Alice

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Miro a mi alrededor. Me encuentro en un enorme bosque que me resulta familiar. Las plantas, los árboles y los sonidos que me envuelven me resultan agradables.

Me acerco para oler una flor que crece a la orilla del sendero y al agacharme, mi estómago protesta por el hambre

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Me acerco para oler una flor que crece a la orilla del sendero y al agacharme, mi estómago protesta por el hambre. Debería comer algo, dice mi mente.

Busco con la mirada algún fruto para llevarme a la boca, y allí está, una mata silvestre con dos decenas de bayas rojas. Tomo un puñado y saboreo los frutos. Algo ácidos, pero servirán para matar el hambre.

Ahora debo seguir adelante.

Tras caminar unos cuantos minutos, una luz se deja ver tímidamente a mi izquierda. Brillando a lo lejos y entre los troncos de los árboles. Al otro lado, el sonido del agua fluyendo capta mi atención. Debería acercarme para ver si hay una fuente.

Apartando hojas y ramas, camino en dirección al sonido, que aumenta en volumen con mi avance. Los árboles son más verdes en esta zona, y el aire, más húmedo, hasta que mis vista se posa en una cascada.

Me aproximo para verla mejor, rozando el agua con la mano en su caída. Al acercarme, hay algo que me llama la atención. Unas piedras convenientemente colocadas formando un muro, que termina al encontrarse con el ancho tronco de un árbol.

Este es sin duda un signo de vida humana, afirma mi subconsciente. Mi parte consciente está ocupada detectando otro sonido diferente, el crujir de unas ramas al romperse a medida que algo desconocido se acerca hacia mí.

Sin embargo, no siento miedo. Estoy tranquila, dado que en mi interior sé que en este caso no hay nada que temer.

-- Cariño, se está haciendo de noche, vamos adentro. - Dice mi esposo -

-- Claro amor - Respondo alegremente.

Comenzamos a caminar juntos hacia la luz que me sorprendió anteriormente. Procedía de una acogedora cabaña de madera camuflada entre los árboles.

Sin embargo antes de llegar me detengo al percibir movimiento por el rabillo del ojo

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Sin embargo antes de llegar me detengo al percibir movimiento por el rabillo del ojo. Ya es de noche totalmente, así que es difícil discernir de que se trata.

AliceWhere stories live. Discover now