Una entidad partiendo con delicadeza hacia el olvido, dejando su diurna luz a su paso fúnebre, llevado a rastras de la realidad, y dejando un enorme lastre atrás...
Un pasado transparente, dolido hasta las entrañas y apuñalado hasta el réquiem de despedida.
Una cara pálida y delicada desvaneciéndose como pétalos en otoño a la merced del viento...
Mientras un alma trasciende después de eternos años de tormento y agonía.
En el paisaje lejano, lúgubre y triste, se distinguen llamas blancas que arrasan con todo a su paso, sin dejar rastro alguno.
El cielo se deshace y las constelaciones se funden entre sí, el suelo se convierte en nubes que empiezan a ascender como globos hasta llegar a un destino nuevo.
Un lugar donde las almas en pena descansan de su dolor, donde continuos espectros de luz vagan sin rumbo alguno frente a un horizonte que deslumbra ante el reflejo de un mar de cristal.
La luna se cierne sobre el océano, y lo purifica con su divina y nocturna luz.
Las formas celestiales rasgan el firmamento como una tela formando estrellas hechas de esperanza e ilusión.
El sol se alza deslumbrante y esconde a la luna bajo su regazo.
Los trotamundos sin destino siguen su camino, buscando un lugar en el que arraigar y descansar por fin en paz; hasta que por fin las aguas cristalizadas abren sus entrañas y ofrecen paso a los residentes a germinar en su haz, dando paso a los suplicantes mudos.
Bajo la superficie reina la oscuridad y el silencio eternos, sumiendo al submundo en un letargo duradero, que ralentiza el tiempo y embadurna a sus reenes con su umbral fantasmagórico.
El epílogo de la vida retiene a sus residentes con una efímera mentira, escondiendo el verdadero infierno; el lugar de donde provenían.
La realidad.
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Destino Nublado
SpiritualUn relato que representa el viaje de los muertos hacia su libertad.
