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Apague la pantalla del móvil con brusquedad. Alex después de días de ausencia porque estaba enfermo me miraba con confusión.
– Y a ti,¿Que te sucede?
–nada–me extendió la mano y le entregué el móvil, lo desbloqueo y empezó a leer
–¿Segura que se equivocó?–no respondí, en su lugar solo frunci las cejas–dejo tiempo suficiente para que leyeras el mensaje y tú contestación y luego borro un mensaje después de ese...creo que lo quería que lo supieras.
–no losé

Me devolvió mi móvil y lo guarde en mi pantalón. Alex y yo no habíamos vuelto a hablar del tema y yo no quería sacar más conclusiones de más sobre el tema.

¿Estás ocupada?

Si

¿Podríamos hablar?

No

Muequitas...

No soy muequitas

¿Estás molesta?

No

Yo creo que sí

No estoy molesta, solo irritada

Y no volvio a escribirme en las próximas horas.

Mi teléfono empezó a vibrar de forma insistente, lo tome y vi la hora en el reloj 11:59 pm, me fregue los ojos y vi los mensajes en mi pantalla, al abrirlas estaban varias fotos. Eran realmente bellas, debían ser con alguna cámara muy potente pues se mostraba la luna en los mejores momentos. La última era una silueta estaba a la luz de espaldas y un pequeño mensaje.

No puedo verte ahora, no sé cómo reacciones al conocerme Meredith pero te quiero y mucho. Perdóname por lo que sucedió el día de hoy.

Te Lo Digo Por Un ChocolateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora