TRES

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No desayune nada pues aun tenia el estomago cerrado lo cual en mi es raro casi siempre discuto con mamá cuando como algo que aun no es hora de comer y siempre respondo ¿Pues a que hora abre el estomago? A mis padres les da coraje mi forma de ser, al menos la que ellos conocen. Reitero lo dicho anteriormente si supieran todo lo que hago seguro que les da un paro cardiaco al instante.

Monte mi motocicleta, una Yamaha R1 color negro. La encendí y escuchar el rugir del motor es dulce musica para mis oídos. Conduje hasta las instalaciones de la escuela aun faltaban veinte minutos para que la campana de inició de clases sonara. Sabia donde estaba Elías y con quienes. Ahora si no había marcha atrás. Todo o nada.

Deje la moto en el estacionamiento que tenia el instituto para motos. Baje de esta y camine con paso decidido por las instalaciones hasta llegar a las canchas de fútbol y si, ahí estaban. Elías con su grupito de idiotas.

-Elías, ¿Podemos hablar un momento? - llame su atención

-Pero miren quien se atreve a venir a la boca del lobo, Miranda Treviño -Se acerco a mi y empezó a rondarme.

-¿Me dejaras hablar o vas a seguir rondandome como si fuera una presa - Dije con tono de fastidio pues debía demostrarle que no le tenia miedo en lo absoluto

-¿De que quiere hablar la cachorrita?- pregunto riendo

-Quiero entrar - conteste sin titubear sin una pizca de temor en mi voz

-Largo- les dijo a sus idiotas mientras me escaneaba con la mirada

-¿A que quieres entrar?- se cruzo de brazos para mantener su "rudeza"

-No nos hagamos locos, tu eres hijo de un narco, manejas todo lo ilegal en esta ciudad del norte y otro poco en el sur, se han aliado con las mafias del otro continente y por esas razones son los narcos mas poderosos de México- hable bajito pues aunque todos lo sabíamos nadie debía confirmar nada. Debíamos dejar las cosas como simples rumores

-Valla, no creí que la señorita Teviño supiera tanto de esto.- se comenzó a reír

-Tengo que estudiar un poco del mundo del que quiero que sea mi patrón, por así decirlo- le corte su risa

-¿Sabes en lo que te estas metiendo? - puso cara seria.

-Llevo meses planeando esto - le dije alzando una ceja.

-¿Que pretendes- se noto el tono de desconfianza.

-Tranquilo, no me ha enviado nadie. He venido yo sola, no vengo a pedirte trabajo como repartidora de droga, ni de sacaría, mucho menos de corredora. Vengo a pedirte que me reclutes como peleadora- Serene mi voz y me mantuve tranquila al decirle esas palabras

-¿Tu?, no me hagas reír. Mejor vete de compras, esto no es mundo para una niña como tu, te podrías estropear tu manicura, nena .- estaba dispuesto a irse

-Un mes - respondí al instante

-¿Perdona?- se desconcertó ante aquellas dos palabras

-Solo un mes, dame un mes y te demostraré que puedes aumentar tus ganancias en las peleas.- lo estaba mirando a los ojos y por un breve segundo los vi tornarse de un color carmesí

Que ingenua, aquel color seria el único que vería en ese mundo.

-Bien, pero si no logras tu cometido. Lo siento Teviño, pero tendré que matarte. - lo dijo con un tono de voz tan frío y sombrío que otra vez que hizo dudar de esto.

-Echo, "jefe"- hice comillas con los dedos- no te preocupes en preguntarme si se pelear o lo que se hacer ya lo veras cuando este sobre el ring- me di la vuelta para entrar a clases

-Miranda, te estoy dando la oportunidad. Pero...- soltó un suspiro - piensa en esto, no todo es lo que crees no solo nos movemos en este mundo. Nos movemos en un mundo mas siniestro y peligroso, esto que harás sera como ir a un parque de atracciones, si logras convencernos que eres buena. Tendrás que hundirte mas en esto.- su voz se torno aun mas sombría y sin mas entro a las instalaciones

Que tonta fui aquel día, salí de un pequeño charco de fango para meterme en un pantano lleno de cosas que sobrepasaban los limites de la "vida"

I N F I E R N ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora