Falsa tranquilidad //Nightmare sans x tu Undertale//Pausada

Capitulo 10

¡¡Llegamos a 100!! Que genial, me alegra que os guste y gracias @CoraDRAW.

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Me quede leyendo un libro con Night, era tan entretenido leer con él. No lo entiendo, ¿por qué a los demás les gusta dañar? siempre los diferentes han sido los juguetes de la civilización.

La gente clasifica a los diferentes como raros solo porque no les gusta, si fuera por lo que a mi no me gusta todos serian raros.

Empezó a anochecer y supe lo que significaba, estaba seria ya que era hora de verle, no quiero verle, no quiero ver su asquerosa sonrisa de lujuria, no quiero sentir su aliento en mi cuello ni sus mano tocando mi cuerpo sin permiso.

Night se dio cuenta de mi preocupación y puso una mano en mi hombro sobresaltándome, me aparte por inercia y suspire de alivio.

-¿Quieres contarme que te pasa? No mientas- me riñe anticipándose y me rió levemente, se ha ganado mi confianza.

-Ya es de noche y no quiero irme a mi casa- fui sincera.

-Entiendo... ¿no te quieres quedar?

-No Night, no puedo abusar de tu amabilidad.

-Pero...- le interrumpí.

-Me cuidare, te lo prometo- lo sonreí levantada y se puso un poco morado, agarre mis muletas y me despedí de Night ya que Dream estaba dormido.

Camine por las calles desoladas, no había ni un alma y eso me transmitiera paz en este momento, me pare delante de mi casa y agarre fuerte mi muleta.      

Si necesito dar muletazos para salir ilesa mañana, lo hare, no me importa que ese demonio se haga llamar mi hermano, de repente se abrió la puerta encontrando al pelirrojo al cual le salia humo de las orejas.

-¿Que horas son estas hermanita?- me pregunto enfadado.

-No necesito explicarte, déjame entrar- me mostré lo más fría posible.

-Creo que te deberé castigar...- su enfado paso a una sonrisa lujuriosa.

-Ni se te ocurra acercarte o gritare- le amenace sin aflojar el agarre de mi muleta.

-¿Gritar? ¿Y que dirás? Mamá, papá ayuda- se burlo acercándose, me sacaba media cabeza.

-Te dije que no te acercaras- grite alarmada y le intente golpear con una de mis muletas.

Para mi desgracia logro detener la muleta con su mano y me miro fijamente, trague saliva asustada e intente recuperar mi muleta.

-Parece ser que has sido una niña mala.

-¡Aléjate!- estaba a punto de llorar del miedo que le tenia.

En un movimiento rápido me agarro de la muñeca con fuerza, sentí como me dejaba una marca roja, sus uñas se clavaban provocando ardor.

Lo único que se escucho en ese momento fueron mis muletas caer al suelo estruendosamente, no... ¡no más!

Me empece a mover intentando soltarme, desde que me probo se hizo adicto a mi cuerpo y siempre que estamos solos lo intenta, más de una vez lo logro...

De repente me agarro y me subió a su hombro como un saco de patatas, empece a golpear su espalda y a tirar de su pelo, con mi pierna sana intentaba encestar en sus partes bajas y tirarle al suelo de dolor, si había suerte le dejaría sin hijos.

Odio sentirme tan vulnerable, sus pasos subían los escalones de las escaleras, uno a uno y mi miedo agrandaba notoriamente y cada vez estaba más desesperada por escaparme de su agarre.