The Walking Dead.

ZOMBIE Infection Area. Capitulo 1.

Mi realidad es simple; escuela, amigos y televisión. De eso me abastecía psicológicamente. Todo es rutina en mi aburrida y desgastada vida. Corroída a penas a los 17 años, harta de todo lo que me rodea porque nunca cambia. Siempre es lo mismo, solo deseaba que algo sucediera. Algo insignificante que diera un vuelco en mi subsistencia. ‘Cuidado con lo que deseas’ repetía una voz anónima en mi cabeza, a la que estúpidamente, resté importancia mínima.

Mi nombre es ______ Benson, vivo en Le’Blank, Francia. Una ciudad fronteriza con Inglaterra, algo muy favorable ya que de pequeña manejo perfectamente el inglés. Es muy normal ser bilingüe en esta ciudad.

Asisto a mi último año de secundaria e intento disfrutar al máximo mis últimos momentos con Skyler Manhatan, Katerina Petrova y Roseta Rose, mis mejores amigas. ¿Había mencionado que tengo un hermano? Pues se llama Austin, somos mellizos. Estamos ligados, entrelazas, conectados o como se diga.

Esperaba impaciente a que Katerina, Skyler y Roseta terminaran de hacer las palomitas, mientras tanto, miraba televisión. Una de mis grandes pasiones debo admitir. La gran variedad de programas y películas que se proyectan en una simple, pero a la vez compleja pantalla es algo inigualable.

Mientras pensaba en lo maravillosa que podría ser la televisión, las tres chicas aparecen por la cocina con un gigantesco tazón.

-¿Qué película veremos?- pregunto impaciente.

Las tres se sientan en el sofá del pequeño living de mi casa y dejan el bol en la mesa ratonera.

-Traje ‘Sin Límites 2’- responde Katerina alzando entre sus manos el DVD.

-¡No jodan! ¡Pensé que no había salido aún!- canturreo con emoción. Uno de mis actores preferidos es ‘Bradley Cooper’, quién protagoniza el film.

-¿Pues quién crees que tiene un tío dueño de un cine?- sonríe Kate.

-Chicas, son las cuatro de la tarde, ¿no podemos verla después? Aprovechemos el hermoso día- sonríe como una hippie Roseta. Ella siempre tan ‘adoremos la naturaleza’, nada más le falta sujetarse a un árbol para oponerse a la deforestación.

-¡Amargada!- vocifera Skyler.

-No soy amargada- bufa- solo que prefiero disfrutar del día al aire libre, a encerrarme en una casa a ver televisión. Cosa que puedo hacer a la noche.

-Bueno cállense par de idiotas- dice Kate- ya pongamos la película y la que no quiere ver, puede irse- exige.

Katerina es de las chicas directas, te lo dicen todo de pecho. En ruda, pero hermosa, fuerte, pero amigable. A veces es frustrante que te enfrente todo, pero tiene sus ventajas.

-Bien, me voy a mi casa, quizá pueda hacer algo más constructivo con mi tiempo- gruñe.

-¡Bien! Vete aguafiestas- refunfuña Sakyler sentándose de mala gana en el sofá.

-ADIÓS- dice abriendo la puerta- Hola señor, ¿puede moverse por favor?

¿A quién carajos le habla? Me paro junto a ella y observo detenidamente a un hombre en la entrada. Era extraño, no, más que extraño. Parecía alguien enfermo, se oscilaba y sus pupilas estaban celestes casi blancas. El tono de su piel no era común, tiraba del ocre al gris. Con manchas raras.

-Disculpe, ¿se encuentra bien? ¿Quiere que llamemos a una ambulancia?- pregunto sujetando el hombro del sujeto.

Éste extrañamente gruñe y se abalanza sobre nosotras con su boca abierta llena de pestilencia vomitiva y dientes amarillentos asquerosos.

-¡Ayuda!- grita Roseta.

Lo empujo, inconscientemente dentro de la casa. La puerta se cierra sola, supongo, por el viento.

-¿QUÉ ES ESO?- pregunta Katerina que estuvo viendo todo junto a Skyler.

-¡Señor! ¡Váyase de mi casa!- ordeno fuertemente.

