Capítulo 22 Caminante De Sueños

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Llegue a mí habitación y me quite los short que traía puesto, justo con la blusa quedando semi desnuda, sólo con el sosten y las bragas. Estaba sola y me sentía demasiado cansada, fui hacía en cajonero, saque un buso viejo de dormir y me recogí el cabello, tome el teléfono de mi mesa de noche y vi que tenía unos mensajes de mí hermano, por el rabillo del ojo note una silueta que estaba de pie en el marco de la puerta. Me levante sobresaltada al ver de quién se trataba, me había visto casi desnuda y ahora sólo tenía una camisa que medio cubría mí cuerpo.

-¿Qué carajos estás haciendo aquí Derek?- pregunté, no sabía porque mí respiración estaba tan irregular, su cabello estaba despeinado, su camisa desabotonada, parecía que estuviera ebrio.

-Ana- dio un paso hacia adelante, luego, de un momento a otro uso su velocidad vampírica para estar a unos centímetros de mí- Yo...

-Alejate- exigí interrumpiendo lo que iba a decir, le di un pequeño empujón-¡Vete de aquí!- exclamé- Lo profesores tienen terminantemente prohibido entrar en las habitaciones de los estudiantes, así que largate- Me tomó el rostro con sus manos y se acercó a mí.

-Te amo- susurro en mí labios.

Me quede en silencio total, su cercanía me inquietaba, mí respiración se hizo más irregular y la saliva paso pesadamente por mí garganta. No sabía con exactitud porqué no lo alejaba y de repente se apodero de mi boca desenfrenada mente, mis labios tomaron vida por si si sólos correspondiendo al beso, luchaba por apoderarse de mí. Paso su mano acariciando con sus dedos mí cuello, bajo por mí camisa y alzó mis piernas para que las enrollará en su cintura, sabía que debía detenerme pero lo jodido era que no quería, nuestro beso seguía con desesperación. Derek me llevo cargada hasta la cama y allí me recostó sin dejar mis labios ni un momento.

Metió sus manos por debajo de mí camisón y lo despojó de mí cuerpo, se separo de mí y se tomó unos segundos para admirar mi cuerpo semi desnudó, su respiración estaba acelerada y la mía también, sus ojos lanzaban pequeños destello de lujuria. Se acerco a mí y su lengua húmeda empezó a recorrer mí cuello, sentía su respiración en mí pie y mí cuerpo se erizó, inconscientemente salió de mí boca un gemido, haciendo que mi espalda de doblará, empezó a bajar hasta mis pechos y luego volvió a subir a mis labios. Su lengua empezó una batalla con la mía, empecé a desabotonar más su camisa con rapidez, su cuerpo quedo al descubierto y me tome el atrevimiento de repasar su pecho y abdomen con mis dedos. Estaba en medio de mis pierdas, he hizo una pequeña embestida, yo aún tenía mis bragas y él aún traía sus jeans pero ese acto hizo que soltara otro gemido.

-Anais- escuche mí nombre- Anais, despierta- abrí mis ojos sobresaltada, mis dos hermanas me miraban con unas sonrisas de burla en su rostro.

-Hermana, despierta- dijo Tessandra.

-¿Qué... Qué pasó?- pregunté confundida.

-Cómo qué, qué paso, estabas gimiendo- dijo Elif.

-¿¡Qué!?- exclamé, recostando mí espalda contra el respaldo de la cama.

-¿Con quién soñabas? Pícarona- dijeron al unísono.

-No, yo no...- balbucee, ahora, no tenía la menor duda de que alguien se estaba metiendo en mis sueños, debía averiguar si eso era posible.

...

-Muy bien, aquí dice que; “Un caminante de sueño no puede ser controlado mentalmente por ninguna criatura de las sombras, sin embargo. En muchas ocasiones algunos han quedado atrapados en sus sueños, aquí es donde tienen relación los vinculados, un soñador como también se le llama al caminante de sueños puede forjar un vínculo tan especial con una persona que éste sin ser caminante puede entrar en sus sueños y sacarlo de allí”- explica Elif.

Sueños #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora