Ahí estaba. Merodeando en su cabeza como un lobo hambriento.
La imagen de Claude le quitaba el sueño e incluso aquel peso de tristeza y presión sobre los hombros.
Eran las once de la noche, Alois con sus pantaloncillos cortos y una camiseta estaba tirado sobre su cama prácticamente rodando de lado a lado intentando conciliar el sueño, pero lo único que lograba era ahogar risas que querían escapar de su garganta.-Buscas que me enamore de ti?...
-Me has pillado
Sus ojos amarillos, sus labios húmedos, su cuerpo caliente y aquella voz que le volvía endemoniadamente loco.
Se recostó de lado haciéndose una bola en la cama mientras se mordía la uña del dedo pulgar con ansiedad.
Realmente estaba cayendo.
Pero él no quería caer ante nadie, ni siquiera pedía que alguien cayese por él.
Enamorarse otra vez... Claude no era una mala persona, por el contario era un hombre magnífico, pero una relación?.En que mierda me estoy metiendo?....
Se giró esta vez en la cama al lado contrario llegando a la misma posición.
Claude Faustus.
Un hombre educado, orgulloso, guapo y claramente exitoso.
Alois Trancy.
Un mucahcho cerca de los dieciocho años, estudiante en un internado con un puntaje medio en calificaciones, con baja autoestima y que en si odia al mundo entero.Que era lo que Claude veía en un niño como él?.
La posibilidad de que estuviese jugando con sus sentimientos era mas grande que poder estar enamorado.
Y por alguna razón cuando lo pensaba su pecho dolía. Ahora estaba triste, se sentía extraño, vacío e insatisfecho.
Un tintineo en la ventana le hizo girarse tan rápido que casi cayó de la cama.
No había nada.
Otra vez un golpecito.Que demonios?
Caminó con el corazón latiendole en las orejas. Se inclinó, abrió la ventana y asomó la cabeza.
Su corazón Amenazó firmemente con abandonar su pecho, hacía un frío del demonio pero era ignorado completamente ante aquella situación."Que haces aquí...?"
Las palabras no salieron de su boca. Su lengua pareció hacerse nudo y no podía hablar.
Claude le miraba desde abajo.
Estaba justo abajo de su ventana.-Estoy enamorado de ti!- La voz se expandió como una brisa hasta golpearle el rostro tornándose colorado.
-Estoy enamorado de ti!- volvió a gritar.
-Baja la voz... debes irte ahora- Dijo Alois inclinándose intentando no alzar la voz, de no ser escuchado o aquello formaría un gran problema sobre todo con su padre en casa.
-Se mío!- Volvió a gritar el pelinegro. Alois hizo desesperadas señas con el dedo índice sobre sus labios indicándole que bajara la voz.
Salió casi corriendo de su habitación y paso lentamente por la de sus padres cerciorandose de que la pareja siguiesen dormidos.
Descalzo bajo las escaleras trotando ligeramente hasta la puerta trasera, abrió con cuidado evitando cualquier clase de ruido y caminó por los pastos húmedos hasta el costado de su casa, frente a su ventana.-Estas loco!?- Dijo Alois acercándose peligrosamente a Claude que le tomó de las muñecas estampandolo contra el frío concreto de la pared sin darle tiempo de articular alguna queja más.
-Tu me estas volviendo loco- Y le beso, le beso desesperado, le beso con deseo, como si fuese la última vez.
Aquella pasión con la que atacaba los labios del menor haciéndole olvidar por completo que hace unos instantes estaba echo una furia por el peligroso gesto.
Alois perdía la fuerza de sus piernas, su cuerpo flaqueaba, el frío se mantenía al margen de aquella burbuja, Alois dio un brinco rodeándole la cadera con las piernas y el cuello con los brazos, sintiendo su espalda pegarse un poco mas a la pared.
Se separaron mirándose a los ojos, y cada que las palabras anteriores volvían a la cabeza de Alois su corazón bombeaba como loco, su cuerpo se acaloraba y sentía que se echaría a temblar entre aquellos brazos que le sostenían firmemente de la cadera.
Alois escondió su rostro en el cuello de Claude aspirando aquel varonil aroma, el de su jabón y el de su cabello que tan deliciosos le parecían. Eran como un afrodisíaco para él.
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Fuera De Cámaras<AloisClaude. (CORRIGIENDO)
De TodoAlois trancy no era un chico exactamente destacado por su inteligencia, o por su belleza, o por algún talento especial. No tenía amigos cercanos mas que algunos compañeros de trabajo escolar con los cuales jamás fue lo suficientemente cercano como p...