Capitulo 41

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¡No, esto no puede ser posible! ¡De todas las personas que hay en este mundo! ¡¿Por qué ella, por qué?! ¡No lo entiendo!

— ¿Qué... qué fue lo que dijiste?

— ¡No es mi culpa... este es mi propósito... fue mi padre, el líder del punto B del universo, me encomendó esta misión! ¡Pero! ¡¿Por qué tú?!

¡Lo mismo me estoy preguntando yo en este momento! No pude ni contestarle, ya que, justo detrás de ella, de entre la oscuridad, salieron Michel, Otome, William, y Wasabi.

— ¡¿Qué... es una trampa?!

— Escúchame, tranquilízate. — yo traté de tranquilizarla, con lo poco que tenía de cabeza en la realidad.

— ¡¿Por qué me mentiste?! — trato de analizar su mirada, en sus ojos, no veo maldad, solo veo, sinceridad, y un dolor equiparable con el mío.

— ¡¿Qué?! ¡Tú! ¡¿Por qué no me contaste esto?! ¡¿Qué ibas a hacer conmigo después de destruir el universo... me ibas a destruir junto con todo lo que amo?!

— ¡No...! ¡Planeaba mantenerte a mi lado... gobernaríamos juntos el nuevo universo... porque no tengo el corazón para matarte... porque yo te amo! — no digas eso, eso, simplemente me hará más difíciles las cosas. — desde hace tiempo, estaba lista para destruir este universo; pero primero tenía que entrarte. Esa era mi misión; pero lo arruiné todo, al enamorarme de algunas cosas de este mundo, incluyéndote a ti. ¡Yo quería ser tu novia! ¡Pero ahora ya no importa... ahora es cuestión de vivir o morir, debo cumplir con mi misión!

¡No podía creerlo! De ella, empezó a brotar una esencia blanca, sus ojos se tornaron blancos, y los objetos que había al redero de ella, se comenzaron a elevar. Intenté acercarme a ella para razonar.

— ¡Esteban! — el grito de Michel me detuvo por unos segundos.

— ¡Sahionje, escúchame! ¡Por favor!

— ¡Ella ya no puede escucharte... tienes que matarla! — ¡Pero no quiero matarla!

Sahionje, creó una onda expansiva, que nos alejó como a diez metros de ella.

— Yo me encargo.

— Rajá no seas idiota.

Rajá salto sobre Sahionje con una espada compuesta de energía destructiva; pero Sahionje lo vio, por lo que, dio un pisotón en el suelo, mandando por los aires a Rajá. Poco después de eso, la energía que brotaba de Sahionje comenzó a incrementarse, y del suelo se levantaron unas criaturas extrañas, por lo que, todos comenzamos a pelear con ellas. Con un puño gigante de guerra, maté a una de esas criaturas; necesitaba hablar con Sahionje, así que me acerque a ella, pero apenas puse un pie cerca de ella, me comenzó a atacar.

Ella tiraba golpes contra mí; en sus manos sostenía armas compuestas de energía blanca; y solo me enfoqué en esquivar sus golpes, no quería lastimarla. Aún podía ver en sus mejillas los restos de lágrimas que había soltado; no puedo creerlo, la hice llorar. Ella, era demasiado fuerte, de tan solo una patada, me envió bruscamente a veinte metros de ella. Makoto, toco el suelo, embocando cientos de rallos de energía legendaria que habría camino hacia Sahionje, pero un escudo de energía los bloqueo.

De la nada, se formaron guerreros de roca, los cuales, se prendieron en llamas. Alrededor de Sahionje, se creó un escudo que giraba en el sentido opuesto a las manecillas del reloj, como si ella estuviera dentro de un enorme tornado. De la nada, en otro punto del parque, se formó un enorme golem de roca; Rajá se aventuró en ir a enfrentarlo. El enorme golem, trato de aplastarlo, pero Rajá lo esquivo y se subió al brazo de este con una espada de acero.

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