XXI

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Sus párpados pesaban, estaba apunto de caer dormido cuando sintió que alguien lo sentaba en su cama.

- Leo, aún no te duermas, bebe esto -.

La suave voz de Escorpio le hizo abrir un poco sus ojos, enfocando levemente el rostro del mayor para luego ver como aquella mano grande se interponía en su visión. Unas pastillas blancas pequeñas yacían en su palma.

Leo acató a abrir levemente su boca, sintiendo como aquello que al principio no tenía sabor, entraba en su boca.

Y, luego de aquello, los labios del mayor se pegaron a los suyos, sintiendo como líquido salía de la boca del pelinegro.

Su garganta reaccionó automáticamente a tragar, llevándose consigo las pastillas que habían ingresado antes del agua.

Sus comisuras fueron limpiadas con suavidad por los pulgares de Escorpio, y, aquellos fuertes brazos lo tomaron nuevamente para acostarlo, tapando su cuerpo con la cobija, arrullandolo.

Empezaba a tener un frío horrible, escalaba desde sus pies hacia su pecho.

- Escorpio.... Tengo mucho frío -.

Su voz apenas era audible.

- Debes dejar que las pastillas hagan efecto... -.

La pesada mano del moreno acarició su frente, dispersando los mechones húmedos del menor.

- Abrázame -.

Cerró sus ojos mientras intentaba hacerse una bolita, tratando de tomar calor de la cobija gruesa que ahora ya no calentaba a como antes que había despertado.

Escuchó un par de cosas que no logró entender muy bien, para sentir movimiento a su lado, y como un par de brazos fuertes le envolvían, su cabeza fue a dar al pecho de Escorpio, sintiendo un agradable calor que empezaba a disipar el frío que sentía.

- Aquí estoy Leo, duerme -.

~°~

03:45

- Lo voy a matar -.

Ahí estaba Sagitario, en medio de la madrugada, caminando en dirección de la mansión, observando ligeramente hacia el portón principal, revisando que nadie estuviera allí.

Su teléfono sonó en medio de un grandioso sueño que tenía con el bonito de Piscis, en medio de la acción candente que tenía ambos. El vibrador y esa molesta canción que ahora detestaba de Imagine Dragons, le hizo despertarse de inmediato.

La voz de Escorpio diciendo que ahora le tocaba a él vigilar luego de el característico tono de que aquel ya colgó, le hizo pensar que tal vez era otro sueño más. Al ver que, ya no podía pegar sus ojos fue cuando en realidad, tomó en cuenta lo que aquel hermano suyo le había dicho.

Claro, como él era el único que tenía su teléfono con volumen, podía aprovecharse lo que quisiera. Ni siquiera le dio tiempo a refutar.

Abrió la puerta principal, tratando que no sonara mucho. Avanzó hacia el enorme sillón blanco para percatarse luego de la televisión encendida.

Caminó hacia el control que yacía en la punta más lejana del asiento para así apagar ese infernal objeto más, la escena que se presentaba en ese momento le hizo detenerse.

La película romántica que Escorpio miraba aún se estaba transmitiendo, dejando ver a ambos, protagonistas, besarse apasionadamente mientras las prendas volaban desperdigandose en toda la habitación de lo que parecía, pertenecía al muchacho.

Fuck, I Love You {EN EDICIÓN} [Zodiaco Yaoi/Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora