Narra Anaís
Han pasado alrededor de 20 meses desde que habían arrestado a William, las vacaciones de verano apenas iniciaban, finalmente nuestro querido amigo sería liberado de su encierro, así que mis hermanos y yo estábamos en el sitio para observar el momento en cuestión.
— Listo, con ésto estás libre de sospechas y se te absuelve de cualquiera de las cuestiones anteriores en las que estabas involucrado, con la condición de no reincidir, de lo contrario serás encarcelado en una celda de máxima seguridad y... — William le interrumpió.
— Lo sé, me pueden dar condena perpetua, y blah, blah, blah... Lo sé Kate, no hace falta mencionarlo. Yo... no quiero volver a ésos pasos — ambos se sonrieron. La oficial retiró el rastreador y le brindó un abrazo.
— Me alegra escuchar éso, tu mamá se pondría muy triste si volviera a pasar por esto — revolvió su cabello y luego la oficial se retiró un poco de él.
— Lo sé — Lesslie abrazó a William después de ser liberado, al parecer era uno de los que estaban más feliz de que le dejaran en libertad.
— Bueno, los dejaré solos. Tengo que ir a trabajar, volveré en la noche — se despidió con una mano y nos dejó a todos solos.
— ¿Qué hay con éso de volver en la noche? — interrogué.
— Oh, no lo sabes: Es la novia de mi mamá, llevan un año de relación e igual, prácticamente están viviendo juntas, ya que, tú sabes, la oficial estaba vigilándome y me protegía — parpadeé reiteradas veces incrédula a ésa información.
— ¡¿NOVIA?! — inquirí. William asintió con la cabeza.
— Además, yo estoy con Less — explicó mientras abrazaba al pelirosa por la cintura y el aludido sólo se dignaba a sonrojarse.
— Vaya, eso se olía hace años, pero me alegra que finalmente pudieras admitirlo en mi cara. Llevaba meses queriendo sacarte la sopa, pero nada, bien calladito te lo tenías — dije socarrona. Ambos se sonrojaron. Tan tiernos.
— Bien, ya que eres libre ¿a dónde quieres ir? — cuestionó Gumball.
— Bueno, de echo... quería que tuviéramos una cita en grupo... además, se lo debo a Anaís, ella, pues... puede vernos y así... — su nerviosismo era apreciable, pero también era innegable la emoción que sentía por hacer aquéllo.
— Está bien, llamaré a los otros. Pero, luego de la salida, cada quién para su casa a tener algo de intimidad — ordenó el azabache —. Y tú niñita, más vale que no nos espíes, si es que no quieres que rompa tus libros de dibujos raros — amenazó.
Tres horas más tarde
E ciudad vecina, llevábamos comida, dinero y yo cargaba con mi cámara para poder hacer tomas de momentos románticos y presumirles a mis amigas más tarde. Estaban Joe, Tobías, Lesslie, William, mis dos hermanos, Alán, Boberto, Juke y Anton, todos reunidos frente al parque acuático con atracciones incluida.
— Bien, aquí estamos todos, pero una cosa, necesitas tener compañía ¿qué tal si te pierdes? — aclaró Darwin.
— Hm... No soy tan pequeña como para que me roben o algo, pero, ¿qué les parece si paso tiempo con todos en algún momento no tan íntimo de su cita? como si fuera hija o hermana pequeña de ustedes... y luego nos reunimos todos en la costa a una barbacoa — propuse entusiasta. Todos se miraron entre ellos, susurraron un par de cosas y uno a uno establecieron que estaban de acuerdo con mi alocada idea.
— Hagamos un rol, son las 10:40 am... — Darwin escribió algo en pequeños trozos de papel y cada pareja tomó uno — De las 10:40 am - 1 estarás con Gumball y conmigo, de 1 - 3 pm estarás con Anton y Juke, de 3 - 5 pm estarás con Joe y Tobías, de 5 - 7 estarás con Alan y Boberto, y de 7 - 9 con William y Lesslie. A las 9 todos nos veremos en la playa, Juke y su familia se ofrecieron a darnos un sitio con privacidad para hacer la barbacoa. Nos comunicaremos entre nosotros por si algo sucede, cuiden de mi hermana como si fuera de ustedes — les miró amenazante —. Bueno, vamos — sonrió como si nada hubiera pasado.
ESTÁS LEYENDO
Amo a mi hermano pequeño ¡¿y qué?! (Gumball y Darwin [yaoi/Gay/BL])
FanficBueno, es la historia de dos adolecentes los cuales pertenecen a una serie por nombre "El increíble mundo de Gumball" la cual es una de mis series adoradas. Gumball Watterson de 16 años hace un par de descubrimientos sorprendentes conviviendo con su...