Arranqué unos brotes de bambú con el machete que me regaló Yuugo, era ligero y fácil de usar. Últimamente nos veíamos en un aprieto a la hora de comer, no había plantas comestibles por los alrededores, así que estos brotes eran nuestra salvación. Cogí los brotes en una bolsa de tela que tejió Anna para las recolecciones, estaba tejida con hilos de madera y era bastante resistente, tenía un estampado de conejo en honor a Connie. Oía demonios en las lejanías, pero estos eran salvajes, no me causaban ningún tipo de temor. Concentrado en la marcha intenté no distraerme con pensamientos estúpidos, pero me fue en vano. Me acordé que hoy por la noche sería mi cumpleaños.
Nunca me gustaron los cumpleaños en el orfanato, todo el mundo parecía lleno de entusiasmo y amor que dar, pero para mí solo era un año menos hacia la muerte no digna. Pensé en la suerte que tenía de que la rueda de la fortuna cayese en nosotros y pudiésemos escapar de aquel delirio. En cuanto a mí, prefería no pensar en mi nacimiento, aquello solo causaba una follía insaciable en mi interior, y necesitaba estar mentalmente sano para cuidar y proteger a los demás.
Llegué al campamento base y los demás se me aproximaron con alegría. Les dije que parasen de actuar como si fuere la última vez que nos viésemos, pero me respondieron con un "nunca se sabe hoy en día" junto a un abrazo. Emma escondió algo rápidamente de su improvisado "atril" mientras entraba en su espacio.
-¿Qué escondes?- le pregunté ladeando la cabeza hacia un lado .
-Só-sólo son teorías.- dijo nerviosa mirando hacia todos los lados excepto hacia mí.
Me acerqué a ella y con una sonrisa de medio lado le interrogué con la mirada. El otro día descubrí que podía chantajearle con mi sonrisa, ya que al parecer era tan atípica que le causaba un sonrojo instantáneo. Me respondió con un leve empujón en el brazo mientras me decía que no insistiera. Llegué a preguntarme si sabía que mi cumpleaños se acercaba, pero nuevamente no abarqué esa idea ya que tenía cosas más importantes que yo en las que pensar.
Los niños parecían ocupados en sus distintas tareas y decidí ponerme manos a la obra. El día se desarrolló de una manera extraña, casi todos los niños me evitaban, Alicia me llegó a decir que olía mal mientras se iba corriendo. Extrañado y cohibido me lavé en un pozo subterráneo cerca de nuestro campamento. Los brazos y piernas mostraban heridas y moratones, pero no desprendían ninguna peste a mi parecer. Uno de mis mayores miedos era estar solo, tener tiempo para mí. Sonará extraño pero me aterra estar con mis pensamientos, con el subconsciente que un día intentó incendiarme vivo; literalmente. Emma y los demás me enseñaron que había más caminos que tomar, y no habría sido por ellos que hubiera sobrevivido, irónicamente. Me vestí rápido y salí de aquel lugar corriendo, tan solo quería estar con ellos, envuelto en su cálido abrazo.
Llegué al campamento y para mi sorpresa no había nadie a la vista. Una gota de sudor frío corrió por mi frente. Me giré e intenté buscar una causa que explicase la situación en la que estaba. No podían haber sido los demonios, habrían dejado rastro. Es como si se hubiesen ido, sin mí. La cabeza empezó a palpitarme cuando una pálida mano se posó sobre mi hombro. Me exalté por un segundo hasta que vi el rostro sonriente de Emma. "Estamos aquí, contigo". Nada más pronunciar esta frase todos los niños aparecieron en las ramas de los abetos gigantes en nuestro alrededor. Ellos lanzaban trocitos de hojas verdes simulando serpentina mientras pronunciaban: "¡Feliz cumpleaños Ray!". No sé si fue por el shock, pero de mis ojos brotaron más lágrimas de las que nunca jamás llegué a derramar. Todos juntos bajaron y me abrazaron firmemente, en cualquier momento me podía caer, ya no sentía mis piernas. Luego mostraron un montón de frutos que recolectaron y guardaron para este día. Les agradecí a cada uno de ellos, porque sin su ayuda, este día habría seguido siendo un martirio para mí, porque ahora se convirtió en el día más feliz de mi vida.
Doy gracias por estar vivo, ser hijo de Mamá, hermano de mis hermanos y por ser el que soy hoy en día.
Ray.

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El cumpleaños de Ray // One-shot
Short Story⚠️¡Habrá spoilers del manga!⚠️ Ray cae en cuenta que el día de su cumpleaños se aproxima, pero no le da mucha importancia. Sus hermanos piensan de diferente manera e intentan planear una sorpresa especial en honor a su hermano mayor, Ray.