Mariposas dibujadas descansaban en su brazo, coloreadas de aquello tonos pasteles. En el suelo yacian caramelos blancos y a su lado el pincel con el que realizo arte en su brazo antes de las mariposas.
En la orilla de la gran cama, sentado y con la mirada fija en aquel papel se encontraba una lindo chico de cabellos castaños. Sus mejillas sonrojadas fueron el camino para que un rio de lágrimas descendieran. Habia plasmado sus oscuros secretos. Como que le amaba egoista y siniestramente, aunque le hubiera lastimado.
Su sonrisa era la mas brillante ante tantas. Sus ojos oscuros los mas hermosos. Su rostro poseía una belleza singular que combinaba con su cuerpo de medidas perfectas. Aún asi el chico de cabellos castaños se odiaba. Creaba pinceladas en sus brazos; consumia caramelos blanco y dibujaba pequeñas mariposas.
- ¿Por que lo haces? - pregunto el señor de bata blanca con libreta en mano. El chico solo le dio una mirada para luego responder.
- ¿En verdad le interesa lo que me sucede? -
- Yo pregunte primero -
- y yo no tengo nada que hacer aqui -
El olvido y abandono fue lo unico que se mantuvo firme despues de que todo le dejara. Su corazon ya no latia con ese frenesi como hace años y en su rostro ya no existia ese jubilo. Todo habia cambiado desde que conocio al chico de alta estatura. Su vida se fue por un acantilado cuando cruzo palabra por primera vez con Park Chan Yeol, porque su mundo, todo lo de su alrededor, se volvio rojo.
Y rojo es peligro.
Su vida antes blanca, comenzo a tornarse negra para luego terminar en un gris. No le confiaba a nada que estuviera fuera de su zona de confort, no soportaba los cambios. Estaba enfermo y lo sabia, tambien sabia quien fue el causante de todo esto.
- Creo que ya termine mi trabajo -
- Felicitaciones, lo hiciste tan bien que terminaste de destrozarme pieza por pieza. Disfruta de esos millones y de la satisfaccion de saber que una persona esta arruinada. Eres una persona despreciable, Park Chan Yeol, pero aun asi, diciendo todas estas palabras no dejo de amarte y odio aquel sentimiento - Solo se fue y él quedo viendo la espalda de el nombrado desaparecer por la multitud.
Las mariposas eran libres y las personas las elogiaban por sus hermosos colores. Siempre quiso ser una mariposa, ir donde el viento valla, sin preocupaciones. Quizas, si la reencarnacion es real, pueda ser uno de esos insectos.
La cantidad de caramelos ingeridos fue mayor y las pinceladas mas profundas. Poco a poco sus parpados se fueron cerrando, prohibiendo ver aquellas constelaciones, sus labios carmesi se convirtieron en azules y su piel aun mas palida.
Todo habia acabado, él podia ser libre.