Buenos días, buenas tardes o buenas noches, no sé cuando vais a estar leyendo esto. De todas formas eso no importa, y no quiero ser grosero tampoco, pero me gustaría explicar cómo conocí a la mujer que cambió mi vida de un día para otro y pienso que no hay tiempo que perder.
2017. Nueva York. Una tarde de primavera, de esas que no hace calor porque se lo ha llevado todo la mañana, y tiene pinta de que va a llover.
Fue hace dos años cuando la conocí, y me acuerdo como si fuera ayer... Después de ir a correr por Central Park, llegué a casa (un piso pequeño, estrecho, sin ascensor, quinta planta) y lo primero que hice fue quitarme los zapatos. No hay nada que me guste menos que ir con los zapatos por casa, se queda toda la suciedad. Puede que sea un poco maniático pero, ¿qué más da?... hay cosas peores. Los dejé en la alfombra de la entrada, y fui directo a la ducha. Karl, un amigo de la universidad, me había invitado a una fiesta. Una fiesta para inaugurar su piso. Hay que ver, hoy en día se celebra todo. No me apetecía nada ir, estaba cansado y quería quedarme en casa, sin pensar, viendo la tele. Pero dije que sí, así que no iba a hacer el plantón a mi colega.
Después de la reparadora ducha, me miré fijamente en el espejo. Había tenido días mejores, pero el buen físico seguía allí. Ojos verdes, bonita sonrisa con hoyuelos, el gimnasio se notaba en mis músculos... Aparentaba ser un buen chico, dulce, con la mirada sincera. Qué buen actor.
¿En qué momento decidí hacer Publicidad y Márketing y no me metí en Teatro?
De todas formas, la vida me estaba yendo bien con la carrera que escogí, no podía quejarme. Tenía un buen trabajo en Nueva York, mi ciudad favorita. Me quería mudar allí desde que tenía 14 años.
Dejando mis pensamientos a un lado, fui al cuarto y me vestí. Lo primero que pillé, tampoco lo pensé porque total, no iba a encontrarme a nadie interesante. Camisa negra y tejanos. Hecho. Me puse colonia y listo. Avisé a Karl de que ya iba para allá, cogí las llaves y salí. Eran veinte minutos de camino andando así que me puse música para hacerlo más llevadero. Realmente no tenía ninguna esperanza de que la fiesta estuviera mínimamente bien, así que iba con la mentalidad de emborracharme mucho y al menos de esta forma, hacer la noche algo llevadera.
Lo que no sabía es que conocería a Kiara.
Mi Kiara...
YOU ARE READING
Hambre
RomanceChris, un hombre algo problemático en lo que viene a ser su dieta, se enamora de Kiara, una chica bastante inocente. La historia trata sobre como se conocieron y todo lo que pasará después de su primer encuentro.