Feliz Año Nuevo, Kris Ge

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Recibió su premio mientras trataba de ignorar o en su defecto, disimular todo lo que le causaba la mirada que en ese momento le brindaba su ex Duizhang. Bajó del escenario luego de decir unas palabras de agradecimiento y dejó que todo siguiera su curso; ver a más personas recibir las condecoraciones, las flores y largar un discurso.

Ya a punto de terminar el evento y conmemorar la festividad de fin de año, todos subieron al escenario y por un momento creyó en la suerte, estaba a solo unos centímetros de él, ahora podía observarlo mejor y volver a deleitarse con los detalles que seguían haciéndolo el hombre más guapo a su vista; el perfil cincelado, los ojos color avellana suavemente rasgados, los labios rosados y algo finos que una y muchas veces disfrutó.

Pudo seguir describiendo en su mente los rasgos del más alto, pudo seguir embelesandose de esa aura masculina que desprendia, pudo... pero el escenario se llenó de un ruido estridente que indicaba el cambio de día y eso logró descolocarlo. Saludó profesionalmente a un señor que se ubicaba a su lado contrario, le brindó una sonrisa y al voltear, se topó con la mirada de Yifan, con muchas emociones recorriendo su cuerpo, hizo lo que creyó conveniente, le extendió la mano.

Largó un suspiro pero aún así eso no sirvió para controlar lo que vendría luego. Kris tomó su mano y, como en el pasado, atrajo su cuerpo hacia su calor.
Y por un par de segundos, el mundo desapareció

Tao captó el perfume que destilaba el cuello de su ex compañero, sintió el toque cariñoso y protector que muchas veces le dió cuando compartían sueños, esperanzas y suertes; y ahora, después de tantos años de dolor y soledad, volvia a recibirlos en el fin y en el inicio de una etapa.

Musitó un "Feliz Año Nuevo, Kris Ge", 5 palabras que podían sonar muy vagas y simples, pero para él significaban todo, era su primera interacción del año, después de 5 años.

Se separó lentamente de él, deseando que el toque fuera eterno y permaneciera en su cuerpo tanto como en su corazón; le dio una última mirada y se dispuso a saludar a los demás asistentes que se le acercaban.

Ya acabada la gala, trató de buscarlo pero sus intentos resultaron fallidos por toda la gente que se amontonaba por querer salir y darse un merecido descanso después de tal evento. Salió por la puerta trasera y camino discretamente hasta su auto, abrió la puerta del pasajero y le indico al chófer que lo llevará al hotel donde se estaba hospedando, volvió la vista por última vez al establecimiento y con un suspiro, inició su viaje; sin darse cuenta que cierto chino alto lo veía partir, tristemente Tao no lo notaría por el vidrio polarizado.

Llegó a su hotel y bajo del auto, le dio las gracias al chófer e ingresó al establecimiento, sacó las llaves de su bolsillo y mientras jugaba con ellas subió al ascensor. Ya en su cuarto, se quitó la chaqueta y la arrojó a un lado junto con las llaves, se lanzó exhausto sobre su colchón y pensó en todo lo ocurrido, sintió sus ojos doler y hundió su cara en una almohada para ahogar el llanto que sabía que vendría después del sinfín de emociones que le causó Kris y su presencia, su tacto y su sola existencia.

Sintió una opresión en el pecho, no quiso reconocerlo pero hoy fue su límite, lo necesitaba; 5 años sin haber subsistido sin él a su alrededor, en los que necesitó su soporte y en los que, irónicamente, él si lo apoyó, a pesar del error que cometió cuando el mayor siguió sus propios sueños y se sintió algo traicionado ya que, al parecer, él no estaba en ellos, siguió brindándole una mano; nunca lo sabría, pero Tao tenía su disco, escuchaba sus canciones cada noche ya que eran su único consuelo cuando añoraba escuchar la voz de su amor, le encantaba ver las entrevista que él daba, en las que hablaba apasionadamente de lo que fue, lo que es y lo que quería llegar a ser, porque demostraban que Wu Yifan no había cambiado; era el mismo chico soñador y ambicioso que ahora veía brillar sin su presencia al lado.

Tao siguió lamentándose hasta que sintió su celular vibrar; entre lágrimas logró sacarlo del bolsillo de sus pantalones y observó la notificación de Instagram, lo que vió hizo que sus lágrimas siguieran cayendo, pero ya no eran de tristeza y de pesar, eran de alegría y sorpresa.

"Kris Wu ha comenzado a seguirte"

Con el puño de su manga limpió su rostro y presionó el botón del followback con el que se sellaba el trato, el vínculo volvía a formarse; era una promesa tácita de que podrían ser como antes y eso quedó comprobado cuando, después de un minuto de realizar la acción, le llegó un mensaje.

Kris Wu:
Feliz Año a ti tambien, Panda

Tao rio sobre la almohada que antes tenía rastros de tristeza y ahora servía para apañar una irradiante felicidad; con esto dedujo que sería un buen año.