Estaba realmente agotada.
Después de que Bruno me recogiese de clase, nos dirigimos a mi casa porque iba a darme una ducha y a arreglarme para salir a comer. Mi chico tenía días libres y cualquier momento libre teníamos que aprovecharlo.
Salí de mi habitación colocándome los pendientes que me había regalado mi abuelo de su viaje a Marruecos y me encontré a Bruno sentado en el sofá mirando su móvil.
Me miró y sonrió -¡Wow, estás preciosa! -se incorporó y levantó las cejas.
Sonreí y me acerqué para rodear su cuello.
-No hay prisa -susurré rozando mis labios con los suyos.
Posó sus manos en mi cintura y pegó su frente con la mía -¿Me estás proponiendo algo indecente?
Sonreí y me mordí el labio haciendo que mi novio se acercara hasta mi boca y me besara intensamente mientras sus manos apretaban mi trasero, pero el sonido de la puerta hizo que nos apartáramos el uno del otro a duras penas.
-¡Joder! ¿Quién diablos es a esta hora? -bufó molesto mientras se recolocaba la camisa y se echaba el pelo hacía atrás.
Recoloqué mi vestido, y calmando un poco mi fuego interior, fui a ver de quien se trataba.
-Patrick ¿Qué haces aquí? –pregunte confundida.
-No me llames Patrick, mocosa. Soy tu abuelo -me señaló con el dedo y entró empujando su maleta.
-Abuelo ¿que haces aquí? –repetí.
-He terminado todo rápido y me he venido cuanto antes -sonrió -¡Hola Bruno!
-Patrick... -saludó mi novio.
-¿Qué tal os habéis portado? ¿Has cuidado bien de mi nieta? - me pellizcó la mejilla y sonreí avergonzada.
-No me ha dado mucho tiempo pero supongo que si. Que le diga ella -me guiñó el ojo y sonrió.
Hice una mueca y asentí.
-Íbamos a comer, abuelo ¿Te apuntas? –cogí de nuevo mi bolso y guardé mi móvil.
-Claro -dijo cogiendo su vieja gorra -Os invito yo.
Salimos de casa y nos dirigimos al coche para ir a uno de los restaurantes favoritos de mi abuelo: Riviera. Que era bastante conocido en la ciudad y uno de los más frecuentados por los famosos de país.
Después de contarnos todas y cada una de sus aventuras, nos invitó a un helado y paseamos tranquilamente por las calles de Palermo.
Cuando llegamos a casa, lo primero que hice fue tirarme en la cama, porque me estaba muriendo de sueño y solo quería dormir por lo menos un día entero. A Bruno lo dejamos en su casa ya que tenía trabajo al día siguiente y mi abuelo había decidido quedarse en el salón viendo una película.
-¡Megan! –gritó -Ven un segundo.
Me levanté de la cama a duras penas y me dirigí al salón, encontrándome a mi abuelo sentado en el sofá muy serio.
-¿Qué pasa? –pregunté extrañada.
-Siéntate –dijo,
Quizás me tocaba escuchar una de sus largas historias o aguantar alguna regañeta por algo que le habían dicho, pero estaba segura de que no había hecho nada, así que me acomodé en el sofá y lo miré fijamente.
-Me estas asustando abuelo.
Sonrió -No te preocupes, solo quería saber si estabas contenta aquí.
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VAS A QUEDARTE. Terminada (Editando)
Fiksi Remaja"Tuve miedo porque nunca pude reemplazarte, por eso supe que a nuestra historia le hacía falta una segunda parte" El tiempo fue el único que sanó el corazón de Megan, un corazón que tras el rechazo de Aron, quedó destrozado. La distancia marcó sus...