Capítulo 1
EL CONSEJO ESTUDIANTIL―¡Presidente! ―volteé hacia la aguda voz llamándome desde la distancia―. ¡Espere que aún no termino de informarle del periódico!
Ese chico era tal vez muy insistente. Al acabar la reunión del consejo estudiantil, Dylan había estado hablando sobre cambiar las comidas que se ingerían en la institución y la rechacé sin profundizar en el tema. Las comidas estaban bien equilibradas, y el director lo que no quería era perder dinero en ello.
Y cuando rechacé esa propuesta, Mingyu cambió a proponer cambiar el periódico por una revista más llamativa. Según él, la escuela necesitaba anécdotas y cosas que hicieran reír a los estudiantes, el periódico podría solo utilizarse cuando hayan cosas importantes que informar. ¿Qué creen que hice? Le negué sus ideas a partir de ese momento, cerrándole los labios con cinta.
Pero al parecer él no quería quedarse callado por lo que terminó persiguiéndome por los pasillos como un perro. Insistía en que lo pensara e imaginara cómo la escuela tendría más popularidad por manifestar cuentos, relatos ¡hasta romances adolescentes! BaekHyun estuvo de acuerdo porque él quería ser el encargado de todo lo que tuviera que ver con diseño, proponiendo también escribir una página sobre moda y hacer concursos.
―Presidente, no sea así. Usted ha visto cómo la fama de la escuela va decayendo. ¿No se ha puesto a pensar por qué la escuela vecina hace desfiles de modas? ―me detuve y Mingyu aprovechó aquello para recriminarme con la mirada.
Hinshag, la escuela de las mujeres, estaban haciéndonos competencias. Y aunque nuestra institución se evaluara el rendimiento académico, había una posibilidad de que muchos querían más que sólo pasar estudiando todos los días. Fuimos campeones en el concurso matemático del año pasado gracias a nuestros mejores estudiantes, pero eso no quería decir que Gyeonggi se haya vuelto popular.
Creí tenerlo todo en orden, sin embargo Hinshag tuvo la grandísima idea de hacer cosas realmente atractivas a la vistas de muchos. Concursos de modas, los cuales BaekHyun se muere por ir, y remodelaron las aulas de la noche a la mañana. Simplemente aquello había llamado la atención de muchas chicas que iban a salir del primario, incluso de personas mayores.
Si no hacía nada por este lugar seguro que dentro de tres días la popularidad de Gyeonggi estaría en el rango de 'las peores escuelas' y por el bien de mi presidencia, aquello no era una buena opción.
Alzo la mirada y frunzo el ceño al ver a Mingyu metiéndose el dedo en la nariz, hurgando en ella como si fuera algo normal. Dios, a veces él podía ser tonto y eso que el cuerpo que tiene no le da la mínima apariencia de serlo.
―Mingyu ―él arqueó una ceja mientras seguía en su trabajo de encontrar mocos―. ¿Qué dices si cambiamos los uniformes de Gyeonggi ?
Los ojos del alto brillaron tan armoniosamente que no se contuvo en apretarme en sus brazos. Ya no podía molestarme con esos abrazos puesto que me estaba acostumbrando a ellos como si Mingyu fuera alguien de mi familia. Y en parte lo era.
―Eso sería genial, hyung ―articula emocionado―. Si cambiamos la forma en la que vestimos, nuestro rango estará en la cima y muchos alumnos inferiores se interesarían en concurrir aquí.
―¿Y si también cambiamos las normas que el director dictó? Mi tío es el supervisor de la Vicedirectora ―propongo ambicioso.
Si quería tener relevancia dentro de las escuelas primarias, necesitaba que Gyeonggi no sólo fuera exclusivamente para hombres.
Mingyu se aleja del abrazo sin soltarme los hombros. Achica los ojos como queriendo encontrar la broma detrás de esas palabras, sin embargo al ver mi rostro lleno de decisión termina por sonreír y volver a abrazarme.