You are my home *BTS*

"Todo va a estar bien"

"No intento culpar quienes transitamos inconscientes por los innumerables placeres de esta vida, ignorando las manos extendidas y los ojos vacíos. Pero si yo fuera tu, me abrazaría"

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J. Jungkook:

¿Cuánto tardaría el corazón en reconocer los ojos vidriosos? Estos siempre reflejaron vacíos que se hallaban incluso más profundo que el alma.

Las manos repentinamente tímidas tomaron mi rostro, dibujandole con calidez. Me transportaron aquel tiempo donde la vida siempre me insistía en que yo era como aquella ventana rota.

"¿Ves? Incluso si por fuera la ventana luce transparente, por dentro puede estar empañandose ya que el vidrio es grueso"

En pocas palabras, deja de sufrir y conformate. O confortate. Todo el mundo tiene sus propias divagaciones y son tan ambiguas como los cambios del viento.

En ese tiempo tambien trate de compartirlo todo. A cambio de desvanecerme en las palabras inciertas de los otros. O como Taehyung los llamaba, los que se alejan.
Era indudablemente frágil ante el tacto y los actos que nunca prevenían consecuencias urgentes.
Pero me arrastre por ese dolor, que es tanto mío como nuestro, porque amaba la manera en la que me expandia.
Forzandome a mi mismo a entregarme en bandejas de bronce. Suave y lastimero, tal y como soy. Para de esa manera vivir. Así sea a través de ellos.

Porque me enseñaron el coraje de las estrellas.
Seres errantes. Impuestos a no morir.
Incluso nos daban vida en los secunderos tristes de nuestros caminos.
Siempre iluminandonos en las esquinas de los ojos para sacarnos sonrisas tímidas.
Lo aprendí en esas noches. Donde parecía no haber esperanza.
Yo caminaba hacia la playa con lo ojos brillosos, hasta llegar a los chicos que están tirados cómodamente sobre la arena. Antes de siquiera unirme, no pude evitar verlos con ojos de dulzura, como si hubiese visto una estrella en cada uno de ellos. Nunca estuve tan en lo cierto.

Al final de todo, terminabamos descubriendo que no éramos más que una mota de polvo. Pero me gustaba pensar, que eramos polvo de estrellas.
Y que tarde o temprano regresariamos a lugar de los ensueños.
Porque todo lo que el universo significa, lo hallaba en los ojos ajenos, sin importar que verlos directamente llegase a lastimarme.
Porque verlos también se sentía como dormir después de una odisea. Terriblemente cansado; algo triste pero extasiado; sastifecho y plenamente vivo.

En estos suaves pensamientos, comprendí la forma complicada y dolorosa en que transcurrían los días.
Siempre tratando de aferrarme a los hermanos de otra sangre, para que ellos callen con sus pensamientos los míos. Estos que solo atinaban a decir "¿aun así quieres vivir?"

Por eso, mientras el mundo sigue su curso y los que se aleja encuentran su propio destino, yo me limitaré a mantenerme firme detrás de sus espaldas. Para aprender ser ellos cuando me hagan falta. O para vivir lo que a ellos les falte.
Para no perderme en personalidades que no eran mías. Pero que terminaron por formarme.

Aún sin perderlos, ya sentía los recuerdos lejanos. Como si no me pertenecieran.
Supongo que los hechos siempre terminan por entristecernos antes de tiempo.
En mi defensa, solo preparaba al corazón marchito. Para que no se sorprenda si ninguna flor florece.
Porque aún siendo muy joven, comprendía que el ser humano amaba hasta que doliera, y se recitaban a si mismos que si dolía, era buena señal.
Pero las despedidas siempre doleran más.

El joven parado frente mio ya es todo un hombre. Un adulto que no llora causas pérdidas.
Tal vez por eso se siente obligado a secar mis lágrimas. Con sus manos tímidas y torpes.

Lágrimas por el tiempo que se expande y las palabras que se inexploran.
Lágrimas para mi amigo recostado en el sofá.  Manchandolo con sangre.

Quito la mirada del cuerpo inconciente y la poso sobre mi otro hyung. Ese que siempre ha sido bueno con las palabras, aunque estas nunca me sanen.

- Todo pasará.

Asiento suavemente.

- Claro que si Namjoon hyung. Todo va a estar bien.

Después de todo, si duele es buena señal.