Taehyung amaba disfrutar de cada momento que compartía junto a Hoseok, pero en esta ocasión, no lograba entender la razón por la que parecía estar tan molesto con él.
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Kim Taehyung no entendía qué estaba sucediendo con Jung Hoseok, por lo que se sentía realmente triste; el mayor de ambos llevaba ignorándole desde el día anterior y mirándole con un ceño fruncido cada vez que se acercaba a hablarle, para luego alejarse. Era totalmente obvio el hecho de que estaba haciéndolo a propósito, pero no podía entender la razón sin importar cuanto se sentara a meditar sobre ello.
Si había algo que no le gustaba, era cuando su linda pareja mostraba expresiones que dejaban en claro que estaba molesto por algo, y aunque la mayor parte de las veces preferían hablar de ello para no generar grandes discusiones, tenía bastante claro que eso no sucedería cuando éste empezaba a ignorarlo. Tampoco era que pudiera darle tiempo para calmarse; ya que ambos vivían juntos, sabía que el estado de ánimo del otro no mejoraría tan fácilmente. Al principio creyó que la situación se olvidaría una vez que le mostrara su sonrisa o algo así, pero Hoseok realmente no parecía darse por vencido ni querer hablar.
—¿Por qué estás tan molesto conmigo? —preguntó nuevamente, una vez que logró arrinconarlo contra la pared cercana a la habitación que compartían, para luego intentar abrazarlo, siendo ligeramente apartado por él.
—Déjame Taehyung, no voy a hablar de eso contigo —el mencionado decidió respetar lo que le pedía, a pesar de permanecer parado en el mismo lugar sin poder ocultarle su tristeza, antes de que el contrario se encerrara en la habitación. Decidió dejarlo así en ese momento, ya que se acercaba la hora de dormir y tal vez podría hacer otro intento por acercarse. Incluso sin saber lo que estaba sucediendo, no dejaría que las cosas continuaran de esa manera por mucho tiempo, ya que al menos, esperaba recibir mimos de su pareja; dado que la mayor parte del tiempo ambos estaban ocupados con sus respectivos trabajos, quería disfrutar de cada momento a su lado.
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Después de unas horas, se puso su pijama de franela y Jung apareció con la suya ya puesta, sólo para acostarse y cubrirse con sus mantas. Kim decidió hacer lo mismo luego de unos segundos, pensando que tal vez podría abrazarlo y darle besos para que se olvidara de eso, pero su pareja, de manera bastante infantil, comenzó a colocar un montón de almohadas, creando una barrera entre ellos para que no se acercara.
No pudo evitar pensar que era adorable, pero Hoseok sabía lo mucho que le gustaba abrazarle cuando dormían, así que de alguna manera se sintió como un castigo por algo que él aún no entendía. Claramente, uno que no aceptaría por esa razón.
—Quiero abrazarte —dijo, quitando las almohadas una por una, para poder estar cerca de él.
El pelinegro rápidamente le dio la espalda y se cubrió con su manta por completo; sin embargo, no fue un impedimento para el lindo castaño, quien no dudaría en utilizar sus encantos una vez más. Taehyung comenzó a llamarlo de manera adorable una y otra vez, logrando que Hoseok quisiera verlo a la cara, y así finalmente poder repartir besos por todo su rostro, para luego proceder a dejar uno sobre sus labios, sin recibir quejas al respecto.
—No seas así, Hoseok. Por favor háblame, no me gusta dormir sin poder abrazarte —insistió, entrelazando la linda mano ajena con la suya, llevándola a sus labios para dejar un besito también.
Sabía lo débil que era la persona a su lado cuando hacía ese tipo de cosas, porque podía perdonarle cualquier cosa, sin importar lo enojado que estuviera. Jung lo atrajo hacia él para abrazarlo, mientras Kim se encargaba de oler el rico aroma de su cabello.
—No quiero decirlo, me enojé por algo realmente absurdo —confesó Hoseok con calma.
—Creo que debe ser algo realmente malo para que te pusieras así —dejó su cabello y procedió a besarle la nariz después de mencionar esas palabras, para luego mirarlo.
—No hagas eso —pidió, acariciando el rostro de Taehyung con ambas manos y aplastando sus mejillas, muriendo de ternura al verlo y soltando una pequeña risa.
—¿Por qué no?
Jung tardó en responder a la pregunta, pero finalmente lo hizo.
—Porque me has hecho feliz y ahora tendré que decirte la razón, la cual es totalmente ridícula.
—¿Podemos hablar sobre eso? —pidió dulcemente, a lo que el pelinegro asintió.
—Bueno... —comenzó por decir—. ¿Recuerdas el trozo de pastel que dejé ayer por la mañana en el refrigerador?
—¡Seguro! Estaba realmente delicioso —Kim habló con una sonrisa, sin entender muy bien hacia dónde iba la situación.
—Lo había estado guardando para mí, ya que quería disfrutarlo después de un día agotador, pero ayer cuando volví y lo busqué entre todo lo que había dentro, no pude encontrarlo. Entonces, como asumí, te lo comiste y lo supe cuando te vi dormir en el sofá con una mancha en la comisura de los labios, así que me puse de mal humor, ya que te advertí de antemano que era para mí —terminó de hablar soltando un suspiro.
Y el castaño lo entendió todo, pues hasta entonces pudo recordar lo mismo que le explicó su pareja, ya que antes no pensó en ello en ningún momento. Sin embargo, hizo todo lo que pudo para controlar la frustración que sentía; estuvo tan preocupado todo el día, para que resultara ser algo así.
—¡Podrías haberlo dicho~! —la situación no era tan grave, y si lo hubiera sabido, podría haberle comprado otro.
—Bueno, es tu culpa por no escucharme —se quejó el de cabello negro, sintiéndose un poco avergonzado—. De todos modos, yo te advertí que era ridículo.
Taehyung decidió volver a su lugar nuevamente, atrayendo a Hoseok en sus brazos y haciéndolo descansar su mejilla contra su pecho.
—Pudiste decírmelo y hubiese hecho algo al respecto, lo sabes, ¿verdad? —cuestionó, recibiendo un asentimiento del otro en respuesta—. Te prometo que te compensaré, pero no vuelvas a ignorarme así por algo como eso, por favor.
—Lo siento, sé que arruiné todo gracias a mi comportamiento infantil de hoy.
—Debería disculparme también, así que lamento haber comido tu postre. Si hubiera tenido la oportunidad, podría haberte comprado otro, tenlo en cuenta, cariño.
Ambos juntaron sus labios en un beso que duró unos segundos, mientras una sonrisa se formó en sus rostros después de separarse. Y al final, ambos pudieron dormir tranquilos en un lindo abrazo.
