¡Déjate amar!

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Jimin me abrió los ojos con su razonamiento. Es cierto que Namjoon y yo probamos cosas nuevas a la hora del sexo, es muy probable que termine cediendo si lo convenzo justo luego de algún primer round que lo llene de gozo, lo cual no se hace esperar demasiado. Tenemos mucho sexo, somos insaciables desde que comenzamos la relación.

Soy bastante complaciente con él, lo amo demasiado y quiero su comodidad sobre todo, y sé que lo mismo sucede con él. Somos un equipo, uno no funciona si el otro no lo hace. Discutimos de vez en cuando, claro que somos diferentes en personalidad y actitud, pero eso no nos dificulta la relación.

Beso la nuca desnuda de Nam, pasando mi pierna sobre las suyas y abrazando su cintura pequeña. Mi novio solo es activo a la hora del sexo, le gusta mucho que lo mime y proteja  del mundo. Soy el que normalmente lo apapacha y cuida de peligros externos, es como si fuese un pequeño niño que necesita alguien que este las veinticuatro horas del día acompañándolo.

–Buenos días mi amor–le murmuro en el oído y beso repetidamente su cabello púrpura para despertarlo. Es sábado, nuestro día libre y oficialmente el primer día de nuestro plan de ser Semes.

Namjoon no despierta, sus ojos permanecen cerrados. Es gracioso tener que acudir al sexo incluso para levantarlo. Otro día me habría sentado sobre su pelvis para restregarme sobre su erección matutina, abriría los ojos y terminaríamos con un polvo mañanero digno de dioses. Pero hoy no es otro día, hoy es ÉL día. Se perfectamente que Joonie es vírgen, nada ni nadie ha tocado ese trasero en sus veinticuatro años de vida, ni siquiera ha jugado consigo mismo.

Bebé, hay una primera vez para todo y prometo que en esta la vas a pasar genial.

Restriego mi erección contra sus nalgas expuestas sin ningún descaro. Mi mano recorre suavemente su cintura hasta llegar a su firme trasero, paso mi índice por sus testículos hasta llegar a su pequeña y vírgen entrada. Acarició el anillo de músculos a la vez que beso su nuca. Todo va perfecto, siento que llegué al objetivo en el primer día y sin muchas dificultades. Soy perfecto, puedo hacerlo todo y sé que me saldrá bien...

–¡Hijo de perra, nadie me va a tocar!

Chilla mi novio y su codo impacta contra mi estómago, sacándome el aire de los pulmones. Se levanta de la cama de un salto, mira asustado a todas partes, haciendo una pose de karate con los brazos, antes de percatarse de la situación. Sus ojos se abren exageradamente y se lanza a ver si estoy bien.

–Jinnie, cariño, lo siento tanto–acaricia mi cabello y besa repetidamente mi mejilla–. Pensé que querían violarme, me asusté mucho y seguía medio dormido cuando te golpeé. ¿Te pegué muy fuerte?

Niego con la respiración normal pero con un pequeño dolor en mi abdomen. Besa mis labios castamente y decido que es mejor encararlo ahora que está arrepentido. El plan perfecto.

–Duele un poco Nam–parpadeo fingiendo que me pondré a llorar, sonrío internamente al ver su mirada preocupada–, pero creo que no hay nada que no pueda compensar una buena ronda de sexo mañanero.

Una sonrisa se extiende por su precioso rostro marcando los tiernos hoyuelos que me robaron el corazón. Le sobo la mejilla cuando sus labios descienden hacia los míos, pero giro mi cuerpo y termino arriba suyo en un abrir y cerrar de ojos. Su cara refleja sorpresa y creo que la sonrisa que le doy es lujuriosa.

–Pero deberás compensar esto muy bien cariño–acerco mi hermosa boca hacia su oído, suspiro intentando provocarlo–. ¿Qué te parece recibirme tú a mí? Es nuevo y práctico, tengo experiencia siendo activo, sé que te haré sentir bien.

Una carcajada escandalosa se escapa de sus labios rellenitos y me aparta suavemente de arriba suyo. Carajo, misión fallida, aborten misión. Cambio y fuera.

–Nunca, y escucha bien, NUNCA seré pasivo–eso ya lo veremos Kim Namjoon. Juro que terminarás abajo de mi cuerpo gimiendo y pidiendo más. Se levanta de la cama y estira ese precioso cuerpo formado que tiene, tentándome como la mierda a darle duro.

–¡Déjate amar!–le grito mientras se mete a duchar aún riendo de mí "broma" que no es broma. Me ignora y sigue con lo suyo.

Bueno, puede que esto no sea tan fácil como pensaba.







han pasado 84 años...
vamos con un pequeñísimo adelanto de la primera parte de la "Operación Seme"

¡Ya no quiero ser pasivo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora