Estudios Bíblicos

LIDERAZGO CRISTIANO.

Definición del liderazgo.

Podría definirse el liderazgo bíblico, como aquel ministerio dado por Dios, donde el cristiano sirve a los demás íntegramente, con el objetivo de contribuir al crecimiento espiritual de sus liderados (Efesios 4:12-13). Es pertinente aclarar que ese crecimiento espiritual depende de una profunda relación personal con Dios.

Objetivo del liderazgo.

El objetivo de liderazgo lo ha marcado la anterior definición: contribuir al crecimiento espiritual de los hermanos. Es necesario aclarar que el crecimiento espiritual consiste en vivir en una comunión profundamente personal con Dios a través de Jesucristo, que los hermanos puedan trasladarse de gloria en gloria en el contexto espiritual (2 Corintios 3:18).

Prácticamente, ese crecimiento espiritual debe ser notorio en la vida del hombre (2 Corintios 3:2-3). Vivir en comunión con Dios, leer las Escrituras y practicarlas; de ser soberbio, a ser una persona sencilla; practicar el servicio a los demás, después de tener un pasado egoísta, son algunos ejemplos prácticos del crecimiento espiritual que tiene como meta ser como el Señor Jesucristo.

Desde luego, los diversos contextos del cristiano y su ministerio giran alrededor de objetivos particulares; sin embargo, su punto final es el mismo: crecimiento espiritual. Los liderazgos de evangelismo trabajan para que sus elementos evangelicen con dependencia del Espíritu Santo y presentando el mensaje correcto de salvación, y buscan alcanzar almas que sean salvas; los departamentos de enseñanzas bíblicas se enfocan en tener maestros adecuados y que aquellos recién convertidos sean apacentados conforme a las Escrituras en todo conocimiento y práctica; el liderazgo de los grupos de alabanza gira alrededor de hacer verdaderos ministros con el carácter correcto y corazón de adoradores, pero también busca orientar a la comunidad hacia una verdadera adoración. Por mencionar algunos ejemplos prácticos. Pero, como se describe, todos estos objetivos específicos terminan por converger en el crecimiento espiritual.

Jehová llamó a Moisés al liderazgo para rescatar a Israel de Egipto y poder desarrollarse como nación bajo los preceptos y mandamientos de Dios, puesto que de esta nación vino la salvación del mundo: Jesús. Se sacó a Israel en un éxodo -La Iglesia- de Egipto -el mundo y el pecado, con todas las costumbres pecaminosas que representa- para conquistar la tierra de Canaán y consolidarse como nación, lo cual fue la voluntad de Dios, según su propósito divino. Aquí se puede aprender una lección valiosa que enseña la Biblia: Egipto era una nación pagana, con idolatría y hechicería, entre otras abominaciones. Moisés fue encargado por Dios para sacar a los hebreos de este país pecador. El líder debe seguir las instrucciones de Dios para preservar la santidad de sus hermanos y alcanzar más almas para Cristo para seguir consolidando a la Iglesia, como Israel conquistó Canaán para cristalizarse como nación y, por lo tanto, hacer la voluntad de Dios y vivir en comunión con Él.

David dirigió a Israel para ser un país que adorara sólo a Jehová; y Salomón la condujo a su época de oro para distinguir a la nación de Dios ante el mundo. Nuestro Señor Jesucristo dio cátedra de liderazgo en su estancia en la tierra, exhortando con la palabra y con el ejemplo; así tuvo la autoridad moral para dar ordenanzas a sus seguidores; sobre todo, El Señor cumplió el objetivo de un auténtico liderazgo: transformar la vida de sus seguidores para la gloria de nuestro Padre; baste la evidencia de los doce apóstoles y la obra que Dios hizo a través de ellos; baste, entonces hablar de los millones de miembros de la Iglesia como evidencia del bendito ministerio del Señor Jesucristo en la tierra.

Características Bíblicas de un líder. Sabiduría.

El líder cristiano debe adquirir sabiduría, característica imperiosa en el desarrollo de su liderazgo. La sabiduría es la aplicación del conocimiento con inteligencia en situaciones reales, es obrar de la forma más beneficiosa posible. Es aplicar lo que se conoce; el cristiano que conoce la Biblia, entontes sabe aplicarla y vive en el temor a Jehová, porque principio de la sabiduría es el temor a Jehová (Proverbios 1:7).