, porque creo que el merece a alguien que lo ame e intente protegerlo así como el ama y da su vida por está guardia...- estaba al borde de las lágrimas, podría escribir un libro sobre todas las cosas que en realidad querría decirle al oráculo pero fue la mano fría de Karenn la cual en silencio le dijo que estaba bien y la abrazo.

- Tus sentimientos le van a llegar- le susurro, detrás Ajalea sonreía tenuemente.

En un inicio ambas sólo habían obligado a la terrícola a hacer tal cosa para saber qué tipo de sentimientos tenía por Valkyon, sabían que lo amaba pero ella no comentaba absolutamente nada sobre él, ahora lo que lo sabían deseaban que los entrañables sentimientos de su amiga por el sujeto más aburrido y honorable del cuartel fuesen correspondidos.

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Cartas Al OráculoWhere stories live. Discover now