Las clases pasaban con normalidad y sin ningún accidentes. Todas las clases las compartía con Elías el cual no dejaba de lanzarme miradas de advertencia cada que algún amigo me preguntaba que si que hacia con el en la mañana, solo me limitaba a decirles que le preguntaba sobre motocicletas. Solo eso contestaba, sin embargo no se tragaban del todo el cuento.
Y así llegamos a la ultima clase a la cual llegue ya fastidiada porque me preguntaban lo mismo sobre Elías así que mentí a lo grande.
–Me gusta y quise hacerle platica– les dije a mis cuatro amigos cuando el maestro salio un momento del aula– y culo el que me vuelva a preguntar – sentencie.
En ese momento vibro mi celular, lo saque y vi en la pantalla el nombre de Elías, entre un poco en pánico.
Elías: Te escuche, pero no eres mi tipo jaja, ahora lo importante. Ve a la fábrica abandona de las afueras de la ciudad a las 8:40, viste ropa deportiva hoy me demostrarás que estas dispuesta y segura de esto. La clave es Infierno.
Me sorprendió bastante que me haya escuchado pues estamos alejados de orilla a orilla, pero no dije nada seguro uno de sus amigos le dijo al momento.
Yo: Ok
Ahora a idear como escapar de casa, podía brincarme por la ventana, bajar por el árbol que esta justo enfrente o simplemente decirle a mis padres que saldría con mis amigos a una fiesta. Elegí esa pues si les daba la gana de ponerme atención entrarían a mi cuarto a querer platicar y al no encontrarme armarían un caos total.
Sonó la campana de fin de clases, salí del salón lo mas rápido que pude empujando a mis compañeros para llegar a mi moto y largarme sin darles explicaciones a mis amigos, sabia que mis papás no confirmarían si iba con ellos, con que supieran que iba con ellos estaban tranquilos. Error de ellos por confiar en mi.
Monte la motocicleta y la encendí para irme pero una voz me detuvo
–¿Estas aun segura de esto?– se cruzo de brazos Elías
–Si y ya deja de preguntar eso, si te pedí que me dejaras entrar fue porque estoy segura de lo que estoy haciendo. Puede que parezca una loca pero si estoy segura de esto, nos vemos a las ocho cuarenta. – sin esperar una respuesta me fui
Cuando llegue a casa me estacione en la entrada de la casa, pues como ya dije saldría mas noche.
Abrí la puerta y solo estaba mamá preparando la comida aproveche que estaba distraída para correr a mi cuarto y llamar a mis entrenadores y decirles que este día no iría ellos entendieron, jamas les había quedado mal y si hoy lo hacia era por algo importante.
Baje de nuevo las escaleras porque mamá grito que la comida estaba lista y hoy si estaba sumamente hambrienta que si me ponían un jabalí enfrente me lo comería yo sola.
Cuando acabamos de comer y recibir la platica de no aceptar tragos de extraños, ni beber refrescos ya abiertos me fui a acostar un rato y reírme un poco pues cuando si salia con amigos de antro mi mamá nos decía a los cinco que no aceptáramos tragos de extraños y así porque podrían tener alguna sustancia nociva, salíamos de casa con eso en la cabeza y no lo hacíamos pero entrada la noche el chico que servía los tragos gritaba Shots gratis y nunca decíamos que no, ahí se iba la saliva de mamá. Es extraño que nos dejaran entrar pues cuatro de nosotros teníamos dieciséis, era lo bueno de que uno de ellos conociera al dueño.
En fin puse la alarma a las siete para poder dormir y ya a esas horas alistarme e irme a empezar mi nueva vida secreta.
Caí dormida casi de inmediato a eso le atribuyo los días que pase sin dormir, total al escuchar la alarma me levante para dirigir mis pasos hacia el baño en el cual me metí toda adormilada lo cual se fue en el momento que la fría agua hizo contacto con mi piel maldecía internamente por no asegurarme que el boiler estuviera prendido pero por otro lado esto me ayudaría a despertar rápido
Cuando acabe de bañarme salí envuelta en una toalla hacia el armario donde elegí unas mallas de hacer ejercicio negras una blusa de licra roja y una chamarra que también era de licra pero finalmente para completar elegí unos tenis Nike igualmente negros e hice una coleta alta con mi cabello rubio.
Al bajar las escaleras pude ver como mamá abrazaba cariñosamente a Beth lo cual nunca hacia conmigo creo que para ella solo soy un maldito estorbo. Hice un poco de ruido para que se percataran de que estaba ahí, viéndolas.
–Vulvo cuando todo se acabe– dije tomando las llaves de la moto
–¿Te iras así?– me señalo Beth
–Es el tema de la fiesta, deportes – gire mi cuerpo para irme y dejarlas que se siguieran abrazando.
–Ten cuidado, hija– dijo mamá
–Como si les importara si regreso viva– corrí hacia la moto, ya no quería escucharlas necesitaba llegar a la bodega rápido.
Sabia que faltaban veinte minutos para la hora acordada pero acelere. Quería llegar rápido, hací que acelere lo mas que pude dejando que la velocidad y la adrenalina que tenia a flor de piel me calmaran.
Llegue a la bodega con ocho minutos de anticipo, me acerque a la puerta donde un tipo cuidaba la entrada al lugar.
–¿Que quieres?– cuestiono el grandulon
–Infierno– conteste simple, asintió con la cabeza y me dejo pasar. Valla que fue fácil o quizás ya le habían dicho que una chica como yo vendría.
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I N F I E R N O
Werewolf-Te dije que vendrían por ella, que un nacido híbrido no seria fácil de esconder y menos de el Padre de Elías, ese chupa sangre también te quiere muerta así como tu mataste a su hijo. -Pues peleare- dije pero luego tuve que levantar a la niña pues e...