Éste no parece inmutarse tras mi exigencia, solo gruñe y camina hasta nosotras mansamente. Como si tuviese la pierna lastimada, cojeando y tambaleándose. Su piel era extraña, estaba ¿descompuesta? No, eso era imposible a menos que sea… un…

-¡Zombie! ¡Es un Zombie!- grita Skyler.

-¡Pues dale en su cabeza idiota!- grita Petrova.

No había tanto tiempo para dialogar, acorrala a Roseta contra la pared vanamente intentando morder su cuello. ¿Será esto posible? Tomo una de las herramientas que mi madre utiliza para hacer el fuego en la chimenea; era una vara de metal con algo de punta. Suspiro hondo y lo clavo en su cráneo. Inmediatamente éste cae al suelo inmóvil, con su repulsiva boca abierta, los ojos sin cerrarse de un color azul blanquecino. Si fuese humano parecería invidente.

Sin pensarlo dos veces miro por el gran ventanal del living, y noto gente corriendo a todo pulmón, esas cosas caminando lentamente, otras comiendo personas, o en mí propio jardín delantero.

-No puedo creerlo- susurra Skyler al mismo instante en que todas quedamos estáticas frente a la escena aterradora y escalofriante.

-¡Cierra las cortinas!- grito y Katerina me obedece sin excusa- ¿Qué carajos es esto?

-Encendamos la televisión. Quizá haya algo- sugiere Roseta.

Eso hicimos, sujeté el control remoto sintiendo como mi mano temblaba, presiono el botón para que al instante imágenes aparecieran en la pantalla.

-Últimas noticias del canal 16, aquí Kristen Müller informando para ustedes- comienza una mujer bella, de unos 30 años aproximadamente- una invasión de lo que se conoce como ‘zombies’ ha atacado el planeta entero llegando hasta París. Se alimentan de carne humana y con solo una mordida o rasguño, ya eres uno de ellos. La clave es golpearlos en la cabeza, solo así los detienes. Afortunadamente, son lentos, se los atrae con sonidos y luces, así que les conviene no hacer ruido ni encender lámpara alguna en la noche. El origen de este virus es desconocido, pero se ha trasladado por mar y tierra invadiendo el mundo. Hay un lugar de refugiados en Londres, a las afueras de la ciudad; en los campos del norte. Allí estarán a salvo; al menos por un tiempo. Esta es la última transmisión y que Dios esté con ustedes.- finaliza soltando una lágrima. La señal se corta y cambiamos otros canales en busca de otra televisora; pero no había nada.

Entonces sometidas la apagamos.

-Tapemos la puerta- digo antes de que a alguna le dé un ataque de histeria.

Colocamos una cómoda que estaba en el living cubriendo la entrada, con fuerza que no sé de dónde logré soltar, moví el pesado sofá luego del armario. Nos sentamos en el suelo, sin emitir palabra alguna.

-Debería llamar a mis padres- dice Roseta.

-Están muertos Ros- escupe Kate.

-No lo sabes- comienza soltando una lágrima.

-Prueben llamarlos, sáquense la duda. Mi madre fue al mercado, no ha vuelto y no creo que lo haga de todos modos. Y bueno, mi padre está en América, así que de él no me preocupo- declaro gélidamente. Él nos abandonó cuando nací, ¿Por qué me inquietaría por alguien que no me quiere?

Los teléfonos celulares aún asumían señal, creo que esas cosas todavía no han logrado corroer las líneas telefónicas; entonces las cuatro intentamos llamar numerosas veces a nuestras familias, pero nada. Cuando la recepción se murió finalmente, probamos con el teléfono fijo de la casa, pero la electricidad ya estaba fuera de alcance. Todas empezaron a llorar, las comprendo porque hice lo mismo; supongo que enterarse de que tus padres fueron, probablemente, devorados por zombies no es bonito.

-¿Y ahora qué haremos?- solloza Roseta.

-¿Cómo quieres que sepa?- brama tristemente Skyler sintiendo un nudo impresionante en la garganta. Haciendo que las palaras salgan con un mínimo de sonido.

-Deberíamos quedarnos- sugiere Kate.

-Creo que es una buena idea, conocemos la zona y podemos vivir si recolectamos alimentos de otras casas- aporta Skyler; no sé si es la mejor inclinación.

-No chicas- me pongo de pie- debemos ir a Londres, al refugio.