Y ahí estaba, allí seguía, en ese sillón, les juro que quería irme o salir a dar una vuelta, (oh, no les conté el por que estaba allí sentado, como toda buena historia de amor comienza con una chica, la conocí por redes sociales, parecía tener mis gustos, mis locuras, mis miedos, y según mi corazón, mis infiernos, nos escribíamos todas las noches, cada vez que no, solíamos desvelarnos con llamadas, cuando no sabia nada de ella, me la pasaba de mal humor, ella grabó muchas cosas en mi, aun sin conocernos, ya para entonces, conocernos no era una opción, si no una necesidad). Bueno, sigo, decidí irme, resulta que no llego aquella chica por la cual esperaba meces por conocer, le escribí de nuevo, todo resulto por ser un problema, no quise extender mas el tema, otra vez, nos decidimos vernos, me sorprendí cuando me dijo que quería verme en una vieja plaza en el centro de la ciudad, osea, en fotos se veía tan hermosa, el sol se apacaba, la luna se extremista al ver sus fotografías, bueno, llego el momento, solía prepararme mas para hablarle, mas entrenamiento frente al espejo, llego ese 06 de abril, una fecha que no olvidare, cuando la vi, no pensé que era ella, aparte de bella, hermosa (no se, solo al pensar en como estaba, me pongo nervioso)