otro día más

43 1 0
                                    

Me quedé mirándolo embobada como siempre mientras el platicaba con Iker; veía sus labios,sus ojos y como se acomodaba su fleco.

Es hermoso pensé, pero de un momento a otro el se me quedó viendo;me asuste un poco pues no sabía cómo reaccionar así que como pude evadi su mirada.

Buenas tardes jóvenes dijo el profesor de química carajo pensé justo cuando Jonathan me tomaba existencia en su vida lo interrumpen. Me levanté de mi asiento e hise una reverencia, para volverme a sentarme y sacar mi cuaderno, tome apuntes ,entre ver mi libro y verlo a el asies como acabó la clase; guardé mis cosas y tome mi mochila para ir al descanso junto a mis amigas.

Pasaron todas las clases y ya salía de el instituto,pero no tenía como regresar a mí casa así que muy cansada empeze a caminar y caminar; después de unos 15 minutos caminando sentía que una motocicleta me alcanzaba yo trate de acelerar mi pasó pero como era de esperarse me alcanzó muy rápidamente.

-¿Te llevo a tu casa?- dijo la persona cuya voz me era familiar.

- No gracias- dije muy hipócritamente y camine un poco más rápido.

De repente la motocicleta se estaciona enfrente mío, el chico se quitó el casco y pude reconocer a Jonathan.

- No recuerdo que tú tengas una motocicleta Jonathan- dije muy dudosa.

- Si, mis padres me la regalaron por mi cumpleaños-

- Debo de admitir que es muy linda y también tu casco- dije con una sonrisa.

- Entonces que dices¿Te llevo o no?- dijo el con una hermosa sonrisa.

- Está bien acepto solo una cosa; tú tienes un casco y yo no -

- Eso no es problema,tengo otro perfecto para ti - dijo sacando otro casco total mente negro.

- Es hermoso- dije tomando el casco y poniendomelo solo que no pude porque no tengo experiencia poniéndome este tipo de cosas.

-¿Te ayudo a ponértelo o tú puedes sola?- dijo con un tono burlón,yo solo lo mire y el enseguida me ayudó.

- Gracias por ayudarme- fue lo último en decir antes de subir a la motocicleta y que Jonathan arrancará,me llevó a mí casa y le volví a agradecer con un abrazo y un beso en la mejilla.

Balas PérdidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora