Capítulo 21

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Capítulo 21: "Giratiempo, dos rescates y la reconciliación"

Dedicado a: Maricat628

Sentí el suelo firme bajo mis pies y todo volvió a aclararse. Me hallaba de pie, al lado de Harry y Hermione, en el vacío vestíbulo, y un chorro de luz dorada bañaba el suelo pavimentado penetrando por las puertas principales, que estaban abiertas. Miré a Hermione con la cadena clavándome en el cuello.

-Hermione, ¿qué...?

-¡Ahí dentro! -Hermione nos cogió a Harry y a mí del brazo y nos arrastró por el vestíbulo hasta la puerta del armario de la limpieza. Lo abrió, nos empujó entre los cubos y las fregonas, entró ella tras nosotros y cerró la puerta.

-¿Qué..., cómo...? Hermione, ¿qué ha pasado? -preguntó Harry confundido y mirando a todas partes.

-Hemos retrocedido en el tiempo -susurró la castaña, quitándonos a oscuras, la cadena del cuello-. Tres horas.

Pestañeé repetidas veces. Esto no podía ser cierto.

-Hermione, ¿acaso la profesora Sprout te dio alguna especie de planta...?

-¡Chist! -mi amiga pegó el oído a la puerta del armario-. No escucho nada, bien, aún estamos en el Gran Comedor.

-Alto, alto, alto -Harry sacudió la cabeza-. ¿Quieres decir que estamos aquí en este armario y que también estamos ahí fuera?

-Sí -respondió Hermione, con el oído aún pegado a la puerta del armario. Luego de unos segundos, se alejó-. Se escuchan voces de lejos y de cubiertos, de seguro seguimos allí.

Hermione se sentó en un cubo puesto boca abajo. Yo seguía tratando de procesar todo lo que estaba ocurriendo, acariciándome la cabeza como si me acabase de dar un golpe. De pronto, volví a mirar el cuello de mi amiga, o mejor dicho, lo que traía colgado en él y que fue el responsable de que estemos acá ahora mismo.

-¿De dónde has sacado ese reloj de arena?

-Se llama giratiempo -explicó Hermione-. Me lo dio la profesora McGonagall el día que volvimos de vacaciones. Lo he utilizado durante el curso para poder asistir a todas las clases. La profesora McGonagall me hizo jurar que no se lo contaría a nadie. Tuvo que escribir un montón de cartas al Ministerio de Magia para que me dejaran tener uno. Les dijo que era una estudiante modelo y que no lo utilizaría nunca para otro fin. Le doy vuelta para volver a disponer de la hora de clase. Gracias a él he podido asistir a varias clases que tenían lugar al mismo tiempo.

-Es ese el secreto que nos tenías guardado todo el año, ¿no? -asintió tras mi afirmación-. Y por esa misma razón es que desaparecías de la nada y aparecías en las clases sin explicación aparente.

-Sí, exacto. Pero, me temo que ahora no entiendo qué es lo que quiere Dumbledore que hagamos. ¿Por qué nos ha dicho que retrocedamos tres horas? ¿En qué va a ayudar eso a Sirius?

Harry frunció el entrecejo.

-Dumbledore dijo simplemente... dijo simplemente que podíamos salvar más de una vida inocente... Y entonces se le iluminó el rostro-: ¡Vamos a salvar a Buckbeak!

-Pero... ¿en qué ayudará eso a Sirius? -inquerí.

-Dumbledore nos dijo dónde está la ventana del despacho de Flitwick, donde tienen encerrado a Sirius con llave. Tenemos que volar con  Buckbeak hasta la ventana y rescatar a Sirius. Sirius puede escapar montado en Buckbeak. ¡Pueden escapar juntos!

Hermione parecía aterrorizada, todo lo contrario a mí, que miraba a Harry con admiración y una gran sonrisa. Es tan inteligente.

-¿Cómo es que sigues soltero? -Harry y Hermione me miraron con sorpresa, seguramente sin esperarse ese comentario de mi parte, y la verdad es que yo tampoco me lo esperé. Apreté los dientes y sentí como el calor me subía a las mejillas-. Es decir... No, no, me interpreté mal... Este... -vi como Hermione subía y bajaba las cejas de manera coqueta mientras que Harry se volvía un tomate andante- Ejem, ¡tenemos que intentar salvar a Buckbeak y a Sirius! Vamos.

Alanna Diggory y el Prisionero de Azkaban [3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora