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La rubia aún de pie, parecía buscar las palabras apropiadas.

- Verás... ayer volviendo después de comprar unas cosas en mi ciudad natal, me topé con mis antiguas amigas del instituto. Al contarles que ahora iba a un instituto que era solo de chicas, se ofrecieron a presentarme a algunos chicos. Obviamente les dije que no, que estaba saliendo con alguien... Me pidieron que les enseñara una foto, justo cuando estaba buscando una foto en la que salieramos juntas... comenzaron a hablar mal de una pareja de chicas que había cerca. Me preguntaron que pensaba, e intenté defenderlas, al principio solo se rieron pensando que iba en broma. Luego se asustaron y me preguntaron que si estaba saliendo con una tía. Solo reí, dando a entender que no...

- ¿Y eso es todo?

- ¿Eh?

- Pensaba que era algo más grave. - Puso su mano izquierda sobre el banco, indicando a la otra chica que se sentara.

- Pero yo...- Sorprendida de que no parecía afectar nada a su hermanastra.

- Siéntate.

- ... - Dejó la mochila a un lado del banco y se sentó junto a ella evitando el contacto visual.

- Escucha - Mientras abría el cuaderno. - El abuelo me ha dejado a cargo del instituto por lo que he tenido que tratar con gente más veces de las que tú crees. Cuando haces algo diferente es normal que la sociedad te dé diferentes opiniones. Igual que hay gente que aceptará las cosas... habrá otra que no. - Escribió en el cuaderno "Somos hermanastras que salen juntas. No podemos controlar lo que la gente piense al respecto." y se lo mostró a la chica que tenía al lado. La cual no quería mirar, pero la morena insistió. - Es por eso que... - Volvió a escribir "No hay una respuesta correcta. Nosotras hacemos lo que queremos hacer." Yuzu se sorprendió al leer aquellas palabras. - ¿No me dijiste tú algo parecido?

- ¿Sabías desde un principio que ibas a sufrir tanto? - Cerrando los puños sobre sus piernas.

- Depende de nosotras cómo sentirnos al respecto. Además está la posibilidad de que surjan nuevos problemas, ¿o me equivoco? Incluso en esos casos, creo que lo mejor es... - Cerró los ojos. - que confíes ciegamente para salir adelante, como haces siempre.

- ...

- ¿Yuzu? - No respondió, tan solo se giró hacia la otra chica y la abrazó lo más fuerte que pudo, ocultando su cara. Lo cual pilló por sorpresa a la morena, que para no perder el equilibrio se apoyó sobre sus brazos.

- El instituto está a punto de cerrar sus puertas. Se ruega a todos los estudiantes que salgan ordenadamente y emprendan el camino de vuelta con cuidado. - Sonó por la megafonía.

- ... - Al ver que no la soltaba. - Viene gente. ¿Hasta cuándo piensas quedarte así?

- Para siempre.

- ¿Eh?

- ¿Puedo quedarme a tu lado para siempre?

- ... - Quería responder pensando con la cabeza pero... - Sí.

- ¿Y podemos tener citas?

- Sí.

- ¿E ir de la mano?

- Sí.

- ¿Te parece bien... si sigo enamorada de ti?

- ... - Giró la cabeza a un lado y miró hacia el suelo. Ella quería a Yuzu pero sabía que en algún momento... - Sí...

Poco a poco la rubia soltó a Mei y levantó la cabeza, mirándola con una gran sonrisa y ojos llorosos. Esto impresionó y asustó a la morena. No sabía hasta dónde podría llegar aquello. Después de eso, fueron juntas a casa. Tras bañarse y cenar, cuando iban a dormir, la mayor de las hermanas se sentó sobre sus rodillas en la cama, con las manos en la espalda y preguntó.

¿El sueño que le salvó la vida? [Citrus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora