Pequeño corazón

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           >>>>>>SCOTT<<<<<<

Como todos los días, estaba esperando a que los chicos entrarán a la escuela para irme a trabajar, pero antes de encender el auto mi mente quedó totalmente en blanco, era una sensación extraña, no se trataba de un mal presentimiento o una inquietud, simplemente no sabía a dónde ir o que cosa hacer, pasaron unos minutos y mi corazón dio un pequeño salto, mire mi rostro en el retrovisor y mis ojos se tornaron de azul cielo, tome la llave y encendí el auto a toda prisa, lo único en mi mente es Alaska, ahora se que debo ir con ella y abrazarla fuertemente.

El camino es largo y esa extraña sensación no me deja tranquilo, no me inquieta ni me perturba solo esta ahí, y se hace presente cada que mi mente empieza a divagar, en cuanto veo la mansión de mis padres a unos metros comienzo a sentir paz y me relajo un poco, todo se ve normal.
Al bajar del auto una singular brisa toca mi rostro y me tomo unos minutos para disfrutar del ambiente, toco los arbustos y hago crecer un poco sus flores y las observo abrirse poco a poco hasta que un grito de Alaska me sobresalta y comienzo a correr para llegar hasta donde ella esta.

–ALASKA!!!!!-una vez que entro a la mansión grito con todas mis fuerzas pero ella no responde.
Buscó en la sala, el comedor y la cocina pero no está.
Sigo gritando con desesperación hasta que nuevamente escucho un fuerte grito, me dirijo rápidamente hacia el segundo piso y voy a su habitación.
–Alaska?!?– entro y no la veo pero escucho sus sollozos –amor ya estoy aquí– camino lentamente y entro al baño de la habitación.

Ahí la encuentro sentada en el piso, recargándose en la pared y tomando su vientre con ambas manos, en cuanto me mira suelta un pequeño sollozo y yo me acerco mas para estar a su altura.

–Que ha pasado??– cuestionó viéndola a los ojos

–Se me rompió la fuente– contesta ella mientras cierra los ojos–y ... ya ... me están dando contracciones

La tomo entre mis manos y la llevo a la cama rápidamente, le acomodo las almohadas y le pido que respire profundamente, la dejo unos minutos y corro por todo la casa para buscar lo que necesito para recibir a mi hijo.

–Como vas amor??– dejo todo a la mesa y la miro a los ojos.

–creo ... que ... ya viene– exhala y aprieta las sabanas con fuerza.

–tranquila, todo estará bien, lo tengo bajo control– dejo cerca las toallas y entonces me dispongo a comenzar con esto.

–A ver cariño, tu solo relajante, inhala y exhala como lo has hecho hasta ahora– la acomodo y reviso que todo este en orden

–no .... puedo ... mas!!!!– suelta Alaska en un grito y le indico que posición debe adoptar.

Escucho ruidos en la parte de abajo y grito para que vengan a ayudarme.

–Que pasa??– mi padre entra corriendo al cuarto y al verme solo asiente y corre para traer todo los instrumentos necesarios,  cuando vuelve me pide que le de permiso, me levanto y me acerco a Alaska.

–Muy bien, todo esta en orden– mi padre se prepara y le administra un poco de sedante a Alaska para aminorar el dolor

–aqui estoy cariño, todo esta bien, tu puedes– me acerque a ella y bese su frente, después tome su mano con fuerza para darle seguridad.

–crees ... que ... seremos ... buenos padres???– ella sonríe débilmente y me mira

–por supuesto, sobre todo tu seras la mejor mamá– acaricio sus nudillos

–pero ...  y si no puedo cuidar bien del bebe??–senti como Alaska apretó mi mano con fuerza y empezó a seguir las instrucciones de mi padre.

–Claro que podrás, ambos aprenderemos como cuidar un bebé, como ser padres y juntos daremos lo mejor por este nuevo ser, se que desde el primer momento darás lo mejor de ti– bese su mano y la mire a los ojos.

–Gracias–me sonrió ampliamente –Te amo Scott– toco su vientre y dio una profunda respiración

–Alaska debes pujar con fuerza, la dilatación es adecuada ya es hora– hablo mi padre y Alaska me miro fijamente

–Vamos linda, tu puedes– sonrei y acaricie su cabello.

Pronto los gritos de Alaska eran lo único que se escuchaba en la habitación, pasaban los minutos y mi padre no decía nada, ningún avancé, ningún llanto, acaricie el vientre de Alaska he hice un poco de presión para ayudarla, en ese momento mi padre tomo las toallas, todo quedo en silencio unos segundos hasta que un pequeño llanto se escucho y mis lágrimas bajaron poco a poco, era mi bebé, nuestro hijo.

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⏰ Última actualización: May 11, 2019 ⏰

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