10 -Final-

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Afuera de la casa, Peter se sentó en la banqueta, aun deseoso de aire fresco

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Afuera de la casa, Peter se sentó en la banqueta, aun deseoso de aire fresco.

—Fue lo correcto —comenzó a decir Ryan.

—Lo sé.

—Y no te merece —agregó.

—De eso no estoy tan seguro.

—Y yo estoy más bueno que él —insistió, tratando de sacarle una sonrisa y logrando su cometido.

—Ryan —dijo, dedicándole una mirada de advertencia, pero parecía estárselo tomando con humor.

—También tengo más dinero que él —continuó fanfarroneando. Peter puso los ojos en blanco, pero rio más ampliamente.

—Me queda claro.

—Y quizás debería dejar de hablar ahora ¿No? —murmuró, sintiendo que la charla moría.

—Tienes razón.

En el segundo piso, justo sobre sus cabezas, Frank los miraba con curiosidad. No podía creer que su plan de emparejamiento hubiese fallado a pesar de que aquellos dos tenían tan buena vibra. Suspiró. Tampoco es que le hubiese puesto tanto esfuerzo a su gran plan, de hecho, las botellas de licor se habían quedado intactas porque Peter las había escondido antes de que él pudiese notarlo.

Abajo la casa estaba en silencio, así que no fue difícil escuchar los pasos de Sam cuando este entró a la habitación, contagiado de su buen humor de siempre. El chico llevaba algunas cosas dentro de una caja, cuando estuvo cerca, Frank echó un vistazo al contenido.

Dentro estaba la corona de muérdago que Sam hizo el primer día y una tira de rafia larga, que sobró de cuando estaban adornando. Frank se rio ante la ocurrencia de Sam, pero su idea era mejor que nada, de modo que ató la corona a una escoba, formando una caña de pescar improvisada y la hizo bajar hasta que estuvo lo suficientemente cerca de los chicos como para que lo notaran.

El primero en levantar la vista fue Ryan, quien le señaló a Peter la corona sobre sus cabezas. Los dos se quedaron en silencio durante un momento, luego Peter se rio.

—Y si... ¿Nos besamos? —preguntó, sonando divertido por su propia ocurrencia.

—Estuve esperando por esto toda mi vida —exclamó en tono enérgico. Luego Peter le giró el rostro, dándole un beso en la mejilla.

Al final no se volvieron novios esa navidad, pero parecía que el resultado no fue del todo malo. Esa noche, luego de que los ánimos se levantaron un poco, tuvieron una pequeña cena de navidad con vino y un pavo a medio comer.

FIN


Este es el final de la historia, espero que la hayan disfrutado y se la pasaran bonito

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Este es el final de la historia, espero que la hayan disfrutado y se la pasaran bonito. Mañana subiré la última parte (que además es mi favorita) espero que la disfruten. <3

Navidades con los MillerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora