Más de ti © [+18] #wattys2020 (Completa)

CAPÍTULO 5

Cesar

Desde que sucedió aquella discusión de Isabel con el gilipollas de su novio, que no la he visto, al parecer esta encerrada en su casa, solo la pude ver un día asomarse a la puerta con dos grandes bolsas de basura, supongo que, eliminando recuerdos, la chica rubia sigue viniendo, pero al parecer se dio por vencida porque hoy no la visto rondar por su casa.

Estuve controlando mis ansias de verla, me desesperaban las ganas que tenia de ir y tocar su puerta. No podía dejar de cuestionarme ¿porque me importa tanto?, obviamente reconozco que es muy guapa, y supongo que esa era mi escusa, al menos eso me decía a mí mismo, pase repitiendo esto a medida que pasaban los días, y la ansiedad y ganas de correr a su puerta no desaparecían.

Cuando llegué de currar, vi el coche de su novio aparcado afuera de su casa, y sentí como me tensaba por la ira. ¿podía haberlo perdonado?, no lo creo. Mientras me acercaba, note que el coñazo de su novio estaba sentado en la parte del conductor, y mi cuerpo se relajó, estuvo ahí un par de horas, nadie salió de la casa, por lo que decidió marcharse.

Han pasado 5 días, y veo llegar a dos tías a la casa de Isabel, ambas son muy guapas una tiene el pelo negro, y la otra castaño, mientras las observaba, vi que la puerta de la casa se abría por primera vez en días, no pude evitar sonreír al verla en pijama, pero mi sonrisa se desvaneció al ver sus lindos ojosa, estaban hinchados, de seguro de tanto llorar por ese imbécil, ella no noto mi mirada, solo dejo entrar a sus amigas y cerró la puerta.

Las horas pasan, decido salir a hablar por el móvil en el jardín, por si ella decide asomarse, es de gilipollas pensar que ella también se asoma en su ventana para verme, pero la esperanza estaba ahí, sabía lo que generaba en las mujeres, mucho más en una tía despechada, así que confiaba en que ella sentía atracción por mí, un tío guapo, soltero y extranjero, las mujeres de otros países siempre alagan nuestro acento, no sé qué tiene de Hot, pero me ha servido en demasiadas ocasiones. Mis pensamientos desaparecen cuando veo a Isa salir con sus amigas, quedé embobado... por lo que tuve que cortar la llamada, porque no estaba prestando atención a lo que me decían, luego me disculpare con mi amigo por dejarlo hablar solo al otro lado de la línea.

Llevaba un minishort, que se pegaba a su cuerpo, lo que me hizo alucinar, la mire descaradamente, sé que sus amigas lo notaron, porque sonrieron al verme girar mientras llegaban al coche, su blusa transparente dejaba a la vista un lindo brasier de encaje y su ombligo.

No podía creer que estaba como un baboso por esta tía, había estado con muchas mujeres, y ella debe de tener unos 20 años, siendo optimista, quizás solo tiene la mayoría de edad permitida en chile, porque debe ser mayor de edad, de eso estaba seguro, y eso era lo que me importaba, no estaba interesado en tener problemas legales en un país que ni siquiera era el mío, aunque si tenía 18 años seguía siendo era cría y yo no podía fijarme en ella, siempre fui de aquellos que les gustaban las mujeres con experiencia, nunca quise andar de niñero y mucho menos enseñarles a las mujeres los que quería de ellas, eso siempre salía mal, las tías sin experiencia siempre mezclaban sentimientos, y yo buscaba divertirme mientras estuviera en este país, a pesar de ello esta vez la curiosidad y las ganas me hacían olvidar aquella lógica, no me importaría lo que me gusta, ni tampoco e importaría saber que no tiene experiencia, creo que me gustaría ser el primero en enseñarle un par de trucos. Muevo la cabeza, intentando eliminar las imágenes que recorren mi mente, ella arrodillada... ­ ­­­

—Es mi vecina — necesito dejar de pensar en ella. Pero su cuerpo no deja de pasar por mi cabeza, ni tampoco como se sentía su cuerpo junto al mío el día en que la consolé.

Volví a llamar por teléfono y me centré en las cosas que tenía que hacer durante el día, para no pensar en ella.

Luego de un rato, la vi llegar en el mismo coche en el que salió con sus amigas, y pegué un grito con su nombre.

— Isabel. —dije antes de contener mis palabras, Joder con esta tía definitivamente me costaba pensar en forma lógica cuando se trataba de ella.

— Hola, tú debes ser Cesar mi nuevo vecino. —claro, aun no nos habíamos presentado, al menos no formalmente, yo solo me sabia su nombre, y especulaba sobre su edad —lamento lo de hace unos días. — dijo bajando la mirada

— Si, yo también, tuve que botar mi camiseta favorita. — traté de sacarle una sonrisa, lo que logré por suerte, su sonrisa era hermosa, mordí mi labio inferior sin poder evitarlo.

— Lo siento. — dijo riéndose. —no podía dejar de mirarla, y su sonrisa era tan dulce que logro que yo también sonriera —gracias por consolarme. —

—Veo que ya estas mejor. — mire su cuerpo de arriba abajo, no podía creer lo bien que le quedaba ese pantalón corto, no podía centrar mis ideas.

— Si, llegaron los refuerzos

—Así veo. — dije sin poder despegar la mirada de ella

— Tengo que irme. — dijo mirándome a los ojos.

— Claro. —dije sin dejar mirar sus lindos ojos que se veían un color gris, y yo pensaba que los tenía celestes, me dije a mi mismo, aunque eso no evito que me perdiera en su mirada.

Se despidió con un beso en mi mejilla, sin pensar en todo lo que causaba en mi — Nos vemos. — dijo mientras caminaba donde sus amigas, y yo veía como susurraban entre ellas, sonreí y me giré con la intención de caminar a mi casa, desperté de mi paraíso personar al escuchar mi móvil, y me metí en la casa, para responder la llamada.

—Cesar Grayson. — dije contestando la llamada, en aquel tono empresario que ejercía desde que tomé el mando de las empresas de mi padre. —

—Hola soy Fernanda, la chica del bar, hace unos días me diste tu número para que nos juntemos y repitamos lo de hace un par de noches.

—Hola Fernanda. — dije, ni siquiera recordaba su rostro— ¿Te parece que nos veamos hoy? — dije sabiendo la intención de su llamada.

—Si me queda genial hoy. —

—Bien, en el bar de la otra noche a las 7. — no pregunte, solo le di la hora y el lugar, y ella acepto rápidamente.

— Ok. Nos vemos. —colgué la llamada.

La verdad es que no tenía ganas de salir, pero necesitaba eliminar tensión luego de ver a Isabel con esa ropa, suspire sabiendo que provoco muchas cosas en mi cuerpo, necesito quitarme las ganas que tengo de meterla en mi cama y hacerle todo lo que quiero con ella.

Solo en pensar en ella siento una presión en mi entrepierna y decido ir a darme una ducha de agua fría y prepararme para salir, dado que ya son las 5 de la tarde, y quede con la chica del bar a las 7.

Cuando llegué al bar en qué quedamos ella ya estaba sentada esperándome, al ver su rostro recordé aquella noche, la habíamos pasado genial, pero a pesar de eso no me hace ilusión verla, no suelo repetir noches con mis conquistas, pero dado que Valdivia, en un pueblo pequeño (comparado con Madrid es un grano de arroz), así que no me quedará de otra.

Sonreí a modo de saludo y ella me miro mordiendo su labio, pedí unas copas por mi cuenta, y después de un par de tragos, nos dirigimos a un motel llamado Km 8, que no está muy lejano, ella llevaba una ropa interior de encaje de color negro, le quedaba bastante bien pero no podía dejar de pensar en Isa con esa ropa, seduciéndome como lo está haciendo ella, esta tía no es nada fea, es de contextura delgada, con unos pechos bastante grandes, pero no es a la que quiero en mi cama en este momento.

Con la intención de sacar a Isa de mi cabeza, follamos unas cuantas veces, hasta que se durmió, yo estaba mirando hacia el techo frustrado por no poder dejar de pensar en ella, era estúpido pensar en ella mientras me cogía a otra, siendo que a ella jamás me había metido entre sus piernas, no eran recuerdos, eran solo las putas ganas que tenia de hacerla mía, me di una ducha y me vestí para irme.

Le deje dinero en la mesita de noche, para que tomara un taxi, dado que veníamos en mi coche, deje los datos de mi tarjeta para que se cobraran lo que ella se quedara en el motel, y me marche.

Al llegar a casa veo lasluces de mi vecina prendida y trato de no pensar más en ella, necesito dormir, yesto se está volviendo demasiado frustrante, dejo de mirar en esa dirección ybajo del coche y me adentro en la casa, y me voy directo a la cama, dado que metoca trabajar mañana muy temprano.

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