Mirada persistente

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He Tian ere celoso. Le gustaba que Mo GuanShan lo acompañara a todas partes donde él iba pero le molesta de sobre manera que la atención del pelirrojo no estuviera puesta en él en un cien por ciento de su capacidad.

Cada que tenia practica de baloncesto donde el pelirrojo no quería participar solía voltear más de una vez solo para comprobar con fastidio como el chico se pasaba el rato en su celular enviando mensajes a quien sabe quien pues tan conflictivo como era no tenía muchos amigos. Otras ocasiones donde Tian necesitaba una camisa nueva y arrastraba al colorado con él hasta una boutique terminaba enojado cuando su acompañante en lugar de esperarlo fuera del vestidor para elogiar su buen porte prefería pasearse por los escaparates maldiciendo los precios de todo lo que se iba encontrando.

Sin embargo, He Tian en verdad no aceptaba cuando la atención de Mo se posaba en otra persona. El moreno podía tolerar hasta cierto punto que el pelirrojo se distrajera en "cosas" como su celular o los absurdos precios de un reloj pero jamás que lo hiera en "alguien".

Esa tarde Mo se había quejado más de lo regular con la vida; un amigo del demonio había perdido un modelo en el último instante y como vieja deuda He Tian había ido a un estudio bastante grande para hacerse las fotos modelando una nueva línea de ropa al estilo Urbana Rocker que le acentuaban aún más sus varoniles expresiones y aquella apuesta figura que robaba la atención de todos... menos de uno.

Algo alejado de donde las luces y flashes hacían su trabajo cierto pelirrojo caminaba con el ceño fruncido maldiciendo entre dientes su mala suerte de tener que estar ahí en lugar de estar durmiendo en su cálida cama.

Como todos sabían que el chico había llegado con Tian le dieron libre pase para que estuviera curioseando; en algún momento se había apartado del escándalo que las personas estaban haciendo al elogiar el "gran trabajo" que el moreno estaba haciendo; Mo vio como de distintas habitaciones provenían los mismos destellos luminosos por lo que dedujo que en aquella agencia se hacían sesiones fotográficas al por mayor, en sus expedición estaba cuando poco a poco camino guiado por algo particular: música.

Llegando a una sala concurrida descubrió a los causante del agradable ruido; al parecer un grupo de música rock estaban haciéndose fotos para algún álbum o como publicidad de algún concierto, su estilo rebelde llamó la atención de Mo quien los consideró "aceptables" al igual que el ruido que hacían con los instrumentos. El pelirrojo no estaba seguro de que así se hicieran las sesiones con músicos pues siempre había creído que para ese tipo de cosas los artistas simplemente fingian tocar los intrumentos, sin embargo aquellos chicos parecían fuera del molde.

Permaneció en la entrada hasta que quiso acercarse un poco más pues casi hasta el fondo, en la parte derecha de la sala, dos de los integrantes llamaron su atención. El primero fue por el instrumento que manejaba, el tipo cargaba un modelo bastante impresionante de un bajo eléctrico, el diseño ergonómico del cuerpo y un clavijero en 3D eran las cualidades que caracterizan a aquel bajo. El suave tacto del mástil atornillado junto con las pastillas de tipo "humbucker" especialmente diseñadas y los circuitos activos aportaban una amplia sensación de comodidad ante los ojos inexpertos de Mo quien siempre había deseado uno igual; una actitud hipnótica producto del análisis de cómo aquellos dedos decorados de anillos se deslizaba de arriba para abajo por todas las cuerdas casi se roba toda la atención de Mo, sin embargo el segundo miembro de la banda que había captado un atisbo de interés al principio pareció volver a la realidad al pelirrojo.

Era el baterista quien movía entre sus largos y ágiles dedos una de sus baquetas, con giros rápidos Mo lo vio haciendo una interpretación impecable. El tipo lucia serio pero no daba la impresión de que lo estuviera a causa de la concentración sino como si esa fuera su expresión cotidiana, su rostro estaba decorado por más de una perforación que sencillamente le quedaban bastante bien con el estilo que representaba, inconscientemente el pelirrojo acaricio su propia perforación recorriendo el arete que llevaba puesto con la punta de sus dedos y recordando también que este había sido un regalo del molesto de He Tian. Aquel recordatorio le hizo notar que el baterista también tenía cabellos color azabache, poco a poco empezó a notar más semejanzas como el hecho de que ambos morenos tenían una piel blanca carente de manchas o imperfecciones y que sus cuerpos lucían bastante bien trabajados.